Rub¨¦n Beloki, la pegada
Rub¨¦n Beloki (Burlada, Navarra, 1974) es una persona de apariencia m¨¢s templada y t¨ªmida. Pos¨¦e el honor de ser el pelotari m¨¢s joven (no hab¨ªa cumplido los 21 a?os) en ganar la txapela del Manomanista de Primera. No hace ruido, es discreto y excesivamente modesto. Habla con las manos, y no ha dicho la ¨²ltima palabra, aunque ya ha desvelado que intentar¨¢ retener a Eugi cerca del rebote y aprovechar¨¢ la ventaja del saque. Tiene en el brazo derecho un l¨¢tigo descomunal, un martillo percutor que condena al contrario a mirarle siempre la espalda. Extiende los brazos como si fueran unos remos, r¨ªgidos y poderosos, que disparan la pelota hasta la lejan¨ªa del rebote. Acompa?a cada golpeo con un gesto de inclemencia y sigue con al mirada el comportamiento de la bola y la respuesta de su enemigo. Nada puede escapar de su control. Golpear una pelota no es una acci¨®n mec¨¢nica, responde a un c¨¢lculo fr¨ªo. En dos segundos, Rub¨¦n Beloki analiza todas las posibilidades del juego, lo cual requiere un gran ejercicio mental, y discrimina la mejor opci¨®n. Cada golpeo tiene su explicaci¨®n. Se le acusa de abusar del pelotazo y no arriesgar casi nunca. Pero la estrategia se ajusta mejor a las caracter¨ªsticas de un pelotari de largas distancias al que no le importa alargar un tanto hasta el infinito si es preciso. Cualquier cosa antes que acabarlo porque s¨ª. Posee una pegada prodigiosa, pero ha madurado en otras facetas. Poco despu¨¦s de saborear la gloria conoci¨® la frustraci¨®n del anonimato. Emerge ahora despu¨¦s de dos a?os lamentando una evidente baja forma. Pero accede a la segunda final con una gran autoestima y fe en su juego. Ya no es aquel mocet¨®n especializado en devolver pelotas como una m¨¢quina, se parece m¨¢s al pelotari que deslumbr¨® en los Juegos de Barcelona, gan¨® el campeonato de segunda y fue catalogado como el sucesor de Galarza III. Beloki ha pulido defectos, como la fragilidad de su ¨¢nimo, y mejorado en el orden t¨¦cnico: sus saques son veneno puro, pese a no ser delantero, y ejecuta la dejada desde la mitad de la cancha con precisi¨®n. Si domina, es m¨¢s resolutivo que su rival, pero queda una duda: ?cu¨¢ntos tantos tardar¨¢ en entrar en la final? El poso que dej¨® durante la liguilla, eliminando a Nagore, Errandonea y Arretxe, le acreditan como el favorito de la final. En mayo Beloki hubiera arrasado, asegura su botillero, Mikel Unanue, pero hoy es una inc¨®gnita porque "el verano le ha descentrado y no ha podido preparar el campeonato como se merece esta gran cita".
Tu suscripci¨®n se est¨¢ usando en otro dispositivo
?Quieres a?adir otro usuario a tu suscripci¨®n?
Si contin¨²as leyendo en este dispositivo, no se podr¨¢ leer en el otro.
FlechaTu suscripci¨®n se est¨¢ usando en otro dispositivo y solo puedes acceder a EL PA?S desde un dispositivo a la vez.
Si quieres compartir tu cuenta, cambia tu suscripci¨®n a la modalidad Premium, as¨ª podr¨¢s a?adir otro usuario. Cada uno acceder¨¢ con su propia cuenta de email, lo que os permitir¨¢ personalizar vuestra experiencia en EL PA?S.
En el caso de no saber qui¨¦n est¨¢ usando tu cuenta, te recomendamos cambiar tu contrase?a aqu¨ª.
Si decides continuar compartiendo tu cuenta, este mensaje se mostrar¨¢ en tu dispositivo y en el de la otra persona que est¨¢ usando tu cuenta de forma indefinida, afectando a tu experiencia de lectura. Puedes consultar aqu¨ª los t¨¦rminos y condiciones de la suscripci¨®n digital.