Los mandos no detectaron que el sargento Miravete era alcoh¨®lico desde nueve a?os antes de matar a un cabo
El sargento Juan Carlos Miravete Duque, que a partir de ma?ana ser¨¢ juzgado en el Tribunal Militar Territorial de Barcelona por la muerte del cabo Samuel Ferrer Caja, de 19 a?os, a quien dispar¨® el 19 de abril de 1997 en el cuartel de Candanch¨² (Huesca), debe ser absuelto o condenado como m¨¢ximo a un mes de prisi¨®n, seg¨²n su abogado Enrique Trebolle. El defensor del militar alega que ¨¦ste actu¨® bajo los efectos del alcohol, por lo que se le debe aplicar la eximente prevista en el art¨ªculo 20 del C¨®digo Penal.Su principal baza es el informe pericial realizado por dos siquiatras del Hospital Militar G¨®mez Ulla de Madrid, seg¨²n los cuales Miravete presenta "alcohol dependencia grave" desde 1988. Tras diagnosticarle "un trastorno mixto de personalidad", los m¨¦dicos militares concluyen que el sargento "pudo actuar bajo una grave y transitoria reducci¨®n del grado de conciencia y libertad volitiva".
Sin embargo, un documento confidencial remitido al juzgado por el Ministerio de Defensa se?ala que en los informes personales de Miravete no figura ninguna anotaci¨®n sobre su presunto alcoholismo, pese a que desde 1994 se preguntaba expresamente a los mandos "si el calificador tiene evidencia de que el calificado es consumidor de bebidas alcoh¨®licas u otras excitantes".
"Es conocido que en otras ocasiones Miravete ha tenido problemas por la ingesti¨®n de bebidas alcoh¨®licas y que ello incluso le ha acarreado en el lapso de estos 14 a?os m¨¢s de un correctivo disciplinario", afirm¨® el ministro de Defensa, Eduardo Serra, el 23 de abril de 1997 en el Congreso. "Si la investigaci¨®n confirma el car¨¢cter de bebedor habitual del citado sargento primero, se corregir¨¢ a los superiores que no hayan hecho constar esta circunstancia en sus informes personales", agreg¨® el ministro.
El antecedente m¨¢s dram¨¢tico sobre la conducta de Miravete se encuentra en la sentencia dictada el 4 de julio de 1985 por un consejo de guerra reunido en Jaca (Huesca), que le conden¨® a un a?o de prisi¨®n como autor de un delito de imprudencia temeraria con resultado de muerte. Como volver¨ªa a hacer 12 a?os despu¨¦s, el sargento mat¨® de un disparo a su compa?ero Jos¨¦ Luis Gonz¨¢lez Manzano, mientras jugaba con su pistola "tras haber ingerido bebidas alcoh¨®licas".
Solo en el banquillo
Pese a ello, el abogado de la acusaci¨®n particular, Alberto P¨¦rez, ha fracasado en su intento de exigir responsabilidades a la Administraci¨®n Militar por dejar a Miravete al mando de una compa?¨ªa y en posesi¨®n de un arma de fuego. El sargento estar¨¢ ma?ana solo en el banquillo.El fiscal militar le pide 18 a?os de prisi¨®n, como autor de un delito de maltrato de obra a inferior con resultado de muerte y diez meses m¨¢s por extralimitaci¨®n en el ejercicio del mando, ya que enca?on¨® y orden¨® enca?onar a varios soldados antes de disparar contra el cabo Ferrer.
La fiscal¨ªa evita acusarle del delito de embriaguez en acto de servicio, por el que tambi¨¦n fue procesado, pero le aplica la atenuante de intoxicaci¨®n no plena por consumo de bebidas alcoh¨®licas. Adem¨¢s, deber¨¢ indemnizar con 15 millones de pesetas a la familia del fallecido.
La acusaci¨®n particular eleva la pena a 21 a?os de prisi¨®n y la responsabilidad civil a 39 millones. Fiscal y acusador coinciden en que, al tratarse de un militar en acto de servicio, el Estado es responsable civil subsidiario.
El principal efecto del caso Miravete ha sido la nueva ley disciplinaria de las Fuerzas Armadas, pendiente de ratificaci¨®n definitiva por el Congreso. En adelante, consumir alcohol portando armas se castigar¨¢ con dos meses de arresto y el militar que se emborrache tres veces en dos a?os podr¨¢ ser expulsado del Ej¨¦rcito.
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