El campe¨®n rechaza el inicio de la "era Beloki"

Rub¨¦n Beloki no quiere hablar del comienzo de la "era Beloki", aun teniendo todo a su favor para erigirse en el pelotari del final de siglo. Con dos txapelas en su poder, el pelotari de Burlada recupera el brillo que ha perdido durante los dos ¨²ltimos a?os y se encarama al primer puesto del cuadro profesional de la pelota. En la final, Beloki regal¨® varios tantos claves, pero los recuper¨® con el saque. Bas¨® su juego en una violenta pegada con la derecha y domin¨® la mayor¨ªa de los tantos. Hizo dos dejadas y un dos paredes perfectos, pero mand¨® tres pelotas al colch¨®n y entreg¨® otras dos en el txoko. En el peloteo nunca tuvo rival. Patxi Eugi no mov¨ªa la pelota con comodidad, la llevaba al frontis por el impulso de la rabia. La final corr¨ªa el peligro de caerse de s¨²bito, pero el de A¨®iz aguant¨® el tipo a fuerza de coraje y con una defensa ejemplar. Peg¨® 17 voleas (una desde el cuadro 6) y siete sotamanos que le torturaron la mano derecha. En el sexto sotamano, con 8-7 a favor de Beloki, a Eugi le entr¨® la pelota en la mano y desde entonces ya no fue el mismo. El campe¨®n encaden¨® cuatro tantos de saque ("¨¦sta fue una de las claves de mi victoria", dijo al final) que limaron la moral de Eugi, a quien sin embargo le quedaron arrestos para resistir: "Estaba sin golpe en la derecha. No he gozado en ning¨²n momento y los tantos que he hecho han sido de mala manera. Las pelotas eran muy fuertes y se necesita mucha fuerza para moverlas", explicaba Eugi tras la final. Beloki sac¨® toda la fuerza que guarda en su derecha, aprovech¨® bien la altura del frontis y fue de menos a m¨¢s. Eugi, en cambio, no estuvo c¨®modo ni cuando estuvo por delante en el marcador. En los vestuarios, entre dedicatorias y felicitaciones, Rub¨¦n Beloki se despidi¨® con un deseo: "Ojal¨¢ esta victoria sirva para que Asegarce dure muchos a?os".