Beloki y Eugi protagonizan la final m¨¢s esperada de un Manomanista muy convulso Sus caracter¨ªsticas auguran un partido cl¨¢sico
Rub¨¦n Beloki y Patxi Eugi disputan hoy en el Atano III de San Sebasti¨¢n (12.00, TVE-2) la final m¨¢s esperada del Manomanista. Aplazada desde mayo y condicionada por la desavenencias entre ETB y Asegarce, ambos pelotaris se disputan el t¨ªtulo de la nueva era. Por vez primera, las empresas Aspe y Asegarce sustituyen la mesa de negociaci¨®n o los comunicados de prensa por el front¨®n como medida de su respectivo potencial pelot¨ªstico.
Asegarce propone un zaguero poderoso, Rub¨¦n Beloki, y Aspe un delantero vers¨¢til, Patxi Eugi. A priori, el escenario es el que mejor se acomoda a la ¨¦pica del mano a mano en la pelota. Dos potenciales, dos estilos frente a frente con el recuerdoi a¨²n fresco de aquella final memorable entre Retegi y Tit¨ªn en la disputa del campeonato del Cuatro y Medio. Laas desavenencias permanentes han convertido el partido en un asunto muy secundario, respecto a la fase previa. Primero, por la lesi¨®n de Eugi, que impidi¨® la disputa en su fecha natural (mayo del presente a?o). El aplazamiento fue a¨²n mayor por las necesidades de ambas empresas de atender a los compromisos veraniegos que producen dividendos econ¨®micos y resonancias en los frontones. M¨¢s tarde, las discrepancias sobre la transmisi¨®n televisiva del partido -resueltas el pasado jueves con la decisi¨®n salom¨®nica de ceder los derechos da TVE como ¨²nica f¨®rmula posible de entendimiento-, han relegado el inter¨¦s de una disputa deportiva que se antoja tan visceral como el¨¦ctrica, tan d¨ªficil como igualada. Tanta discrepancia deb¨ªa tener un factor de acuerdo. Los pelotaris han demostrado mayor capacidad de raciocinio que el entorno, proponiendo un nivel de entendimiento que atempera la adrenalina ambiental. Incluso la elecci¨®n de material ha resultado satisfactoria para ambos, con lo que no queda resquicio alguno para que se frustre el espect¨¢culo. Dos trayectorias La trayectoria de ambos pelotaris en el campeonato ha sido c¨®moda, m¨¢s a¨²n en el caso de Eugi, que s¨®lo encontr¨® una peque?a resistencia en el guipuzcoano Elkoro. Beloki, m¨¢s trabajado, ha manifestado tambi¨¦n una superioridad manifiesta en su cuadro, incluso en el partido frente a Arretxe (el vigente campe¨®n), que algunos consideraban una final anticipaba. El factor tiempo ha jugado quiz¨¢ en contra de Rub¨¦n Beloki, preparado absolutamente para aquella final de mayo que no pudo celebrarse. El par¨®n le perjudic¨®, aunque ahora observa un estado de forma similar. Su poder¨ªo con la pelota, su golpe, se asemeja al de aquel momento. La pegada sigue siendo su arma principal para hacer frente a un delantero at¨ªpico en los tiempos actuales. Patxi Eugi no es el delantero zascandil que apoya su juego en el remate permanente. Al navarro de Aoiz le gusta jugar a bote, al amparo de una movilidad portentosa que facilita su juego defensivo. Se dir¨ªa que es un delantero cl¨¢sico, menos emotivo que lo que protagoniza el actual cuadro, pero m¨¢s seguro en sus prestaciones generales. En este sentido, el material, si se adapta a las condiciones globales de ambos, puede procurar un partido revestido de clasicismo. No se trata tanto de contrastar estilos y de qui¨¦n es capaz de imponer la jerarqu¨ªa de sus caracter¨ªsticas, sino de la capacidad de combinaci¨®n y de respuesta ante unas circunstancias similares. La ausencia de Retegi y Tit¨ªn, que protagonizan el contraste de estilos, aventuran una disputa extrema entre dos pelotaris que re¨²nen un cat¨¢logo de caracter¨ªsticas. Es el duelo de la igualdad. El m¨¢s esperado (desde mayo a noviembre) y probablemente el m¨¢s justo, a la vista de los respectivos cuadros prliminares. Qui¨¦n sabe si adem¨¢s, el del acuerdo definitivo en la pelota.
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