El medio centro cl¨¢sico

Despu¨¦s de sus excelentes temporadas en el Celta y en el Mallorca, qui¨¦n dudar¨ªa de que Vicente Engonga es un medio centro cl¨¢sico. Es decir, un centrocampista bien dotado para la organizaci¨®n, la visi¨®n de juego y el desplazamiento largo del bal¨®n. Un 6 que esquiva su falta de velocidad con un notable sentido de la ubicaci¨®n y del toque.

Y, sin embargo, no fue ¨¦sa la demarcaci¨®n que le atribuy¨® el experimentado Luis Aragon¨¦s. Como defensa de cierre, Vicente Engonga logr¨® el subcampeonato de Liga y firm¨® su mejor ejercicio de los tres en que estuvo en Valencia. Se convirti¨® en un defensa sobrio, contundente y capaz de lanzar a un equipo que casi siempre acababa en Mijatovic. O sea, en gol. Aragon¨¦s pens¨® que un hombre pesadote como Engonga, ya entonces con 30 a?os, se adaptar¨ªa mejor a tareas defensivas, como tantos otros centrocampistas bajo el peso de la edad.

Engonga, sin embargo, volvi¨® al centro del campo con Valdano y de ah¨ª C¨²per lo propuls¨® a la internacionalidad.

Pero antes Engonga atraves¨® un trayecto muy duro. No encaj¨® primero en el discurso incomprensible de Parreira, despu¨¦s tuvo que aprender deprisa la posici¨®n de libero que le exigi¨® Aragon¨¦s y, m¨¢s tarde, con Valdano, fue vendido al Mallorca a precio de saldo.

Ninguno de estos tres t¨¦cnicos discuti¨® su gran personalidad. Engonga nunca se escond¨ªa. Cuanto peor se daban las cosas, m¨¢s daba la cara: dentro y fuera del campo. As¨ª se lo reconoci¨® incluso Jorge Valdano, quien despu¨¦s, sin embargo, pens¨® que a un hombre de 32 a?os y muy castigado por las lesiones musculares le quedaba poco f¨²tbol. Lo mejor, en cambio, estaba por llegar.