400 kil¨®metros de fuerza destructora en movimiento
El hurac¨¢n Mitch ha azotado sin piedad a Honduras durante casi una semana. Entr¨® por el Caribe al pa¨ªs y lo cruz¨® de noreste a suroeste arrasando con todo lo que encontr¨® a su paso. Con un di¨¢metro superior a los 400 kil¨®metros, avanz¨® a una media de 15 kil¨®metros por hora y abarc¨® tambi¨¦n, con sus anchas dimensiones, el territorio nicarag¨¹ense. M¨¢s tarde penetr¨® en Salvador y subi¨® hacia Guatemala, camino de M¨¦xico.El ¨²ltimo pron¨®stico del Centro Nacional de Huracanes, con sede en Miami, era que el devastador hurac¨¢n, que ha dejado un rastro de muerte, se encaminaba hacia el golfo de M¨¦xico. Pero en Centroam¨¦rica nadie conf¨ªa en las predicciones sobre el rumbo que se le marque a Mitch, y es que este fen¨®meno meteorol¨®gico, considerado como uno de los m¨¢s devastadores del siglo, ha despistado demasiadas veces a los expertos.
Mitch naci¨® como onda tropical frente a las costas caribe?as de Colombia. El 21 de octubre se transform¨® en una depresi¨®n. Un d¨ªa despu¨¦s ya era tormenta. Y sin mucha dilaci¨®n, tras empaparse de las c¨¢lidas aguas de la zona, se convirti¨® en hurac¨¢n el s¨¢bado 24 de octubre.
Se form¨® de manera r¨¢pida e inesperada, pero avanz¨® de manera lenta y pausadamente perdon¨® a Jamaica primero, y despu¨¦s a Cuba y Yucat¨¢n, todo seg¨²n la trayectoria prevista de los metere¨®logos. Pero en lugar de dirigirse al noroeste, avanz¨® directamente al oeste. Se acerc¨® a 600 kil¨®metros al este de Nicaragua, y se detuvo. Como si se hubiera parado a tomar aire, subi¨® hacia el norte y, al llegar frente a la costa caribe?a de Honduras, gir¨® hacia el continente.
Mitch lleg¨® a tener vientos sostenidos de 285 kil¨®metros por hora (categor¨ªa 5, la m¨¢xima, de la escala Saffir-Simpson) mientras se mov¨ªa por las aguas del Caribe, todav¨ªa lejos de tierra firme. Al llegar a Honduras pas¨® a categor¨ªa 3, con vientos entre los 178 y los 209 kil¨®metros por hora. Lo suficiente como para arrasar con el para¨ªso tur¨ªstico de Islas de la Bah¨ªa. Desde el martes, los datos tr¨¢gicos de su paso han ido cayendo como losas sobre los pa¨ªses de Centroam¨¦rica, y de toda Am¨¦rica Latina, m¨¢s castigados por la pobreza y la violencia.
Honduras es el pa¨ªs m¨¢s afectado, pero la estela de muerte y destrucci¨®n que ha dejado Mitch en Nicaragua, el segundo pa¨ªs m¨¢s pobre de Latinoam¨¦rica, despu¨¦s de Hait¨ª, con una renta per c¨¢pita cuatro veces inferior a la de sus vecinos centroamericanos, deja a esta naci¨®n en una situaci¨®n desastrosa. La ¨²ltima cosecha del a?o se ha perdido en casi un 100%, al igual que en Honduras. Y a¨²n as¨ª ha habido suerte, ya que la primera cosecha fue excelente.
Miles de personas han perdido sus casitas (por buscar una palabra m¨¢s acertada que hogares). En los refugios y albergues improvisados -escuelas, iglesias...- se puede ver a la gente que llega a buscar refugio acarreando sus pocas pertenencias a la cabeza: sacos con ropa, y las placas de zinc que, pocas horas antes, serv¨ªan de tejado para sus viviendas de cart¨®n y madera.
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