Revista de modas
Chaves se ha lanzado a la reconquista de los ayuntamientos andaluces y dice que el gran reto est¨¢ en los municipios de la Costa del Sol. Respaldando a Chaves, el secretario general del PSOE dej¨® dicho el pasado fin de semana que la pol¨ªtica del PP y la del GIL ya no est¨¢n de moda entre el electorado. Los habitantes de la Costa siempre hemos arrastrado fama de fr¨ªvolos, pero nunca hasta ahora nos hab¨ªan dicho que busc¨¢bamos inspiraci¨®n para nuestro voto en las revistas especializadas en alta costura. Ya era hora de que la Junta de Andaluc¨ªa y el PSOE andaluz se tomaran en serio la Costa del Sol, de la que en buena parte depende el futuro de esta regi¨®n. Hay claros indicios de que en el terreno urban¨ªstico y de obras p¨²blicas las cosas han ido cambiando, y mucho, en los ¨²ltimos meses. Sin embargo, no parece que el PSOE haya madurado suficientemente sus reflexiones pol¨ªticas sobre lo que viene sucediendo en este rinc¨®n de Andaluc¨ªa en los ¨²ltimos siete a?os. En contra de lo que pueda parecerle a Joaqu¨ªn Almunia, los habitantes de Marbella y Estepona no han votado por el GIL siguiendo ninguna moda. Como tampoco es por esnobismo por lo que los de Torremolinos, Fuengirola y los habitantes de las ocho capitales andaluzas han optado por el PP. En Marbella, por ejemplo, el GIL viene manteniendo una sobrad¨ªsima mayor¨ªa absoluta en las dos ¨²ltimas elecciones, mientras los marbell¨ªes siguen votando a la izquierda en las legislativas y auton¨®micas. ?Por qu¨¦, entonces, no eligen a candidatos socialistas para la alcald¨ªa de su pueblo? La respuesta es sencilla: probablemente, porque los conocen, han sufrido su pol¨ªtica y no se f¨ªan. Para tener alguna posibilidad de volver a ganar en los municipios de la Costa del Sol, al PSOE le hace falta algo m¨¢s que confiar en un cambio de modas. Necesita encarar su pasado y dar a entender que vuelve con la lecci¨®n aprendida. Justo lo contrario de lo que ha hecho Chaves al decir que en la Costa del Sol se ha interrumpido el proceso de modernizaci¨®n que protagonizaban los ayuntamientos del PSOE. Si se quiere que Gil vuelva a revalidar la mayor¨ªa absoluta s¨®lo basta decirles a los habitantes de Marbella que el PSOE vuelve para continuar la pol¨ªtica interrumpida por Gil en 1991. Entre la m¨¢s est¨²pida ineficacia y la mafia, es probable que prefieran la mafia. El PSOE, adem¨¢s, ha optado durante el gilismo por la invisibilidad pol¨ªtica. Mientras los grupos municipales socialistas de Marbella y Estepona trataban de frenar al GIL con entusiasmo pero sin medios, los dirigentes locales del PSOE han preferido dedicarse al cainismo cuando no, directamente, se han puesto a sueldo de Gil. En los censos del PSOE en Marbella abundan los personajes que van y vienen al GIL con una soltura que no tiene explicaci¨®n ideol¨®gica, pero tampoco lo necesita: inevitablemente, el PSOE ha sido un vivero para los que no buscan el compromiso pol¨ªtico sino el medro. Para que los votantes recuperen la confianza, el PSOE necesitar¨ªa demostrar que algo ha cambiado. M¨¢s le valdr¨ªa ir disolviendo las agrupaciones locales y llenar las listas de candidatos cre¨ªbles.
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