La concertada

El pasado 4 de diciembre hemos celebrado en los centros docentes andaluces el 20 aniversario de la Constituci¨®n espa?ola, siguiendo las instrucciones emanadas de la Consejer¨ªa de Educaci¨®n de la Junta de Andaluc¨ªa. Nada que objetar. Sorprende, sin embargo, el silencio frente a otra conmemoraci¨®n tambi¨¦n fundamental: el 10 de diciembre se cumple el 50 aniversario de la Declaraci¨®n de los Derechos Humanos. Declaraci¨®n que, adem¨¢s de inspirar a la propia Constituci¨®n espa?ola, supone en s¨ª misma el germen de una Constituci¨®n mundial. Germen que todos debemos valorar y que se deber¨ªa desarrollar en el futuro (con actuaciones como el Tribunal Penal Internacional, por ejemplo) para asegurar una progresiva igualdad de derechos a los ciudadanos del mundo frente a las dictaduras y fascismos de todo el signo y la voracidad del capital multinacional. El objeto de estas breves l¨ªneas es doble: por un lado, animar a los centros docentes a celebrar tambi¨¦n este 50 aniversario, y, por otro, instar a la Consejer¨ªa de Educaci¨®n a que en el futuro celebre ambas fechas aprovechando la cercan¨ªa de las mismas y la fuerte relaci¨®n existente entre estos documentos.- Juan C. Cobo S¨¢nchez. Ja¨¦n.

Durante los ¨²ltimos meses, por los medios de comunicaci¨®n, hemos podido conocer el n¨²mero cada vez m¨¢s alarmante de casos de violencia dom¨¦stica, o sea, malos tratos de hombres a mujeres. Tambi¨¦n que las instituciones p¨²blicas est¨¢n haciendo un esfuerzo por optimizar los recursos disponibles para las v¨ªctimas e incluso pretenden coordinarse y de ah¨ª la firma del protocolo que tuvo lugar el pasado d¨ªa 26. Ha habido, adem¨¢s, una importante movilizaci¨®n de asociaciones que ha culminado en la manifestaci¨®n del d¨ªa 25, y otras tantas acciones de menor resonancia. Pero todas con el mismo prop¨®sito de defender los derechos humanos y concienciar a la sociedad del tremendo da?o que hacen los maltratadores, ahora y para el futuro. Porque ellos desestructuran la vida y la personalidad tanto de las mujeres como de los ni?os, que tambi¨¦n son v¨ªctimas, y dif¨ªcilmente una madre maltratada puede transmitir a sus hijos algo m¨¢s que la desesperanza. En la manifestaci¨®n hubo alg¨²n que otro hombre, otros pocos fueron espectadores ocasionales y el resto... ?D¨®nde est¨¢n los hombres? No se oye su voz clamar contra este delito y, sin embargo, cuando se trataba de impedir que las mujeres pudi¨¦ramos decidir por nosotras mismas la interrupci¨®n de un embarazo no deseado, multitud de ellos salieron a la calle, vociferando, incluso desde los p¨²lpitos. ?Ser¨¢ que no les importa que nos peguen? ?Estamos rodeadas de bestias dominadoras? O simplemente es que retransmit¨ªan un partido de f¨²tbol a la misma hora y seguramente ya ten¨ªan la cena preparada por esas mujeres que, en la calle, solas, gritaban contra una de las peores violencias: la que ocurre en el seno familiar. Me gustar¨ªa escuchar su voz, pero no como lo hace el se?or Arenas (PP) que cada vez que habla es para marcarse un tanto con las mujeres a costa de ningunear a otra mujer, su colaboradora Amalia G¨®mez, que es la que trabaja de verdad. Me gustar¨ªa escuchar la voz de los hombres denunciando a sus cong¨¦neres y o¨ªrles en la lucha por la igualdad y los derechos humanos. Me gustar¨ªa que gritaran algo m¨¢s que ?goool!- Carmela G¨¢lvez. Sevilla.