El tribunal militar sentencia a m¨¢s de 15 a?os de c¨¢rcel al sargento Miravete

El Tribunal Militar Territorial Tercero ha condenado al sargento Juan Carlos Miravete Duque como autor de un delito de maltrato de obra a inferior con resultado de muerte en la persona del cabo Samuel Ferrer, al que mat¨® de un disparo el 19 de abril de 1997 en el destacamento militar de Candanch¨² (Huesca).El C¨®digo Penal Militar castiga este delito con penas de 15 a 25 a?os de prisi¨®n, pero el fiscal militar reclam¨® 18 a?os al considerar como atenuante el estado de embriaguez en que se encontraba el sargento primero. Las fuentes consultadas indicaron que lo m¨¢s probable es que el tribunal asuma la tesis del fiscal e imponga a Miravete una pena de 18 a?os, que lleva aparejada la expulsi¨®n del Ej¨¦rcito.

Est¨¢ previsto que el texto de la sentencia se haga p¨²blico hoy. El sargento cumple prisi¨®n preventiva en la c¨¢rcel militar de Alcal¨¢ de Henares (Madrid) desde que ocurrieron los hechos.

Durante el juicio, celebrado del 2 al 9 de este mes en Barcelona, Miravete acept¨® que fue el autor del disparo que mat¨® a Ferrer, de 19 a?os, aunque insisti¨® en que lo hizo de forma accidental y tras haber ingerido gran cantidad de alcohol.

Los peritos psiquiatras declararon que el estado de embriaguez del sargento limitaba su voluntad, pero no hasta el punto de privarle de cualquier responsabilidad sobre sus actos. Tambi¨¦n aseguraron que padece trastornos de personalidad y dependencia grave del alcohol.

La defensa se bas¨® en este diagn¨®stico para sostener que Miravete no pod¨ªa ser consciente de las consecuencias de sus actos, por lo que, en todo caso, corresponde imponerle un mes de prisi¨®n. Ya en 1984 fue condenado a un a?o de c¨¢rcel y cuatro millones de indemnizaci¨®n por matar con su pistola a un sargento en circunstancias similares. En aquella ocasi¨®n los hechos fueron calificados como delito de imprudencia y Miravete no tuvo que ingresar en la c¨¢rcel ni tampoco perdi¨® su empleo en el Ej¨¦rcito.

Ahora, sin embargo, el tribunal ha calificado de manera radicalmente distinta los hechos al considerar como abuso de autoridad la conducta de Miravete en los momentos previos a la muerte de Ferrer. El sargento, que estaba al mando del destacamento, orden¨® a los soldados corear consignas, formar militarmente, realizar flexiones y apuntarse entre s¨ª con su pistola, lo que fue generando un clima de terror.

La acusaci¨®n particular, ejercida por la Oficina del Defensor del Soldado en nombre de la familia del fallecido, pidi¨® 20 a?os de c¨¢rcel y una indemnizaci¨®n de 39 millones de pesetas, que el fiscal rebaj¨® a 15 millones y el abogado del Estado a s¨®lo 10. Todas las partes est¨¢n de acuerdo en que el Estado sea declarado responsable civil subsidiario, por lo que deber¨¢ responder del pago de la indemnizaci¨®n en caso de insolvencia de Miravete.