Orozco reivindica el papel esencial de los africanos en la cultura cubana
Pablo Neruda sol¨ªa contestar a cualquier blanco que hablara de su supuesta superioridad racial sobre los negros con una respuesta tajante: "Imag¨ªnese que a sus antepasados los hubieran apresado, llevado a otro continente y esclavizado. ?Cu¨¢l ser¨ªa ahora la situaci¨®n de usted?". El periodista Rom¨¢n Orozco ha adoptado esta posici¨®n y ha dejado que el negro pueda contar su versi¨®n de la historia para recalcar el papel esencial de los africanos en la cultura cubana. Orozco present¨® ayer en Sevilla su libro Cuba Santa, [EN] que est¨¢ escrito en colaboraci¨®n con Natalia Bol¨ªvar.
Los africanos son una de las tres columnas que han sustentado en el pasado y sustentan en el presente la isla. En el pasado las tres columnas eran los ind¨ªgenas; que fueron exterminados por los espa?oles; los propios conquistadores; y los esclavos negros. Los afroamericanos siguen estando hoy en d¨ªa en la base de una nueva trinidad: los comunistas, los cristianos y los santeros. Es este ¨²ltimo grupo el que conserva las creencias religiosas africanas. Los credos afrocubanos tienen un papel decisivo en la isla. "La propia Iglesia cat¨®lica reconoc¨ªa en 1986 que la mayor¨ªa de la poblaci¨®n practica alguna forma de religi¨®n afrocubana", explic¨® Orozco. Ah¨ª est¨¢, precisamente, el nudo y el objetivo de su libro: mostrar a los lectores un fen¨®meno tan poco conocido como el de los santeros. Adem¨¢s, la influencia de algunas pel¨ªculas ha sido nefasta por la visi¨®n que dan de estas creencias, a las que asocian con fiestas de sexo, alcohol y brutalidad. Orozco, que es delegado de El Pa¨ªs Andaluc¨ªa, rechaz¨® todos estos extremos y pidi¨® para los credos afrocubanos el mismo respeto que se tiene con las religiones convencionales. El catedr¨¢tico de Derecho Constitucional Javier P¨¦rez Royo present¨® ayer el libro, que ha sido publicado por El Pa¨ªs-Aguilar, en la librer¨ªa Aconcagua. P¨¦rez Royo remach¨® ante m¨¢s de medio centenar de personas, entre las que figuraban el presidente de la Junta, Manuel Chaves, y el secretario general del PP andaluz, Juan Ojeda, la idea de que Cuba Santa da curso a la voz de los negros. Orozco destac¨® la aportaci¨®n de Bol¨ªvar en la confecci¨®n del libro. La antrop¨®loga cubana, que es descendiente del Libertador, no pudo estar ayer en Sevilla. El periodista record¨® la explotaci¨®n sufrida por los ind¨ªgenas a manos de los espa?oles y la calific¨® de "genocidio". Con los ind¨ªgenas pr¨¢cticamente exterminados, los espa?oles recurrieron a los esclavos negros. "Aquellas personas no eran bestias de carga ni seres sin alma, como pretend¨ªan muchos espa?oles. En su mayor¨ªa, [esos africanos] eran m¨¢s cultos que los espa?oles que los apresaban. Esos negros viv¨ªan en Estados que ten¨ªan unas civilizaciones desarrolladas", dijo Orozco. El autor de Cuba Santa se detuvo en los tres credos afrocubanos: la Regla de Ocha, la Regla de Palo Monte y las sociedades secretas masculinas de los abaku¨¢s. La santer¨ªa es la Regla de Ocha. Se trata del culto m¨¢s extendido y procede del pueblo yoruba (actual Benin y parte de Nigeria). La Regla de Palo Monte "es de origen congo, bant¨² y mucho m¨¢s dif¨ªcil de entender que la santer¨ªa". "Las sociedades abaku¨¢s son muy agresivas y muy temidas por todos los reg¨ªmenes pol¨ªticos. En la ¨¦poca colonial los abaku¨¢s controlaban los muelles. Era una fuerza muy temida. Su rito religioso procede de una zona entre Nigeria y Camer¨²n", explic¨® Orozco, que tambi¨¦n detall¨® las complicadas relaciones de estas sociedades secretas con el Gobierno de Fidel Castro. El periodista finaliz¨® su exposici¨®n con un recuerdo para las relaciones del r¨¦gimen surgido tras la revoluci¨®n con los credos afrocubanos y el catolicismo. "S¨®lo creo que Fidel cree en Marx y... Lenin", asever¨® Orozco para despejar las dudas sobre una supuesta reconciliaci¨®n de Castro con el catolicismo de su infancia. Orozco record¨® c¨®mo dos palomas blancas se posaron en el hombro de Castro en su discurso del 8 de enero de 1959. La paloma blanca representa a Obatal¨¢, el hijo del que para la santer¨ªa es el dios supremo, Olofi.
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