Cristales para la disuasi¨®n
Las pantallas "antisuicidios" instaladas sobre el Viaducto, recibidas con frialdad por el vecindario
Los primeros grafitos y letreros escritos a mano sobre las mamparas instaladas por el Ayuntamiento en el Viaducto de la calle de Bail¨¦n han sido borrados. Las lunetas transparentes se inauguraron solas la pasada semana. Ninguna autoridad municipal quiso atribuirse el evento inaugural. La obra, que ha creado un parapeto acristalado transparente en ambas aceras de la calle de Bail¨¦n, ha sido realizada por la constructora Ortiz, contratada por la Concejal¨ªa de Obras e Infraestructuras del Ayuntamiento de Madrid, que dirige el edil Enrique Villoria."Era imposible no hacer nada", dice el concejal, "ante las demandas reiteradas del vecindario para que actu¨¢ramos, a consecuencia del elevado n¨²mero de suicidios all¨ª consumados. Por eso hemos estudiado el asunto y hemos decidido aplicar, de manera razonable, una soluci¨®n disuasoria", comenta Villoria y agrega: "Asumo la responsabilidad moral de esta obra, aunque s¨¦ que acarrear¨¢ cr¨ªticas".
Un centenar y medio de mamparas transparentes de vidrio, de 1,90 metros de altura por 2,97 de longitud, suavemente oscurecidas y tratadas con un componente que les otorga elasticidad ante los impactos, configura el artificio. Abrazaderas met¨¢licas unen de dos en dos las cristaleras -entre ambas apenas cabe un dedo pulgar-, que distan del suelo unos 20 cent¨ªmetros, lo cual eleva el parapeto hasta los 2,10 metros.
El prop¨®sito que persigue con ellas el Ayuntamiento de Madrid es el de impedir que el puente madrile?o, de m¨¢s de cuarenta metros de altura, contin¨²e sirviendo de "mortal referencia" a quienes intentan quitarse la vida desde su prominente elevaci¨®n, asegura Carlos L¨®pez Collado, concejal de Seguridad Ciudadana y Bomberos. "Esta medida no persigue entrometerse en la vida privada de nadie", precisa, "sino m¨¢s bien pretende separar la asociaci¨®n que la persona suele hacer con esas tendencias entre esa intenci¨®n suya y la informaci¨®n sobre una referencia eficaz para consumar su prop¨®sito. El Viaducto ha sido mortalmente eficaz", explica L¨®pez Collado. "Se trata, pues, de desproveerle de esa condici¨®n tr¨¢gica y transformarlo en una referencia madrile?a sin adjetivos".
Estos sucesos suelen aumentar su frecuencia en oto?o y en primavera, seg¨²n aseguran los vecinos del barrio, algunos de los cuales, sin embargo, han acogido con frialdad la instalaci¨®n de pantallas. Es el caso de Asunci¨®n del Valle, vecina de la calle de la Morer¨ªa: "Las mamparas van a ser in¨²tiles, porque la verdadera disuasi¨®n s¨®lo se producir¨ªa si colocaran sobre la verja exterior un recrecimiento como el que existi¨® aqu¨ª mismo desde 1935", cuenta. "Tanto hablar del Madrid de los Austrias y del tipismo del barrio, ?pues que lo respeten, y en vez de estas feas mamparas, que ampl¨ªen la verja y la rematen en forma de lanza, como la que acaban de instalar en la catedral de la Almudena!", dice con enojo, mientras muestra los remates del templo contiguo.
La mayor parte de los vecinos consultados subrayan los peligros derivados de los treinta cent¨ªmetros, aproximadamente, que alcanza el nuevo bordillo en el centro del Viaducto. Ni?os y ancianos podr¨ªan verse afectados en caso de ca¨ªdas. "La calzada presentaba ondulaciones y las conducciones internas estaban muy da?adas" explica Enrique Villoria para justificar el alzado.
Otras vecinas que cruzan el puente se inclinan primero y luego se distancian de las lunetas para observarlas. "Pod¨ªan haberlas acercado m¨¢s a la verja", dicen, "porque ahora no se ve nada de la calle de abajo. Se han cargado la bonita vista que se divisaba desde aqu¨ª", se?alan.
Para Estanislao Vila, camarero de una tasca cercana al puente de la calle de Bail¨¦n, que vive abajo, en la calle de Segovia, sobre la que el Viaducto cruza, "las mamparas me permitir¨¢n al menos pasar bajo el puente sin la angustia de saber que puede caerme alguien encima".
Magistrado y psiquiatra
Para el magistrado Perfecto Andr¨¦s Ib¨¢?ez, "quiz¨¢ en esta decisi¨®n municipal se ha tenido en cuenta el riesgo grave para terceros que el suicidio desde el Viaducto implica". Y a?ade: "Existe un derecho a disponer de la propia vida, y en todo caso, no existe casi nada para evitar que se disponga de ella. Aunque, tal vez as¨ª, las autoridades municipales creen impedir que se produzcan nuevos sucesos".Por su parte, el psiquiatra y psicoanalista Carlos Castilla del Pino dice al respecto: "He visto las mamparas y me parece que los prop¨®sitos del aut¨¦ntico suicida no se obstaculizan de esa manera; hay otros procedimientos, y, si se tratara de obstaculizar tambi¨¦n ¨¦stos, la tarea ser¨ªa tan imposible como arar en el mar". El psiquiatra cordob¨¦s agrega: "Los m¨®viles del suicida son m¨²ltiples, algunos vindicativos, otros de exaltaci¨®n de su identidad, pensando en lo imperecedero del recuerdo; hay muchos m¨¢s, como estudi¨® el soci¨®logo ?mile Durkheim. En s¨ªntesis", concluye, "las pantallas me parecen una ridiculez".
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