El Gobierno rojiverde alem¨¢n afronta un d¨¦ficit extra de 850.000 millones

El ministro de Hacienda alem¨¢n, Oskar Lafontaine, dio a conocer ayer el resultado de la inspecci¨®n realizada por la nueva Administraci¨®n en la contabilidad presupuestaria legada por el anterior Gobierno. El ministro considera que la ca¨ªda de la demanda interna va a tener una influencia negativa sobre la recaudaci¨®n fiscal. El presupuesto correspondiente a 1999 se ve lastrado con cargas suplementarias por valor de 10.000 millones de marcos (850.000 millones de pesetas), y ¨¦ste d¨¦ficit se incrementar¨¢ en los pr¨®ximos a?os, para duplicarse en el 2002.Seg¨²n los pron¨®sticos oficiales, la recaudaci¨®n fiscal planificada por los presupuestos de la Federaci¨®n, los Estados Federados y los ayuntamientos para 1999 deber¨¢ ser corregida a la baja en 166.000 millones.

El Bundestag (Parlamento federal) comienza hoy a debatir sobre la reforma fiscal en Alemania. Las oposici¨®n acusa al Gobierno de distorsionar la realidad y de tratar de disfrazar su propia incompetencia, denunciando un agujero que estaba ya previsto de antemano. El Gobierno rojiverde se ha comprometido a llevar a cabo costosos planes de mantenimiento de prestaciones sociales y a restablecer plenamente servicios anulados por el Gabinete interior. Para ello, la coalici¨®n debatir¨¢ sobre nuevas medidas para ahorrar y generar ingresos. Dado que las posibilidades de endeudamiento se ven limitadas por la Constituci¨®n, el Ejecutivo deber¨¢ contemplar otras v¨ªas, lo que puede provocar una nueva oleada de privatizaciones.

Por otra parte, el ministro desminti¨® ayer las especulaciones sobre su candidatura para sustituir a Jacques Santer, cuyo mandato al frente de la Comisi¨®n Europea en Bruselas expira a principios del a?o 2000. Lafontaine calific¨® de "total disparate" e "invenci¨®n" los rumores, que ayer fueron ampliados con detalles en el semanario Die Zeit, medio con excelentes contactos en los nuevos c¨ªrculos gubernamentales.

Seg¨²n el peri¨®dico, un miembro del Ejecutivo alem¨¢n sonde¨® confidencialmente a un colega franc¨¦s durante una reciente cena en Par¨ªs con el fin de saber c¨®mo reaccionar¨ªa Francia ante una candidatura alemana para el puesto de la presidencia de la Comisi¨®n Europea. Aparentemente, se trataba de una primera prospecci¨®n del terreno, puesto que ni la jerarqu¨ªa del Partido Social Dem¨®crata (PSD) ni la coalici¨®n gubernamental han debatido sobre el tema.