La Aut¨®noma denuncia el fuerte impacto en las aulas de las nuevas rutas a¨¦reas

El rector consider¨® inviable el total aislamiento ac¨²stico del campus, pero reconoci¨® que la situaci¨®n actual es "grave" y "molesta". Adem¨¢s, a Ra¨²l Villar le resulta dif¨ªcil de comprender que ning¨²n responsable de navegaci¨®n a¨¦rea se pusiera en contacto con ¨¦l antes de la entrada en funcionamiento de la tercera pista para alertarle del problema que se avecinaba. "Ahora nos encontramos con que los aviones nos alteran el ritmo docente, cortan el hilo del aprendizaje y dificultan de forma extraordinaria el estudio en las bibliotecas", enumer¨® el rector.Parecida impresi¨®n tienen los representantes de las asociaciones estudiantiles de la Aut¨®noma. "Durante las clases padecemos un ruido estruendoso", relat¨® Nacho, estudiante de derecho. Una representante de la asociaci¨®n Manuela Malasa?a, en la Facultad de Ciencias, a?adi¨®: "Eso de que el profesor est¨¦ explicando y tenga que parar a esperar que pase el avi¨®n ya nos ha sucedido bastantes veces. Pens¨¢bamos que era un problema circunstancial, pero ya veo que no".

Las quejas de la comunidad universitaria madrile?a pillaron ayer por sorpresa a Aeropuertos Espa?oles y Navegaci¨®n A¨¦rea (AENA), la empresa estatal que gestiona el funcionamiento de todos los aer¨®dromos del pa¨ªs. Un portavoz se comprometi¨® a facilitar hoy datos concretos sobre la altura a la que vuelan los aviones sobre el campus universitario, pero ayer se aventur¨® a se?alar que esa altura era "considerable". "El campus de Cantoblanco se encuentra a unos diez kil¨®metros de la cabecera de la tercera pista. Cuando los aviones alcanzan ese punto ya se han elevado bastante", agreg¨®.

La ruta que afecta a la Universidad Aut¨®noma es la de orientaci¨®n oeste. Desde que los despegues se realizan desde la tercera pista (todos, salvo que cambie el viento), el 55% de las aeronaves enfila hacia el norte, y el 45% restante, hacia el occidente. A lo largo del d¨ªa levantan el vuelo en Barajas unos 400 aparatos, lo que quiere decir que 180 de ellos circulan en direcci¨®n oeste. Entre los que se desv¨ªan algunos grados de la ruta principal y los que circulan por la noche puede calcularse que son entre 10 y 12 los aeroplanos que pasan por encima de profesores y alumnos cada hora lectiva. O lo que es lo mismo: un avi¨®n cada cinco o seis minutos.

El ruido que sufran los estudiantes depende de la altura que alcancen estos aparatos. Los m¨¢s ligeros pueden ascender hasta los 1.500 metros de altura en seis kil¨®metros desde el despegue. Pero los m¨¢s pesados, como los jumbos, apenas sobrevuelan a 600 metros en ese mismo margen.