ETA vive bajo la psicosis de estar infiltrada desde que descubri¨® un "topo" cerca de su direcci¨®n

La direcci¨®n actual de ETA ha vivido una preocupaci¨®n constante por la seguridad y el miedo a tener la organizaci¨®n infiltrada desde que, en marzo de 1995, descubri¨® que un militar, presumiblemente miembro del Cesid, hab¨ªa llegado muy cerca del comit¨¦ ejecutivo como ayudante del responsable del aparato pol¨ªtico, Mikel Albisu, Antza, para el que hac¨ªa de ch¨®fer en los m¨²ltiples desplazamientos que ¨¦ste realizaba por el territorio franc¨¦s. El topo Joseph Anido se hab¨ªa infiltrado en ETA en 1989 a trav¨¦s de los c¨ªrculos antimilitaristas de Bayona. Logr¨® escapar tras ser descubierto.

La c¨²pula de ETA ha vivido bajo el s¨ªndrome de la infiltraci¨®n de los servicios de inteligencia policiales y militares en sus filas desde que en el mes de marzo de 1995 descubri¨® que un topo hab¨ªa llegado muy cerca de su direcci¨®n. Fue en la minuciosa investigaci¨®n interna que realiz¨® para conocer c¨®mo hab¨ªa podido saber la Guardia Civil el paradero de F¨¦lix Alberto L¨®pez de la Calle, Mobutu, entonces jefe de los comandos ilegales (fichados por la polic¨ªa), y que fue detenido en la reuni¨®n que celebr¨® en noviembre de 1994 con sus ayudantes en la localidad francesa de Toulon.Joseph Anido, el infiltrado que trabaj¨® para los servicios espa?oles hasta que fue descubierto por la organizaci¨®n terrorista, gozaba de la confianza de algunos de los m¨¢ximos jefes etarras, conoc¨ªa sus movimientos porque los compart¨ªa y hab¨ªa podido almacenar numerosos datos y direcciones sobre la infraestructura que utilizaban en Francia, incluso sobre sus planes y contactos con los comandos de este lado de la frontera.

Ch¨®fer de "Antza"

Lleg¨® a acompa?ar a Mikel Albisu, Antza, para el que hizo de ch¨®fer en los constantes desplazamientos que el jefe pol¨ªtico de ETA realizaba por todo el territorio franc¨¦s. Esto permiti¨® a los servicios de seguridad conocer que uno de los h¨¢bitos de la c¨²pula etarra era el de moverse constantemente en coche.Joseph Anido, hoy desaparecido del mapa, escap¨® de milagro a la venganza de los etarras. Estos descubrieron su condici¨®n de militar por culpa de un descuido de sus padres, que viv¨ªan en la ciudad francesa de Estrasburgo. En una imprevista visita que un etarra, compa?ero de su hijo, les hizo en su residencia, dejaron a su alcance un ¨¢lbum de fotos familiares donde ¨¦ste le descubri¨® vestido con un uniforme reglamentario del Ej¨¦rcito espa?ol. El etarra huy¨® de la casa con su hallazgo y sin despedirse, y su precipitaci¨®n fue lo que alert¨® a los padres del topo, que tuvieron el tiempo justo de pasar el aviso a su hijo para que se pusiera a salvo.

"Anido era un buen militante", titulaba el diario Egin la cr¨®nica sobre el infiltrado que la v¨ªspera, el 24 de mayo de 1995, ETA hab¨ªa desvelado en un comunicado. "Quienes le conocieron en Bayona, estupefactos ante la revelaci¨®n de ETA", a?ad¨ªa otro titular del peri¨®dico, que recog¨ªa testimonios recopilados en los c¨ªrculos de refugiados. Y situaba una de sus primeras apariciones "en una marcha antimilitarista en Iparralde (Pa¨ªs Vasco franc¨¦s) en 1991, en la que se present¨® como "desertor del Ej¨¦rcito espa?ol".

Seg¨²n la descripci¨®n del peri¨®dico, Joseph Anido hablaba un franc¨¦s muy correcto, nunca ocult¨® sus or¨ªgenes gallegos y estaba aprendiendo euskera en AEK, si bien su profesor recordaba que "se ausentaba muchas veces aduciendo que ten¨ªa que ver a sus padres".

Para quienes le conocieron en los c¨ªrculos de refugiados de la regi¨®n vascofrancesa en los primeros a?os noventa, Anido era "un buen militante, siempre dispuesto a asumir cargos o quedarse para fregar el local. Eso s¨ª, si tuvo algunas responsabilidades es porque la gente se quedaba contenta de echarle el marr¨®n", a?ad¨ªan.

Su descubrimiento, que fue hecho p¨²blico a trav¨¦s de un comunicado, caus¨® en ETA un impacto profundo. Desde el episodio de El Lobo, ocurrido en los a?os 70 y que se llev¨® por delante la estructura que la banda hab¨ªa establecido en Madrid y Barcelona, adem¨¢s de costar la vida a uno de sus miembros, en esta organizaci¨®n no se hab¨ªa vuelto a tener conciencia de que hubieran logrado penetrarla tan profundamente. En este caso se trataba, adem¨¢s de un aut¨¦ntico militar, entrenado para la labor de infiltrarse en ETA, no de un militante pasado al enemigo, como ocurri¨® tambi¨¦n con el miembro de la Mesa Nacional de Herri Batasuna Joseba Urquijo, Kinito, confidente del subcomisario Jos¨¦ Amedo durante varios a?os hasta su descubrimiento en 1989.

El miedo obsesivo a estar infiltrados surgido en la direcci¨®n etarra desde el descubrimiento de Anido no ha disminuido desde entonces y se ha reproducido cada vez que un importante dirigente ca¨ªa en manos de la polic¨ªa francesa. Incluso se increment¨® tras la detenci¨®n de Juli¨¢n Atxurra Egurola, Pototo, jefe del aparato log¨ªstico de la banda, en julio de 1996, y los sucesivos arrestos registrados desde entonces.

[Los m¨¢ximos responsables policiales de Espa?a y Francia se reunir¨¢n ma?ana en Segovia para revisar la situaci¨®n de ETA y la marcha de la lucha antiterrorista y de la colaboraci¨®n bilateral en materia de seguridad, seg¨²n fuentes oficiales que cita la agencia Vasco Press. La reuni¨®n forma parte de los seminarios bilaterales que cada seis meses celebran los m¨¢ximos responsables de los diferentes servicios policiales espa?oles y franceses].