S¨¢bato defiende la lengua como "energ¨ªa viva que termina por romper los c¨¢nones"

Ernesto S¨¢bato alter¨® ayer la modorra de los cen¨¢culos culturales con un discurso apasionado en favor de la lengua como "energ¨ªa viva que termina por romper los c¨¢nones establecidos". En una sala abarrotada por centenares de personas en la Universidad de Valladolid y en medio de un silencio reverencial, el escritor argentino defini¨® como algo "casi policial" el intento de las academias por fijar el idioma. S¨¢bato resalt¨® que el castellano es la lengua m¨¢s poderosa del mundo en su intervenci¨®n de la ¨²ltima jornada del III Congreso Internacional de la Lengua Espa?ola.

A pesar de su aspecto austero y sombr¨ªo, el autor de Sobre h¨¦roes y tumbas protagoniz¨® los momentos m¨¢s emotivos de unas sesiones que con frecuencia han pecado de cierto academicismo. Con su voz grave, Ernesto S¨¢bato comenz¨® su breve intervenci¨®n con una cita del escritor y fil¨®sofo franc¨¦s Albert Camus a modo de gran interrogante de este final de siglo: "Cada generaci¨®n se cree destinada a rehacer el mundo. La m¨ªa sabe, sin embargo, que no podr¨¢ hacerlo. Pero su tarea es quiz¨¢ mayor. Consiste en impedir que el mundo se deshaga. Heredera de una historia corrupta en la que se mezclan las revoluciones fracasadas, las t¨¦cnicas enloquecidas, los dioses muertos y las ideolog¨ªas extenuadas, en la que poderes mediocres, que pueden hoy destruirlo todo, no saben convencer, en que la inteligencia se humilla hasta ponerse al servicio del odio y de la opresi¨®n".

Escepticismo

El escritor argentino mostr¨® asimismo su escepticismo sobre la posibilidad de plantear "una lengua para un milenio". M¨¢s humilde y m¨¢s ambicioso a un tiempo que los propios organizadores, propuso que "la palabra po¨¦tica recree un mundo m¨¢s humano". "Hablo de la poes¨ªa", a?adi¨® el intelectual, "en el sentido grande y primigenio. ?Qui¨¦n puede dudar de las visiones de seres como Dante, Blake, Milton, Rimbaud, Dostoievski o Kafka? Si hay algo verdadero en la existencia de un hombre es el sue?o. Tambi¨¦n las visiones de los grandes artistas". El autor de obras maestras de la literatura en espa?ol como El t¨²nel o El escritor y sus fantasmas fue presentado por Javier Blasco, de la Universidad de Valladolid, como un narrador que hab¨ªa convertido el espa?ol en "una lengua para el compromiso y para la ternura".La conferencia de S¨¢bato provoc¨® una prolongad¨ªsima ovaci¨®n que conmovi¨® al escritor. Referencia ¨¦tica para varias generaciones de argentinos y de latinoamericanos, Ernesto S¨¢bato presidi¨® hace unos a?os la comisi¨®n encargada de investigar los cr¨ªmenes y desmanes de las dictaduras militares que gobernaron en Buenos Aires en parte de las d¨¦cadas de los setenta y de los ochenta. El escritor tuvo ayer tambi¨¦n calificativos muy duros para la represi¨®n que desencaden¨® Augusto Pinochet en Chile a partir de 1973. S¨¢bato cerr¨® su discurso con un s¨ªmbolo: "En esta hora abismal de la historia hemos de buscar en el gran arte su valor prof¨¦tico y misterioso porque, como muy bien dijo J¨¹nger, "s¨®lo nos salvaremos por la poes¨ªa o por el fuego".

El otro gran protagonista de la jornada fue Francisco Ayala, que traz¨® un recorrido por su largu¨ªsima trayectoria literaria para detenerse especialmente en su ¨²ltima obra, De mis pasos en la tierra. "Toda vida humana", se?al¨® el escritor, "en general est¨¢ constituida por las palabras, por el lenguaje y la vida del escritor son sus escritos". Desde el rechazo de los moldes que suponen los g¨¦neros literarios, Francisco Ayala confes¨® ayer en Valladolid que desde los a?os setenta se decidi¨® por un estilo que combina el ensayo con la ficci¨®n, y las reflexiones con las evocaciones.

Esta tercera edici¨®n del Congreso Internacional de la Lengua Espa?ola ha agotado, seg¨²n reconocen los propios organizadores, la f¨®rmula de las clases magistrales y de unas mesas redondas m¨¢s orientadas a debates ling¨¹¨ªsticos que a una viva discusi¨®n, como reclam¨® el propio S¨¢bato. "Las academias", se?al¨® el autor argentino, "siempre tuvieron mala consideraci¨®n, aunque recientemente han intentado adaptarse a los nuevos tiempos". La constante pugna entre la lengua de los eruditos y el idioma de los escritores apareci¨® una vez m¨¢s sobre el tapete.