"El 'caso Lewinsky' es una falsificaci¨®n de las ¨¦lites"
Pregunta. Uno de sus maestros, el ling¨¹ista alem¨¢n del siglo XVIII Wilhelm von Humboldt, est¨¢ de rara actualidad en Espa?a...Respuesta. ?Vaya!, est¨¢ bien. ?Y por qu¨¦?
P. Algunos de los nacionalistas peninsulares que identifican la lengua con la identidad citan a menudo una de sus tesis m¨¢s populares: la de que una determinada lengua produce una determinada visi¨®n del mundo, una Weltanschauung intransferible.
R. Humbdolt es una figura mucho m¨¢s compleja de lo que pueda parecer. ?l defiende que hay una forma fija, com¨²n para todas las lenguas, lo que en cierta manera supone lo contrario de lo que superficialmente se le atribuye. Han interpretado a Humboldt como un relativista antropol¨®gico, pero ¨¦ste no es su punto de vista. ?l es un hombre de la Ilustraci¨®n y estaba tan interesado en las propiedades universales de las lenguas, en estudiar la forma fija que subyace en todas ellas, como en la variedad.
P. En cualquier caso, ?qu¨¦ opina sobre la identificaci¨®n entre lengua e identidad?
R. Lo primero que opino es que no es una cuesti¨®n ling¨¹¨ªstica.
P. ?Y m¨¢s adelante?
R. Le pondr¨¦ el ejemplo de China. All¨ª hablan muchas variedades del chino, muchas lenguas diferentes. Y sin embargo, aunque en algunas partes no se entiendan entre ellos se siguen identificando como personas chinas por la historia, por el poder com¨²n. Lo que da la identidad es la estabilidad hist¨®rica, la estabilidad del poder, la estabilidad de lo que ha pasado en el pa¨ªs.
P. ?Y en Europa?
R. La historia de las lenguas es muy reciente en Europa. S¨®lo ha sido en los ¨²ltimos a?os cuando los pa¨ªses europeos se han identificado con las lenguas. Esta identificaci¨®n es en gran parte m¨ªtica. Y en su origen suele haber alguna raz¨®n violenta. No me refiero a guerras estrictamente, sino a cualquier forma de violencia cultural. Las lenguas forman parte de los sistemas de poder y de control de un Estado. Si usted viaja de Francia a Italia o de Holanda a Alemania, la transici¨®n de lo que se habla en un pa¨ªs a otro es gradual. Es el poder pol¨ªtico el que establece la frontera.
P. En el mundo hispano, se suele criticar la presencia casi abrasiva del ingl¨¦s. ?Pero habr¨ªa otra forma de ver esa circunstancia, de ver la lengua inglesa como una posibilidad de libertad, de emancipaci¨®n para peque?as comunidades que de otro modo no participar¨ªan en el gran fest¨ªn medi¨¢tico?
R. Yo me figuro que a un catal¨¢n que utiliza el espa?ol se le abre un horizonte cultural mucho m¨¢s amplio, al que de otra forma no podr¨ªa acceder. Pero esto tambi¨¦n significa que su individualidad cultural se pone en peligro. En alguna visita a Barcelona he visto como la gente bailaba sardanas. Qu¨¦ duda cabe que ¨¦ste es un rasgo de especificidad cultural. Pero esto es muy distinto de sentarse ante el ordenador, conectarse a Internet y empezar a trabajar en ingl¨¦s. Hay una contradicci¨®n evidente: a trav¨¦s de Internet se te abren muchas puertas, pero el peligro de desaparici¨®n de tu singularidad cultural es real, evidente. Esta tensi¨®n entre lo singular y lo colectivo se est¨¢ produciendo en Europa de una manera que a menudo es dram¨¢tica. Europa est¨¢ en un proceso de centralizaci¨®n pol¨ªtica y econ¨®mica, pero al mismo tiempo crecen las reacciones de fomento de lo regional, de lo propio.
P. ?Y qu¨¦ hacer con este conflicto: acostumbrarse a ¨¦l, resolverlo?
R. Cada uno debe decidir por s¨ª mismo. En cualquier caso, ni las lenguas ni los otros datos de la realidad de cada pa¨ªs o de cada cultura van a suponer un grave problema. La gente es muy adaptable.
P. Hablaba usted de Internet. Otro debate: ?supone o no una revoluci¨®n en el conocimiento?
R. Hay que distinguir: Internet proporciona un acceso a la informaci¨®n, pero la informaci¨®n no es conocimiento. La falta de informaci¨®n no es el problema de la poblaci¨®n intelectualmente subdesarrollada. El problema es la falta de entendimiento. Yo tengo un amigo, premio Nobel, que cuando daba clases inventaba los hechos. Transmit¨ªa a los estudiantes los principios y el trabajo de los estudiantes consist¨ªa en comprobar si los hechos que hab¨ªa relatado se ajustaban a esos principios. Lo importante son los principios.
P. Pero m¨¢s all¨¢ de la distinci¨®n entre informaci¨®n y conocimiento, ?usted cree que Internet va a introducir cambios sustanciales en nuestra capacidad de percibir, de representarnos el mundo?
R. En la historia del arte hay un momento en que se empiezan a enmarcar las pinturas y se deja, en consecuencia, de pintar las paredes. Est¨¢ claro que esto supuso un cambio trascendental en nuestra manera de representarnos el mundo. Aparecieron conceptos nuevos o que se observaron bajo una luz nueva, como la simetr¨ªa y el l¨ªmite. La aplicaci¨®n de cualquier tecnolog¨ªa produce cambios de importancia en la representaci¨®n del mundo y por lo tanto tambi¨¦n en nuestra creatividad. Internet es un fen¨®meno ambivalente: puede servir para el bien y para el mal.
P. Sucede con todo lo importante.
R. S¨ª, claro. Se dice, por ejemplo, que aumenta la comunicaci¨®n entre las personas. ?Pero qu¨¦ tipo de comunicaci¨®n? Desde luego se trata de una comunicaci¨®n muy superficial.
P. Pero donde antes tal vez exist¨ªa el silencio.
R. Lo que los j¨®venes tienen que aprender es a relacionarse con los dem¨¢s como seres humanos. Esto implica estar cara a cara con la gente. Cara a cara: ?es muy importante! No somos marcianos. Cuando los j¨®venes se cuelgan de Internet est¨¢n participando en mundos imaginarios, donde se relacionan con gente imaginaria. Internet es peligroso, especialmente para los adolescentes, porque crea la ilusi¨®n de que se est¨¢ en contacto con la gente. Pero en realidad uno est¨¢ completamente aislado. Los adolescentes tienen m¨¢s contacto con personas virtuales que con personas reales y esto es un grave riesgo.
P. La distribuci¨®n por Internet y las televisiones del caso Lewinsky ha dado una visi¨®n in¨¦dita de la democracia americana. Desde Europa se ha interpretado como un ¨¦xtasis de la transparencia.
R. Es todo lo contrario. Se trata de un peque?o asunto, comparado con los grandes cr¨ªmenes de Clinton. ?Usted se imagina lo que habr¨ªa pasado si alg¨²n grupo terrorista hubiera aplicado a Estados Unidos la misma l¨®gica que Clinton ha aplicado a Sud¨¢n. El asunto Lewinsky es tan m¨ªnimo, tan m¨ªnimo... Y esto es lo que piensa exactamente la gente: que es m¨ªnimo y que no le importa.
P. Para no importarles...
R. Le importa a la ¨¦lite pol¨ªtica o period¨ªstica. Es verdad que el asunto ha sido objeto de muchos comentarios entre los miembros de esta ¨¦lite. Pero cuando los pol¨ªticos, estos ¨²ltimos d¨ªas, han tenido que ir a pedir el voto a sus electores, no les han hablado del caso, porque saben que no forma parte de los intereses generales. Los pol¨ªticos pueden excitarse con el asunto y pas¨¢rselo muy bien. Pero a la hora de la verdad, se acab¨® el caso Lewinsky. Los que forman parte de la ¨¦lite son, de alguna manera, intelectuales o aspiran a entrar en el gremio. Y no est¨¢ bien visto que los intelectuales consuman pornograf¨ªa. Este asunto les ha permitido consumirla en grandes dosis, gratis y de una manera decente.
P. Me gustar¨ªa insistir en el asunto de la transparencia. El p¨²blico ha tenido la impresi¨®n de que cualquiera pod¨ªa llegar hasta el propio v¨¦rtice de los pantalones del presidente. ?No se ha cumplido el sue?o americano?
R. Ja, ja, as¨ª ser¨ªa si se hubiera tratado de algo relevante. El caso Lewinsky es una falsificaci¨®n de las ¨¦lites. Es una fabulaci¨®n, un cuento para que la gente deje de preocuparse de otras cosas. Es la misma falsificaci¨®n que se comete con el estado de la econom¨ªa. The New York Times dice que el estado de la econom¨ªa norteamericana es excepcional, sin precedentes. Pero esto es s¨®lo cierto para un 10% de la poblaci¨®n. El resto est¨¢ luchando por mantener su salario y el nivel de vida que ten¨ªa hace 20 a?os.
P. En cualquier caso los supuestos mecanismos hipn¨®ticos del poder contempor¨¢neo son cada vez m¨¢s espectaculares.
R. Bueno, bueno, los romanos s¨ª que eran espectaculares.
Babelia
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