Patxi Eugi, el nervio
Patxi Eugi (Ao¨ªz, Navarra, 1971) miraba ayer el reloj con la misma ansiedad que un verdugo, inquieto y fren¨¦tico porque no llegaba la hora de cumplir la sentencia. Cuando era un ni?o, Juli¨¢n Retegi empez¨® a coleccionar t¨ªtulos y txapelas, y ¨¦l se propuso imitarle. Comprendi¨® muy temprano que el secreto del ¨¦xito descansaba en "hacer las cosas con raza", dijo a?os m¨¢s tarde, poco despu¨¦s de su debut en julio de 1991, en el Labrit de Pamplona. Desde entonces, Eugi ha cimentado su trayectoria sobre la misma base: casta. Su botillero, Mart¨ªn Ezkurra, guardi¨¢n de los 17 entorchados que suman Juan Ignacio y Juli¨¢n Retegi, est¨¢ asombrado con la soltura de Eugi, porque es un fen¨®meno impropio de los tiempos actuales. "El Manomanista no favorece hoy en d¨ªa a un delantero. S¨®lo Eugi puede romper esta teor¨ªa y alzarse como campe¨®n". La mentalizaci¨®n, el car¨¢cter temperamental y el arrojo son aptitutes intr¨ªnsecas a Eugi, que Ezkurra enumera para explicar su perfecta adaptaci¨®n a una especialidad que favorece a los zagueros. Al final, todo se resume en una palabra: nervio. Energ¨ªa, ¨ªmpetu y furia son valores que Eugi deposita sobre la cancha y aprovecha cada vez que golpea una pelota o falla un tanto. Es valiente por definici¨®n y ambicioso por dem¨¢s. Sus enemigos le recriminan que es capaz de alternar una genialidad y una pifia. La misma pelota puede caer en el rebote o incrustarse en el colch¨®n, lo cual refuerza la teor¨ªa de que Eugi es un pelotari imprevisible. Decide la direcci¨®n de la pelota en d¨¦cimas de segundo y por eso, en ocasiones, la precipitaci¨®n le juega una mala pasada. Su mejor arma es la gracilidad con que acompasa sus movimientos sobre una cancha. R¨¢pido de reflejos y el¨¦ctrico cuando azota la pelota, Eugi es inasequible al desaliento y, seg¨²n su contrincante, "es un pele¨®n nato que jam¨¢s da un tanto por perdido". Sus piernas son la mejor arma defensiva y prefiere esprintar para responder a una pelota con bote que castigarse las manos en una volea o un sotamano. Entonces deja al descubierto que procede de la escuela de Retegi II, con quien ha entrenado horas y horas. La variedad de golpes (jugando a zurdas ganar¨ªa) es un argumento que le coloca en mejor lugar que su adversario. Cuando gan¨® el campeonato del 96, dejando a Arretxe en el cart¨®n del 19, pens¨® en primer lugar en su padre, "la persona que me introdujo en el mundo de la pelota, por todo lo que se ha esforzado por m¨ª". Cuando hoy salte a la cancha del front¨®n Atano III de San Sebasti¨¢n, Eugi ejecutar¨¢ la sentencia como le ense?¨® su maestro Retegi II.
Tu suscripci¨®n se est¨¢ usando en otro dispositivo
?Quieres a?adir otro usuario a tu suscripci¨®n?
Si contin¨²as leyendo en este dispositivo, no se podr¨¢ leer en el otro.
FlechaTu suscripci¨®n se est¨¢ usando en otro dispositivo y solo puedes acceder a EL PA?S desde un dispositivo a la vez.
Si quieres compartir tu cuenta, cambia tu suscripci¨®n a la modalidad Premium, as¨ª podr¨¢s a?adir otro usuario. Cada uno acceder¨¢ con su propia cuenta de email, lo que os permitir¨¢ personalizar vuestra experiencia en EL PA?S.
En el caso de no saber qui¨¦n est¨¢ usando tu cuenta, te recomendamos cambiar tu contrase?a aqu¨ª.
Si decides continuar compartiendo tu cuenta, este mensaje se mostrar¨¢ en tu dispositivo y en el de la otra persona que est¨¢ usando tu cuenta de forma indefinida, afectando a tu experiencia de lectura. Puedes consultar aqu¨ª los t¨¦rminos y condiciones de la suscripci¨®n digital.