Condenados a 14 a?os los etarras que secuestraron al industrial Iglesias Zamora

Los etarras Javier Ugarte, Jes¨²s Mar¨ªa Uribecheverr¨ªa, Jos¨¦ Miguel Gaztelu y Jos¨¦ Luis Er¨®stegui, miembros del comando Gohierri de ETA, fueron condenados ayer a 14 a?os, ocho meses y un d¨ªa de prisi¨®n, cada uno, por su participaci¨®n en el secuestro durante 116 d¨ªas -se inici¨® el 5 de junio de 1993- del industrial guipuzcoano Julio Iglesias Zamora. La Audiencia Nacional ha apreciado la existencia de las agravantes de ensa?amiento, alevos¨ªa y disfraz.

Javier Ugarte, Jes¨²s Mar¨ªa Uribecheverr¨ªa, Jos¨¦ Miguel Gaztelu y Jos¨¦ Luis Er¨®stegui ya fueron condenados el pasado 29 de junio a penas de 32 a?os de c¨¢rcel, cada uno, por el secuestro del funcionario de prisiones Jos¨¦ Antonio Ortega Lara. La pena impuesta en aquel caso fue superior porque el tribunal apreci¨®, adem¨¢s del secuestro con ensa?amiento, el delito de asesinato alevoso en grado de conspiraci¨®n, ya que los etarras pensaron en dejar morir de hambre al funcionario y militante del PP.A Julio Iglesias Zamora el tribunal le concede una indemnizaci¨®n de cinco millones de pesetas por los da?os materiales y morales padecidos. Sin embargo, la sentencia, hecha p¨²blica ayer, no recoge indemnizaci¨®n alguna por el pago del rescate debido a que ni el secuestrado ni su t¨ªo, ?ngel Iglesias, reconocieron haberlo pagado. La Asociaci¨®n de V¨ªctimas del Terrorismo (AVT) hab¨ªa reclamado, no obstante, una de 200 millones de pesetas que no ha sido aceptada.

En el fallo se precisa: "No ha lugar a incluir el importe del pago del rescate como ha sido solicitado por la acusaci¨®n p¨²blica al no constar acreditado su importe. Ni tampoco a declarar indemnizaci¨®n alguna por los perjuicios econ¨®micos sufridos por la empresa en la que trabajaba la v¨ªctima, pues no constan en modo alguno acreditadas las bases para proceder a la estimaci¨®n de dichos perjuicios".

Un taller de tapadera

La sentencia describe c¨®mo Ugarte, Uribecheverr¨ªa, Gaztelu y Er¨®stegui construyeron un habit¨¢culo en una nave industrial alquilada en Mondrag¨®n (Guip¨²zcoa). All¨ª, con un supuesto taller de construcci¨®n de piezas y herramientas met¨¢licas como tapadera, usaron el zulo para encerrar a sus secuestrados.Siguiendo instrucciones de la direcci¨®n de ETA -en el texto de la sentencia no se precisa, pero se sabe que el dirigente que las dio fue Jos¨¦ Javier Arizkuren, Kantauri-, los cuatro vigilaron a ?ngel Iglesias, propietario de la empresa Ikusi, que se hab¨ªa negado a pagar el denominado impuesto revolucionario, pero tuvieron que descartar su secuestro ante la dificultad de efectuarlo.

Los terroristas decidieron entonces hacer cautivo a Julio Iglesias, sobrino de ?ngel, que trabajaba en su empresa. Tras varias vigilancias y puestos en contacto por tel¨¦fono m¨®vil, le esperaron en el garaje de su domicilio y, tras drogarle, lo trasladaron, primero en el maletero de su coche y luego en un cami¨®n dentro de una m¨¢quina que ten¨ªa un hueco para introducir personas, hasta el lugar de su cautiverio.

Iglesias Zamora permaneci¨® 116 d¨ªas en condiciones inhumanas en el mismo zulo que luego fue ocupado por Ortega Lara. Los etarras siempre aparecieron encapuchados ante ¨¦l, tanto para darle la comida como para hablar.

Finalmente, los terroristas recibieron, a trav¨¦s del diario Egin, las instrucciones de la direcci¨®n de ETA para liberarle, una vez que ya se hab¨ªa negociado el pago del rescate. Iglesias fue dejado libre en el alto de Arrate (Guip¨²zcoa) el 29 de octubre de 1993.

El tribunal admite la existencia de la agravante de ensa?amiento, pues "el relato de la v¨ªctima pone de relieve unos factores de padecimiento innecesarios desde la perspectiva de la privaci¨®n de libertad".

Tambi¨¦n se estima la de alevos¨ªa, puesto que Iglesias no tuvo ninguna posibilidad de defensa debido al acecho o a la emboscada sufrida en el momento de ser secuestrado.

Igualmente se refleja la de disfraz, cualquier medio material usado por una persona para ocultar o desfigurar su rostro con entidad bastante como para que sea muy dif¨ªcil su identificaci¨®n.