Luc¨ªa Pinochet comparece ante la prensa como inminente viuda
Vest¨ªa de negro, le temblaba la voz, no hab¨ªa rastro de maquillaje en su rostro y lo que ten¨ªa que decir fue muy poco, apenas audible. La exprimera dama de Chile, do?a Luc¨ªa Pinochet, dio finalmente la cara a la prensa internacional en un sal¨®n del Hotel Sherlock Holmes de la igualmente famosa calle londinense Baker Street. Justo bajo el bar que lleva el elemental nombre de Watson, la esposa del ex dictador, que se recupera en una cl¨ªnica de rocanroleros y futbolistas famosos que sucumbieron al alcohol y otras sustancias que alteran el ¨¢nimo, hizo una aparici¨®n telenovelesca. "Por favor, no me saquen fotos", se le escuch¨® decir en un hilo de voz. "Los flashes me hacen ver cosas en amarillo".
Ten¨ªa ante s¨ª un par de papeles donde hab¨ªa escrito un manifiesto. Los cogi¨® con mano temblorosa y ley¨® unas l¨ªneas que conten¨ªan una confesi¨®n y un agradecimiento. "Estoy f¨ªsica y an¨ªmicamente afectada por todo esto", dijo. "Pero quiero expresar mi agradecimiento al pueblo de Chile y al apoyo comunicacional que se nos ha dado". El caso Pinochet est¨¢ en las primeras planas desde que fue detenido por Scotland Yard por obra y gracias del juez espa?ol Baltasar Garz¨®n, y luego eximido de su condici¨®n de reo por un inesperado giro en el laberinto judicial brit¨¢nico.
El mundo contra ¨¦l
Luc¨ªa Iriart de Pinochet quiso y consigui¨® ayer proyectar la imagen de una viudez inminente. Pobre familia Pinochet. El pilar de la familia en una cl¨ªnica de Londres. El mundo entero, incluyendo sus anfitriones brit¨¢nicos, contra ¨¦l. Su compa?era, agobiada, con una tristeza que su traje negro de dos piezas, surcado por seis grandes botones de bronce que recuerdan los uniformes de almirantes, subrayaba deliberadamente la intenci¨®n de tragedia, de luto.No hubo oportunidad de hacerle preguntas. ?C¨®mo se encuentra el senador vitalicio? ?Sabe que, como van las cosas, uno de estos d¨ªas llegar¨¢ en una ambulancia hasta el peque?o aeropuerto de Brize Norton, donde est¨¢ aparcado un Gulfstream Jet II que la fuerza a¨¦rea ha enviado para recogerlo y llevarlo a Santiago en lo que se perfila como su ¨²ltimo viaje? ?Es cierto que ha ca¨ªdo en el gran pozo de la depresi¨®n? Eran ¨¦sos s¨®lo algunos de los misterios que quedaban sin respuesta; que ni Sherlock Holmes podr¨ªa haber resuelto en la fugaz aparici¨®n de do?a Luc¨ªa ante periodistas que quer¨ªan hablarle de los desaparecidos. Do?a Luc¨ªa dijo s¨®lo lo que quer¨ªa decir y luego, levant¨¢ndose de la silla con un toque de aparatosidad, desapareci¨® de la sala para refugiarse, flanqueda de guardaespaldas cariacontecidos, en una de las suites del Sherlock Holmes Hotel.
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