Los republicanos anuncian un r¨¢pido final del "caso Lewinsky"
Los republicanos, muy escocidos por su pinchazo en hueso en los comicios del martes, quieren cerrar antes de final de a?o el caso Lewinsky que tan pocos beneficios electorales les ha aportado. Henry Hyde, presidente del comit¨¦ de Asuntos Judiciales de la C¨¢mara de Representantes, anunci¨® ayer que habr¨¢ reuni¨®n el d¨ªa 19 con un ¨²nico testigo, el fiscal especial Kenneth Starr. Entre tanto, ha comenzado a fraguarse en el Partido Republicano una rebeli¨®n contra Newt Gingrich, considerado el responsable del retroceso conservador.
Tantas ganas tienen ahora los republicanos de liquidar sin mayores consecuencias el proceso de impeachment de Clinton que Starr ser¨¢ el ¨²nico testigo que comparecer¨¢ en las pr¨®ximas semanas ante el comit¨¦ de Asuntos Judiciales, adem¨¢s de un jurista neutral especializado en cuestiones de mentira bajo juramento, aunque no se descarta el testimonio de otros testigos. Hyde quiere terminar el asunto antes de final de a?o. Ayer, en rueda de prensa, neg¨® que el resultado electoral haya tenido influencia en esas decisiones.El fiscal especial Starr se convertir¨¢, de acusador en acusado. Los dem¨®cratas del comit¨¦ no se privar¨¢n de someterle a un interrogatorio inquisitorial sobre sus motivos y sus m¨¦todos en el caso Lewinsky.
El pasado mes, la mayor¨ªa republicana en la C¨¢mara de Representantes, con el apoyo de una treintena de congresistas dem¨®cratas, decidi¨® en sesi¨®n plenaria comenzar el proceso de impeachment de Clinton por los presuntos delitos de perjurio, coacci¨®n de testigos y obstrucci¨®n a la justicia, cometidos al negar sus relaciones sexuales en el Despacho Oval con la becaria Monica Lewinsky. Los republicanos esperaban que las elecciones del martes fueran todo un refer¨¦ndum indirecto que aprobara su pol¨ªtica de procesamiento del presidente dem¨®crata. Esperaban ampliar su mayor¨ªa y poder rematar la faena con su destituci¨®n. No fue as¨ª. Los conservadores mantuvieron sus posiciones en el Senado y perdieron cinco esca?os en la C¨¢mara de Representantes. Su decepci¨®n es enorme.
En circunstancias normales, el partido contrario al titular de la Casa Blanca obtiene un avance en estas elecciones de mitad de mandato presidencial. Y con un Clinton bombardeado durante meses por el caso Lewinsky ese avance deber¨ªa haber sido espectacular.
La culpa la tiene Gingrich, dicen numerosos republicanos. Reprochan a su l¨ªder haberse obcecado en el caso Lewinksy, dejando de lado la presentaci¨®n positiva de las propuestas republicanas para mejorar la vida de los ciudadanos.
"Va a haber grandes cambios en nuestro partido, todos los sectores lo quieren", dijo ayer Christopher Shays, congresista por Connecticut. Su colega Joe Scarborough, de Florida, declar¨®: "Necesitamos tener algo m¨¢s que varones blancos del sur liderando el Partido Republicano en Washington. Necesitamos tambi¨¦n un programa y un calendario".
La revoluci¨®n conservadora de Gingrich ha reducido la base republicana a los varones de derechas de la clase media. Asustados por su extremismo, las mujeres y las comunidades hispana y negra acudieron el martes en socorro de los dem¨®cratas.
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