MOVILIZACIONES SINDICALES Una pol¨ªtica poco activa hacia el empleo
Las organizaciones sindicales que hoy se movilizan contra algunos aspectos de la pol¨ªtica econ¨®mica del Gobierno de Espa?a han conseguido vincular tres cuestiones que, en mi opini¨®n, separan con bastante precisi¨®n los campos de la derecha y la izquierda en la labor de un ejecutivo. El papel de los gobiernos en la generaci¨®n de empleo y en el proceso de redistribuci¨®n del empleo existente, la aportaci¨®n de cada cual a las finanzas p¨²blicas y el sistema de protecci¨®n a qui¨¦nes no tienen trabajo son posiciones pol¨ªticas que entran de lleno en la calificaci¨®n de quienes las aplican. El Gobierno de Espa?a del PP ha combinado la reducci¨®n del IRPF con la disminuci¨®n de la aportaci¨®n p¨²blica a los fondos para el desempleo, no hace nada para que vaya calando la cultura de una redistribuci¨®n del trabajo y trata igual a qui¨¦nes son desiguales en la competencia por un empleo. Ese conjunto de actitudes supone un "dejar pasar" el problema del desempleo en la confianza de que las solas fuerzas del mercado vayan ajustando las disfunciones actuales, ignorando que en este momento del desarrollo del sistema productivo esa esperanza es, desgraciadamente, vana, como se est¨¢ demostrando con la persistencia del problema en todos los pa¨ªses, ya sean desarrollados, en v¨ªas de desarrollo o subdesarrollados. A¨²n aceptando (que ya es dif¨ªcil) que la reducci¨®n del IRPF no vaya a ser desigual seg¨²n el nivel de ingresos, su efecto sobre los recursos p¨²blicos ha sido compensado por el Gobierno reduciendo su aportaci¨®n a los fondos para pagar el desempleo, reducci¨®n que se cifra en 600.000 millones de pesetas como efecto de la disminuci¨®n del n¨²mero de perceptores del subsidio de desempleo. Una actuaci¨®n progresista en esta materia hubiera debido trasladar el ahorro de los presupuestos del INEM hacia la financiaci¨®n de las pol¨ªticas activas de creaci¨®n de empleo, a reducir las desventajas en el mercado laboral de colectivos que se ven afectados por las cada d¨ªa m¨¢s duras exigencias de los sistemas de producci¨®n actuales o, en ¨²ltimo t¨¦rmino, a incrementar el colectivo de protegidos. Incluso, a mi entender, nadie hubiera protestado si ese ahorro, en parte, se hubiera dirigido a incentivar lo que es otra pol¨ªtica activa de creaci¨®n de empleo, la reducci¨®n de la jornada laboral a 35 horas semanales. Medida que, desde luego, y contra lo que argumentan sus detractores, nadie dice que sea la panacea, pero s¨ª un elemento m¨¢s de todo un conjunto de actuaciones (como la sustituci¨®n de los trabajadores en excedencia voluntaria, el contrato estable a tiempo parcial y otras) que, siendo todas parciales, completan un cuadro que tiene como objetivo un mercado laboral m¨¢s solidario, m¨¢s justo y m¨¢s distribuido. El af¨¢n recortador del ministerio de Trabajo ha llegado tambi¨¦n a una de las medidas que, propuestas por la Junta de Andaluc¨ªa, se incluy¨® inicialmente en el Plan Nacional de Empleo, la subvenci¨®n al primer contrato de un empresario aut¨®nomo. Una enmienda introducida en el Senado a ¨²ltima hora puede eliminar una medida que podr¨ªa tener efectos positivos en una econom¨ªa, como la andaluza, con un elevado componente de trabajadores aut¨®nomos. La generalizaci¨®n de los incentivos a la creaci¨®n de empleo estable es un elemento que califica tambi¨¦n el tipo de pol¨ªtica que se hace. Que a las finanzas p¨²blicas le cueste un contrato estable con un directivo de empresa un mill¨®n de pesetas y el de un trabajador de base 300.000 no es justo, porque los recursos p¨²blicos no est¨¢n para financiar sueldos elevados, sino para favorecer el empleo de los que m¨¢s lo precisan. Que no haya un tratamiento diferenciado para aquellas zonas, como Andaluc¨ªa, en la que existe m¨¢s desempleo tampoco es se?al de equidad. En definitiva, creo que en Andaluc¨ªa hay suficientes razones, de tipo general y particular, para afirmar que no nos favorece la pol¨ªtica de empleo del Gobierno de Espa?a y que, adem¨¢s, puede y debe hacerse otra.GUILLERMO GUTI?RREZ CRESPO
Guillermo Gutierrez es Consejero de Trabajo e Industria.
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