El ex golpista Hugo Ch¨¢vez consigue la presidencia de Venezuela por amplia mayor¨ªa

Viene de la primera p¨¢ginaLos resultados oficiales, difundidos con rapidez por la empresa espa?ola Indra, confirmaron el triunfo del comandante de paracaidistas en los 24 Estados venezolanos anticipado a media tarde por las proyecciones de los sondeos a pie de urna. "Llamo a mis compatriotas a no tener miedo. No voy a instalar una dictadura tipo cubano o comunista en Venezuela. Eso est¨¢ muy lejos de la verdad. Los hechos demostrar¨¢n que todo eso es mentira", declar¨® poco despu¨¦s conocer la victoria.

Cuando se hab¨ªa escrutado el 76,49% de los votos, en un electorado de 11 millones de personas, Ch¨¢vez sumaba 2.888.732 sufragios (56,36%), Henrique Salas, 2.028.638 votos (39,58%) e Irene S¨¢ez, 160.773, (3,14%). Salas admiti¨® su derrota y prometi¨® vigilar el cumplimiento "del cambio que reclama la sociedad y tambi¨¦n su continuaci¨®n, siempre en defensa de la libertad".

El militar que se rebel¨® el 4 de febrero de 1992 contra el Gobierno de Carlos Andr¨¦s P¨¦rez, fue entronizado por el empobrecimiento e irritaci¨®n de la clase media, que perdi¨® en los ¨²ltimos 20 a?os un 70% de su capacidad adquisitiva, y por el profundo e irreversible desgaste de Acci¨®n Democr¨¢tica (AD), socialdem¨®crata, y Copei, democristiano, gobernantes en alternancia durante cuatro decenios, formaciones identificadas por amplios sectores de la poblaci¨®n como causantes de una corrupci¨®n que sumi¨® al pa¨ªs petrolero en la postraci¨®n y la desconfianza. Hace una semana, observando que sus respectivos candidatos, Luis Alfaro Ucero y la ex Miss Universo Irene S¨¢ez, no prosperaban y el discurso rupturista de Ch¨¢vez lo hac¨ªa aceleradamente, dieron un brusco golpe de tim¨®n: retiraron su apoyo e infraestructura a Ucero y S¨¢ez, que comparecieron por libre, y llamaron a su militancia a votar por Salas.

Las elecciones se desarrollaron sin incidentes graves, con gran afluencia y menor abstenci¨®n que en otros comicios, y sin que las tremendistas advertencias de d¨ªas pasados, los avisos sobre algaradas o cuartelazos, se hayan producido. El presidente, Rafael Caldera hab¨ªa instado a votar con plena libertad y seguridad, con respeto sacrosanto a todos los grupos pol¨ªticos y candidaturas. "Que no se quede nadie sin votar. Los derechos que no se ejercen corren peligro de perderse. Los normalidad calificar¨¢ definitivamente a nuestra democracia como de gente civilizada".

El viernes, en una conferencia de prensa con corresponsales extranjeros, Salas denunci¨® que milicias armadas a las ¨®rdenes del emergente ex golpista ten¨ªan previsto ocupar las calles de las principales ciudades, y conducir al pa¨ªs al caos y la violencia si el escrutinio no favorec¨ªa a Ch¨¢vez.

El ex presidente norteamericano Jimmy Carter advirti¨® de que cualquier cambio a la Constituci¨®n vulnerando su esp¨ªritu o letra puede significar la retirada de las inversiones extranjeras y de embajadores de Venezuela. El Centro Carter particip¨® en la consulta con 40 observadores. Tambi¨¦n acudi¨® una delegaci¨®n de 58 miembros de la Uni¨®n Europea, presidida por la socialista espa?ola Ana Miranda. La Organizaci¨®n de Estados Americanos despleg¨® 68 inspectores. En total, 300 observadores, entre ellos 38 funcionarios de la Embajada de Estados Unidos. "No he observado problemas", declar¨® Carter antes de que hubieran cerrado los colegios.

El que fuera comandante de paracaidistas, traje gris, camisa azul, corbata amarilla con dibujos celestes, alcanz¨® el colegio electoral a duras penas, a hombros de una multitud fanatizada. "Votad con la confianza de que hoy est¨¢ naciendo una Venezuela nueva", dijo Ch¨¢vez.

No todos asisten con esperanza a la refundaci¨®n de la rep¨²blica anunciada por el sable reconvertido a la democracia. Uno de ellos es el conocido escritor Juan Liscano, de 73 a?os. "Ch¨¢vez presenta, sin cesar, caras sucesivas, pero su verdadero rostro est¨¢ siempre detr¨¢s de ¨¦l". El intelectual no tiene clemencia, e incluye a Ch¨¢vez entre las personalidades amenazantes, capaz de llevar al pa¨ªs a una dictadura de fundamentos parecidos a los movimientos europeos causantes de la II Guerra Mundial. "Sus consejeros deben pasar mucho tiempo reteni¨¦ndole, rectificando por ¨¦l; ajustando su imagen de ese dictador en potencia a la de un l¨ªder democr¨¢tico pac¨ªfico" asegura.

La mayor¨ªa no piensa as¨ª, y cree que la realidad, las cuentas de la administraci¨®n saliente, la globalidad y los compromisos internacionales le atemperar¨¢n.