"No existe una clase empresarial con vocaci¨®n democr¨¢tica"
El soci¨®logo chileno Manuel Antonio Garret¨®n sostiene que "el mundo de los grandes empresarios est¨¢ constituido por el pinochetismo" y que su origen hay que buscarlo en "el modelo econ¨®mico implantado por Pinochet, heredero del trauma que vivieron en el Gobierno de la Unidad Popular". Tras el golpe, se?ala Garret¨®n, "los empresarios sellaron un pacto de sangre con el dictador en estos t¨¦rminos: haga usted lo que quiera pero que no vuelva a ocurrir nunca m¨¢s". El trauma "gener¨® una sensaci¨®n de odio, el odio de clases y grandes ganas de revancha". El entreguismo del sector empresarial a los militares explica, seg¨²n este profesor de la Facultad de Ciencias Sociales de la Universidad de Chile, la profunda derechizaci¨®n ideol¨®gica de los hombres que dirigen los negocios en Chile. "En todos estos a?os, desde el fin de la dictadura no se ha recompuesto una clase empresarial dirigente con vocaci¨®n democr¨¢tica. Todos defendieron el s¨ª en el plebiscito de 1988 sobre la permanencia de Pinochet en el poder".El binomio derecha-empresarios no ha olvidado la humillaci¨®n que sinti¨® durante el r¨¦gimen de Salvador Allende y, con anterioridad, con la reforma agraria decretada por el Gobierno de Eduardo Frei Montalva, padre del actual presidente, que desencaden¨® la desconfianza jam¨¢s superada de los hombres de empresa hacia la democracia cristiana. El senador dem¨®crata-cristiano Edgardo Boeninger, uno de los art¨ªfices de la transici¨®n, estima que poco pueden hacer los empresarios para mejorar la actual situaci¨®n del ex general. "Van a tratar de potenciar la imagen de un Chile ingobernable ante un eventual triunfo electoral del candidato socialista Ricardo Lagos. Para ello agitar¨¢n el fantasma de la Unidad Popular, en connivencia con la derecha y las Fuerzas Armadas. Tratar de impedir un triunfo socialista en las elecciones de finales de 1999 ser¨¢ su objetivo".
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