Sanidad presiona a los hospitales para reducir las listas de espera, seg¨²n el PSOE

El objetivo del Gobierno es que, a fin de a?o, los hospitales del Insalud no tengan ni un solo paciente en lista de espera quir¨²rgica de m¨¢s de seis meses. Pero, seg¨²n el PSOE, el Ministerio de Sanidad pretende lograrlo presionando a los hospitales para que no acepten m¨¢s pacientes de los que puedan operar en menos de seis meses. El resto de los enfermos ser¨ªan derivados a centros privados concertados. Los presupuestos para estos centros crecer¨¢n un 10,7% en 1999, por encima de la media del gasto sanitario (6%).

El PP ha hecho bandera pol¨ªtica de la reducci¨®n de las listas de espera quir¨²rgicas. El recorte de esas listas en Galicia es considerado por el ministro de Sanidad, Jos¨¦ Manuel Romay, uno de los mayores logros de su etapa al frente de la consejer¨ªa gallega de Salud. El Gobierno estima prioritario eliminar las esperas de m¨¢s de seis meses el 31 de diciembre de 1998.Pero la portavoz de Sanidad del PSOE en el Congreso, ?ngeles Amador, asegura que esa obsesi¨®n de Romay por las listas conlleva presiones inaceptables sobre los hospitales del Insalud. Seg¨²n Amador, hay una forma correcta de recortar las listas -mejorar la gesti¨®n de los quir¨®fanos- y otra inadmisible, que es presionar a los hospitales para que no acepten m¨¢s enfermos leves de los que pueden operar en un plazo predefinido.

Hay algunas constancias escritas de los efectos de esa presi¨®n. Por ejemplo, el pasado 28 de septiembre, el director m¨¦dico de un hospital extreme?o del Insalud dirigi¨® a los responsables de sus servicios quir¨²rgicos una carta donde se dice: "Para lograr el objetivo institucional de no tener pacientes con m¨¢s de seis meses en Lista de Espera Quir¨²rgica a 31.12.98, solicitamos que adecuen las entradas en lista de espera a los protocolos consensuados por Insalud y las Sociedades Cient¨ªficas y que el global de las inclusiones se ajuste -en cada servicio- a su capacidad de salidas programadas en los pr¨®ximos cinco meses". En palabras de Amador, esto viene a resumirse en la m¨¢xima del metro: "Antes de entrar, dejen salir".

Indicaci¨®n clara

La carta tambi¨¦n pide a los jefes de servicio "un esfuerzo para que los pacientes que deben ser revisados en consulta no sean incluidos en lista de espera hasta que su indicaci¨®n no sea clara", y que cualquier mejor¨ªa que haga innecesaria la operaci¨®n, o incomparecencia del paciente en el quir¨®fano, sea "notificada en el tiempo m¨¢s breve posible".No es la primera carta de este tipo. Ya el 12 de junio de 1997, la direcci¨®n de otro hospital del Insalud de Palencia exigi¨® a todos los jefes de servicio quir¨²rgico que redujeran las demoras mediante un "seguimiento riguroso de los criterios de inclusi¨®n en la lista de espera", con estrategias como excluir de la lista a los pacientes que esperan una segunda fase de la operaci¨®n, y la disminuci¨®n de las indicaciones quir¨²rgicas en los procesos que as¨ª lo permitan, "de tal manera que el ¨ªndice de entradas / salidas sea menor a la unidad [es decir, que el n¨²mero de operaciones realizadas sea siempre superior al de nuevos pacientes registrados]".

El director general de Atenci¨®n Primaria del Insalud, Rafael Matesanz, asegur¨® ayer a este diario que la pol¨ªtica que el Insalud recomienda a los hospitales consiste, primero, en optimizar el grado de utilizaci¨®n de los quir¨®fanos; segundo, en establecer v¨ªas para que los quir¨®fanos funcionen tambi¨¦n por la tarde; y tercero, y s¨®lo cuando ya se han agotado las dos v¨ªas anteriores, derivar a los pacientes con demora excesiva a los centros privados concertados. Matesanz recuerda que ninguna medida de ajuste afecta a los casos urgentes, cuyas intervenciones se realizan siempre con prioridad.