Garz¨®n procesa a Pinochet y le imputa la muerte directa de un centenar de personas

El juez Baltasar Garz¨®n proces¨® ayer, coincidiendo con el 50 aniversario de la Declaraci¨®n de los Derechos Humanos en la Asamblea de la ONU, al ex dictador chileno Augusto Pinochet, al que imputa haber ordenado personalmente la muerte de un centenar de personas. Garz¨®n mantiene que los hechos constituyen delito de genocidio, terrorismo y torturas, a pesar de que el Reino Unido no tramitar¨¢ la extradici¨®n por el primero de esos delitos. Tambi¨¦n ha confirmado la detenci¨®n y prisi¨®n del actual senador chileno y el embargo de sus cuentas en Suiza y Luxemburgo.

Garz¨®n imputa a Pinochet haber ordenado de forma directa y personal el 11 de septiembre de 1973 la detenci¨®n, tortura y previsiblemente el asesinato de nueve asesores del presidente Salvador Allende y de otros 15 miembros de su dispositivo de seguridad.Tambi¨¦n le imputa haber ordenado personalmente al general Sergio Arellano en octubre de 1973 la ejecuci¨®n de 68 civiles en las localidades de Serena, Copiap¨®, Antofagasta y Calama, sucesos que posteriormente recibieron el nombre de "la caravana de la muerte". En teor¨ªa, Arellano deb¨ªa unificar y agilizar los procesos que se segu¨ªan en los tribunales militares. El hecho no fue comunicado al general Lagos Osorio, responsable militar de la zona, que pidi¨® cuentas a Arellano. ?ste le exhibi¨® un documento firmado por Pinochet en el que le nombraba su "Delegado Especial". Lagos se entrevist¨® posteriormente con Pinochet, pero el entonces comandante en jefe del Ej¨¦rcito le inst¨® a que tratase "de superar ante la opini¨®n p¨²blica la grave situaci¨®n producida" ante el impacto que ocasionaban las ejecuciones extrajudiciales.

Aunque el auto de Garz¨®n se?ala que las atrocidades cometidas por la Direcci¨®n de Inteligencia Nacional (DINA) "como organizaci¨®n criminal" se hicieron "siguiendo las ¨®rdenes emanadas por Pinochet" se destacan los atentados contra Orlando Letelier y Ronni Moffit, en Washington, y los del general Prats y su esposa, en Buenos Aires, como atentados directamente planeados y ordenados por Pinochet.

En total, se imputa a Pinochet la intervenci¨®n directa en un centenar de asesinatos, que figuran documentados en el sumario.

El auto relata los pormenores del golpe militar que derroc¨® a Salvador Allende, el ofrecimiento que Pinochet le hizo para que huyera y el plan que ten¨ªa para matarlo. Seguidamente describe los pormenores de la represi¨®n en Chile y los planes que los militares golpistas proyectaron y realizaron para destruir cualquier signo de oposici¨®n al r¨¦gimen de terror que implantaron.

El texto, al igual que el auto de prisi¨®n, recoge la relaci¨®n de v¨ªctimas catalogadas por la Comisi¨®n de Verdad y Reconciliaci¨®n, en el denominado Informe Rettig. Tambi¨¦n detalla las actividades de la DINA y la intervenci¨®n y direcci¨®n de Pinochet en la Operaci¨®n C¨®ndor.

Garz¨®n ha mantenido el delito de genocidio, a pesar de que los brit¨¢nicos lo han excluido de la extradici¨®n, porque los hechos deben tipificarse as¨ª seg¨²n la legislaci¨®n espa?ola. El Tribunal Europeo de Derechos Humanos puede pronunciarse en contra del criterio brit¨¢nico y, si la extradici¨®n no fuera concedida, Pinochet podr¨ªa ir a otro pa¨ªs, donde ese delito s¨ª le fuera aplicable.