Ayuda a Centroam¨¦rica

La respuesta inicial de Estados Unidos a la tragedia de Centroam¨¦rica ha sido generosa. El Gobierno de Clinton ha garantizado ochenta millones de d¨®lares y ha enviado tropas para ayudar a limpian los terribles da?os causados pon el hurac¨¢n Mitch. (...) Desde el Gobierno de Cuba hasta el de Suecia han prometido ayuda, pero lo que se necesita ahora es coordinar la respuesta internacional encabezada por Estados Unidos. Bancos privados, grandes inversores y organismos multilaterales, como el Banco Mundial, deben involucrarse con los Gobiernos. La descongesti¨®n de la deuda es la primera cuesti¨®n en este asunto. Nicaragua ya estaba pagando intereses de su deuda equivalentes a m¨¢s del 40% de sus exportaciones. Ahora tal suma resulta claramente insostenible. Los l¨ªderes centroamericanos solicitan insistentemente una prolongaci¨®n de la demora en la deportaci¨®n de inmigrantes ilegales centroamericanos en Estados Unidos, un acceso m¨¢s f¨¢cil a los mercados estadounidenses y europeos y ayuda e inversi¨®n a mucha mayor escala. No es tan sencillo como parece. (...) Como la ayuda puede estimular la corrupci¨®n y la confusi¨®n pol¨ªtica, debe ser dirigida y controlada. Todo debe llevarse a cabo de la forma m¨¢s transparente posible, con la implicaci¨®n de las organizaciones de caridad centroamericanas, los grupos eclesi¨¢sticos y otros organismos de car¨¢cter civil. Aunque la necesidad de ser cautos no puede ser una excusa para la inactividad. EE UU tiene razones tanto morales como pr¨¢cticas para ayudar a lo grande.

12 de noviembre