R¨ªo Branco reflexiona en sus fotos sobre la parte animal del hombre
El fot¨®grafo brasile?o expone en Madrid
En 1967, cuando Miguel R¨ªo Branco (Las Palmas, 1947) lleg¨® a Brasil, la realidad social le impact¨® de tal manera que cambi¨® su vida. A este artista pl¨¢stico, que viv¨ªa dedicado a la pintura, las calles de R¨ªo de Janeiro y sus habitantes le llenaron de tal modo que acab¨® enganchado a la fotograf¨ªa. Hoy se inaugura en la galer¨ªa madrile?a Oliva Arauna una muestra con 11 im¨¢genes de la serie Nakta, "una reflexi¨®n sobre la parte animal del hombre".
El color y la intensidad dram¨¢tica primaban tanto en los cuadros como en las fotos que Miguel R¨ªo Branco realizaba antes de ese viaje que cambiar¨ªa el rumbo de su vida y de su carrera. El artista empez¨® en Brasil un largo viaje que le ha llevado por medio mundo retratando la destrucci¨®n y el infortunio.La experiencia del viaje ya la ten¨ªa marcada desde la ni?ez. Como hijo de diplom¨¢ticos de origen brasile?o, Miguel R¨ªo Branco vivi¨® traslados continuos de residencia desde peque?o. Seguramente entonces naci¨® tambi¨¦n su af¨¢n por moverse no s¨®lo de un escenario a otro, sino a trav¨¦s de campos muy distintos del arte.
"Hay algo que no es ortodoxo en mis fotograf¨ªas; primero, porque trabajo con un color monocrom¨¢tico, y segundo, porque mis trabajos no son nada lineales, me gusta mucho romper el sistema, que nada se parezca", explic¨® el artista ayer mientras supervisaba la instalaci¨®n de sus fotos en la galer¨ªa Oliva Arauna (calle Claudio Coello, 19). Una exposici¨®n que lo trae por primera vez a Madrid con una muestra individual, despu¨¦s de haber expuesto sus pinturas, fotograf¨ªas y v¨ªdeos desde hace m¨¢s de tres d¨¦cadas en galer¨ªas y museos de Nueva York, Tel Aviv, R¨ªo de Janeiro, Mil¨¢n, Par¨ªs y Colonia, entre otros lugares.
Periodismo
La carrera de R¨ªo Branco como fot¨®grafo se inici¨® en el periodismo, pero pronto comprendi¨® que la actualidad fotogr¨¢fica del d¨ªa a d¨ªa es siempre muy parecida: "Desastres, matanzas y personajes pol¨ªticos, siempre la misma historia. En ese contexto, lo normal era que las fotograf¨ªas m¨¢s personales nunca se publicaran".Fue entonces cuando decidi¨® que ya estaba harto de ser conocido como un fot¨®grafo relacionado con la agencia Magnum -"aquello era s¨®lo la punta del iceberg, nadie conoc¨ªa el resto de mi trabajo"- y empez¨® a dedicarle todo su tiempo a retratar sus obsesiones personales y a preparar instalaciones con proyecciones de fotograf¨ªas como las que present¨® en la Bienal de Rotterdam y en la de S?o Paulo.
"El dolor, la sexualidad y otras sensaciones centraron mi trabajo durante muchos a?os", agrega el fot¨®grafo mientras estructura las im¨¢genes que a partir de hoy se exhiben en la galer¨ªa madrile?a como una especie de montaje en el que lo social se transforma en po¨¦tico.
Dos fotograf¨ªas, una de un perro y otra de un hombre tirados sobre un suelo de piedra, abren la muestra, donde se exhibe tambi¨¦n una parte de su trabajo realizado entre los indios kayapo y de la serie de las prostitutas.
Miguel R¨ªo Branco es muy amigo de Sebasti?o Salgado, quien ha prologado algunos de sus libros de arte. "Hay un cierto drama social en el trabajo de ambos, pero las l¨ªneas y el lenguaje son completamente distintos", apunta desde la admiraci¨®n hacia la obra de Salgado. Salvo alg¨²n que otro caso excepcional, R¨ªo Branco no suele frecuentar las exposiciones fotogr¨¢ficas. "La mayor parte de las veces no me dicen nada, s¨®lo en las fotos del siglo pasado encuentro cierto frescor".
Mientras organiza proyectos fotogr¨¢ficos para el a?o pr¨®ximo, R¨ªo Branco ha vuelto a la pintura. Ahora trabaja en telas de gran formato sobre temas abstractos y por el momento mantiene su casa en R¨ªo de Janeiro porque est¨¢ enamorado del "potencial fant¨¢stico de ese pa¨ªs", pero encuentra que convivir con la miseria es terrible.
Babelia
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