REFORMA LEGISLATIVA A prop¨®sito de la Ley de Publicidad
Juan Luis Cebri¨¢n tiene escrito que "para hacer cambiar la opini¨®n p¨²blica, clave de influencia en todo proceso electoral, se necesita algo m¨¢s que una buena campa?a publicitaria". Los resultados electorales del PSOE en los ¨²ltimos tiempos, pese al vendaval medi¨¢tico que lo intent¨® asfixiar, representan quiz¨¢ un ejemplo hist¨®rico de que las convicciones populares resisten a las orientaciones de los medios de comunicaci¨®n afines a la derecha. Pero partiendo de la afirmaci¨®n de Cebri¨¢n, considero que la mejor garant¨ªa de trasparencia y limpieza democr¨¢tica, para que todo no descanse en el olfato de la sabidur¨ªa de los ciudadanos, es una buena ley de publicidad institucional que delimite las reglas de juego y la igualdad de oportunidades en el periodo electoral. En estos momentos, en Andaluc¨ªa est¨¢ en vigor la Ley 5/1995, de 6 de noviembre, que fue aprobada por los grupos de la oposici¨®n durante el periodo conocido como la pinza. Esta norma contiene verdaderas barbaridades, aut¨¦nticas pasadas, como reconoce ahora el propio Luis Carlos Rej¨®n (IU). La citada ley proh¨ªbe que se realice durante dos meses cualquier tipo de actividad con proyecci¨®n exterior de la Junta de Andaluc¨ªa, las corporaciones locales y las empresas participadas en alguna medida por ¨¦stas. Es decir, convierte en delito los anuncios de los periodos de vacunaci¨®n, cualquier campa?a de prevenci¨®n sanitaria, el anuncio de una epidemia, las informaciones sobre el control de alimentos, ruedas de prensa, la publicitaci¨®n de espect¨¢culos p¨²blicos, o la simple promoci¨®n de coches de Santana Motor, por citar algunos ejemplos. Para dar una soluci¨®n a esta sarta de desprop¨®sitos, que han supuesto un grave da?os para el sector publicitario y una merma del derecho de informaci¨®n de los ciudadanos, el Gobierno andaluz ha aprobado una nueva Ley de Publicidad, que por su contenido se va a convertir en la m¨¢s moderna y democr¨¢tica de Espa?a. Por primera vez, una administraci¨®n restringe las campa?as publicitarias destinadas a resaltar la gesti¨®n p¨²blica, los logros realizados, y las distingue de aquellas otras que prestan un servicio ciudadano o administrativo y que inciden en la transparencia de las actuaciones p¨²blicas. Este principio creo que deber¨ªa sentar precedentes en el resto del Estado, por cuanto supone un avance democr¨¢tico muy importante. Tan es as¨ª, que el Gobierno andaluz, en funci¨®n de las competencias exclusivas que le otorga el Estatuto de Autonom¨ªa (art¨ªculos 13 y 15), tiene la voluntad de hacer extensivo este logro democr¨¢tico, estas restricciones, a lo que llamamos en tono coloquial autobombo, a las dem¨¢s administraciones. Estamos convencidos que lo contrario provocar¨ªa en los andaluces una doble frustraci¨®n: observar que otros comicios no responden a los h¨¢bitos democr¨¢ticos derivados de esta medida, y sospechar que las urnas no son iguales para todas las fuerzas pol¨ªticas concurrentes. La nueva Ley de Publicidad de la Junta introduce, en principio, esa obligatoriedad para las convocatorias andaluzas, y ha optado, en aras del consenso con los grupos pol¨ªticos, por que sea el Parlamento andaluz el que tome la iniciativa de instar al Gobierno central a seguir el mismo camino, que no es otro que el marcado sobre este concepto por el portavoz del PP, ?lvaro de la Cruz, en el debate parlamentario de aprobaci¨®n de la ley de la pinza: "Queremos que ¨¦sta fuera una regulaci¨®n que afectara a todo el conjunto del territorio nacional, (...) que hubiera estado vigente para todas las comunidades aut¨®nomas, todos los ayuntamientos, diputaciones, etc¨¦tera. Pero le digo m¨¢s: esta iniciativa (...) fue uno de los once puntos que Jos¨¦ Mar¨ªa Aznar present¨® en febrero del a?o 1992 como una de las medidas de regeneraci¨®n". La v¨ªa del consenso pol¨ªtico, y no la de la revancha que presidi¨® la anterior legislatura, nos parece la m¨¢s apropiada para la nueva Ley de Publicidad Institucional, llamada a marcar un hito en la profundizaci¨®n democr¨¢tica de este pa¨ªs. Pero que a nadie le quepa la menor duda de que, en caso de que otros flaqueen, de que pretendan convertir el avance andaluz en una oportunidad para sacar ventaja, el Gobierno andaluz acometer¨ªa la reforma de la Ley Electoral de Andaluc¨ªa, tal como propone el Consejo Consultivo, para garantizar la limpieza de las elecciones, de todas las elecciones. Despu¨¦s de veinte a?os de Constituci¨®n, de veinte a?os de libertades, los ciudadanos no van a tolerar que, en unas mismas elecciones, Aznar se olvide de que la publicidad institucional tiene un objetivo distinto del que hace Manuel Fraga en Galicia, y que Manuel Chaves compita en inferioridad de condiciones en las urnas. En cualquier caso, como dec¨ªa Cebri¨¢n, hace falta algo m¨¢s que una campa?a publicitaria para ganar las elecciones. Hace falta gesti¨®n y dar un mejor trato a Andaluc¨ªa.GASPAR ZARR?AS AR?VALO
Gaspar Zarr¨ªas es consejero de la Presidencia de la Junta.
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