Arias-Salgado se estrella en Madrid
El ministro de Fomento remata dos a?os de continuos cambios en la c¨²pula aeroportuaria con la destituci¨®n por sorpresa del director de Barajas
Rafael Arias-Salgado, ministro de Fomento, tiene un grave problema en el aeropuerto de Madrid-Barajas. Por m¨¢s cargos que destituye, sustituye, relega, despide o nombra, el primer aer¨®dromo de Espa?a sigue fallando. Desde que Arias-Salgado aterriz¨® en el ministerio, en mayo de 1996, ya ha utilizado dos directores generales de Aeropuertos Espa?oles y Navegaci¨®n A¨¦rea (AENA) y en el organismo no se descarta que eche mano de un tercero, ha puesto dos gestores del Plan Barajas (el ambicioso proyecto de ampliaci¨®n de las instalaciones) y ha nombrado dos secretarios de Estado para las Infraestructuras. Para rematar esta pol¨ªtica de cambios permanentes en la c¨²pula aeroportuaria, el ministro sorprendi¨®, el pasado jueves, con la destituci¨®n del director de Barajas, Jos¨¦ Sedano, nombrado en agosto de 1996. Arias-Salgado comunic¨® el despido a los periodistas el mismo d¨ªa que su departamento intentaba promocionar los ¨¦xitos de la tercera pista, la infraestructura que, seg¨²n los expertos, acabar¨¢ durante los pr¨®ximos 10 a?os con los problemas de congesti¨®n que sufre Barajas.Para colmo de males, los t¨¦cnicos escogidos por Fomento para modernizar Barajas han elegido lugares inviables para las nuevas infraestructuras (como la terminal que dar¨¢ servicio a la nueva pista, a¨²n sin adjudicar) y el ministro se ha visto obligado a modificarlas a toda prisa, a golpe de talonario (casi 5.000 millones cost¨® mover el nuevo edificio para viajeros unos cientos de metros para evitar un peligro potencial por la proximidad del final de una de las pistas).
Todos estos problemas afectan a millones de pasajeros que sufren las incomodidades del viejo aeropuerto, pierden sus maletas por una inadecuada gesti¨®n o conocen a fondo la paciencia esperando a que su vuelo, retrasado por razones operativas o t¨¦cnicas, despegue de una vez.
Por si fueran pocos inconvenientes, el ministro de Fomento soport¨®, siete meses despu¨¦s de tomar posesi¨®n del cargo, el cierre durante cinco horas de Barajas por un desgraciado accidente que ocasion¨® un incendio considerable, que se pudo sofocar tras un apag¨®n general en las instalaciones.
Lesa patria
Arias-Salgado est¨¢ convencido de que la culpa de todo lo que le ocurre en Barajas tiene un nombre: Jos¨¦ Borrell, ex ministro de Obras P¨²blicas del anterior Gobierno socialista. Por eso, el pasado mes de julio, durante una comparecencia en el Congreso, Arias-Salgado acus¨® a Borrell de haber cometido un delito de "lesa patria" por no haber desarrollado a tiempo el plan de ampliaci¨®n del aeropuerto. "Los ciudadanos tienen derecho a saber la herencia que [Borrell] nos dej¨®", apunt¨® el ministro. El Grupo Socialista pidi¨® entonces su dimisi¨®n "antes de que le echen".El Plan Barajas, una inversi¨®n de 165.000 millones de pesetas, es la respuesta de la Administraci¨®n al colapso que sufre el aer¨®dromo desde el comienzo de los a?os noventa. Con un incremento anual medio de viajeros del 5%, las actuales instalaciones resultan insuficientes para atender a los 42 millones de pasajeros que se esperan para el a?o 2012. En 1990, s¨®lo recorr¨ªan los pasillos de Barajas 16 millones de usuarios; este a?o ser¨¢n 22 millones.
El Plan Barajas se soporta sobre cuatro pilares:
- La construcci¨®n de la tercera pista.
- Una terminal para darle servicio
- Un tren el¨¦ctrico que una los diversos diques de pasajeros.
- Dos nuevas carreteras entre Madrid y el aer¨®dromo.
La ejecuci¨®n de esta obra se ha visto azuzada por la pol¨¦mica. Los trabajos de mejora del aer¨®dromo han provocado retrasos generalizados en los vuelos, cientos de cancelaciones y una situaci¨®n de "colapso" generalizado, seg¨²n la propia definici¨®n del ministro. S¨®lo en julio de este a?o, y despu¨¦s de que compa?¨ªas a¨¦reas, pilotos y usuarios denunciasen el "caos", Arias-Salgado reconoci¨® "graves fallos de coordinaci¨®n" propios y de su equipo directivo. Arias-Salgado decidi¨® prescindir de los equipos directivos que hered¨® del PSOE y de muchos de los t¨¦cnicos. Nada m¨¢s llegar al cargo nombr¨® presidente de AENA y director general de Aviaci¨®n Civil a Fernando Pi?a, mientras que Carlos de Andr¨¦s fue convertido en director general del organismo que gestiona todos los aeropuertos de Espa?a. Esta pareja apenas dur¨® hasta septiembre de 1997. Su mandato coincidi¨® con algunas desgracias. Un incendio en Barajas, que hubiera durado una hora si hubieran avisado a los bomberos municipales, seg¨²n asegur¨® el gobierno de Jos¨¦ Mar¨ªa ?lvarez de Manzano, oblig¨® a cerrar el aeropuerto durante cinco horas y cancelar m¨¢s de 200 vuelos.
La ca¨ªda de Pi?a y De Andr¨¦s dej¨® la pista libre a Carlos Medrano, nuevo director general de AENA, y a Luis Felipe de la Torre, director general de Aviaci¨®n Civil. Arias-Salgado tambi¨¦n cambi¨® a Fernando Mosquera como director del Plan Barajas y lo releg¨® a un puesto inferior.
Sin embargo, los problemas continuaban. En febrero de este a?o, AENA descubri¨® con horror que iba a construir la nueva terminal de pasajeros de la tercera pista en la senda de aterrizaje de los aviones. Una aeronave que tuviera problemas para frenar terminar¨ªa empotrada en la futura terminal. Hubo que cambiar de sitio el edificio y moverlo, todav¨ªa en los planos, 338,5 metros hacia el sur para evitar posibles accidentes. El cambio supone un sobrecoste de 5.000 millones.
Adem¨¢s, la nueva terminal elegida, dise?o original de los arquitectos Antonio Lamela y Richard Rogers, increment¨® su coste en un 50% porque AENA decidi¨®, cuando el proyecto se hab¨ªa comenzado, que no era suficientemente grande para las necesidades del aeropuerto. El edificio ya no costar¨ªa 30.000 millones de pesetas, sino 45.000.
En septiembre pasado, Arias-Salgado le mand¨® la carta de despido a su secretario de Estado para las Infraestructuras, Joaqu¨ªn Abril Martorell. Le sustituy¨® Albert Vilalta.
Para complicar m¨¢s la situaci¨®n del aeropuerto, los 14 ayuntamientos que rodean Barajas, excepto Madrid, se rebelaron ante la puesta en marcha de la tercera pista porque las viviendas de sus votantes a¨²n no estaban insonorizadas y, adem¨¢s, eran muy pocas en comparaci¨®n con las que realmente estaban afectadas por el ruido. El plan de aislamiento dise?ado por AENA fue aprobado unas horas antes de la puesta en marcha de la tercera pista por el Ministerio de Medio Ambiente. Isabel Tocino puso adem¨¢s una condici¨®n a su compa?ero de Gobierno para dar su visto bueno definitivo: que volviese a redactarlo antes de seis meses, porque no se fiaba de los estudios sobre el impacto sonoro de la nueva pista por su "escaso rigor".
Fue el ¨²ltimo golpe a una pol¨ªtica ministerial llena de bandazos en la Comunidad de Madrid. Una de las primeras medidas que tom¨® el ministro para desatascar Barajas fue la utilizaci¨®n alternativa de la base militar de Torrej¨®n para peque?os vuelos civiles.
Las compa?¨ªas a¨¦reas rechazaron mayoritariamente esta soluci¨®n a sus problemas y la congesti¨®n sigui¨® aparcada en Barajas.
Tu suscripci¨®n se est¨¢ usando en otro dispositivo
?Quieres a?adir otro usuario a tu suscripci¨®n?
Si contin¨²as leyendo en este dispositivo, no se podr¨¢ leer en el otro.
FlechaTu suscripci¨®n se est¨¢ usando en otro dispositivo y solo puedes acceder a EL PA?S desde un dispositivo a la vez.
Si quieres compartir tu cuenta, cambia tu suscripci¨®n a la modalidad Premium, as¨ª podr¨¢s a?adir otro usuario. Cada uno acceder¨¢ con su propia cuenta de email, lo que os permitir¨¢ personalizar vuestra experiencia en EL PA?S.
En el caso de no saber qui¨¦n est¨¢ usando tu cuenta, te recomendamos cambiar tu contrase?a aqu¨ª.
Si decides continuar compartiendo tu cuenta, este mensaje se mostrar¨¢ en tu dispositivo y en el de la otra persona que est¨¢ usando tu cuenta de forma indefinida, afectando a tu experiencia de lectura. Puedes consultar aqu¨ª los t¨¦rminos y condiciones de la suscripci¨®n digital.