Tortura para menores
Un juguete que se comercializa estas navidades propone 'torturar' o encerrar en una 'celda de castigo' a un mu?eco
El art¨ªculo 5 de la Declaraci¨®n de Derechos Humanos afirma que "nadie ser¨¢ sometido a torturas", pero nada dice sobre cu¨¢l debe ser la actitud sobre que los ni?os ensayen con los juguetes que se ponen a la venta para la campa?a navide?a. Para dar ideas, El Incre¨ªble Hulk, uno de los juguetes que m¨¢s visitas tienen por parte de la poblaci¨®n infantil en las grandes superficies, viene acompa?ado de dos unidades de tortura y una celda de castigo. El juego, que en cada una de estas tres modalidades cuesta entre 2.500 y 5.000 pesetas, no pasa de ser un mu?ecote con una caja que se rompe por un mecanismo de cuerda, pero el embalaje promete "trampa de rayos gama" y "acci¨®n de fuga con temporizador" como muestras de la tortura que puede superar el h¨¦roe.El Instituto Nacional de Consumo (INC) reconoce que nada puede hacer contra este tipo de juguetes, como tampoco contra el c¨¦lebre videojuego Carmegeddon, pues "no hay fraude" y se informa en el envase de lo que est¨¢ comprando el adulto. El INC llama a la responsabilidad de los padres para hacer frente a estos productos.
La psic¨®loga infantil Mara Cuadrado, del grupo de psicolog¨ªa Luria, mantiene que lo grave de las unidades de tortura para el pobre Hulk es "el paralelismo que implica para el ni?o relacionar algo que, al menos, existi¨® hist¨®ricamente con un juguete". A cambio, reconoce que, "si no se le compra alg¨²n juguete b¨¦lico al ni?o que lo pide, ¨¦ste convertir¨¢ sus construcciones en pistolas". Como recomendaci¨®n, anima a los sufridos padres a "compensar un juguete b¨¦lico con otros que ense?en algo positivo". Y advierte que, "cuanto m¨¢s peligroso parezca uno de estos mu?ecotes, m¨¢s gustar¨¢n a los ni?os, porque, sin darles miedo, est¨¢n en el l¨ªmite de aquello que les atemoriza". No as¨ª a las ni?as, pues, aun con el esfuerzo de no hacer distingos, ¨¦stas se inclinan por otro tipo de mu?ecos. Asegura que, por t¨¦rmino medio, las ni?as espa?olas de entre 6 y 12 a?os tienen cuatro Barbies y que, aunque no est¨¢ demostrado que haya una relaci¨®n entre el modelo Barbie y la anorexia, tampoco se ha demostrado lo contrario.
Que vigilen los padres
La UCE (Uni¨®n de Consumidores de Espa?a), que en ocasiones anteriores elabor¨® alguna lista de juguetes poco recomendables, apela este a?o a la "responsabilidad de los padres" y a una "mayor inspecci¨®n" de las autoridades para que no se pongan a la venta juegos y juguetes que incumplen las normas de seguridad. Alertan contra todo juego que no lleve especificado el fabricante o importador, con su direcci¨®n completa, para cualquier reclamaci¨®n. Y, para los m¨¢s peque?os, piden que no se compren juegos de pl¨¢stico blando, porque pueden contener PVC.El Instituto Tecnol¨®gico del Juguete AIJU prefiere no pronunciarse en contra de ning¨²n juego. Con todo, Mar¨ªa Costa, directora del departamento de pedagog¨ªa de AIJU, propone una serie de recomendaciones antes de vestirse de rey mago: que est¨¦ clara la direcci¨®n del fabricante como prerrequisito de que cumple las normas de seguridad; que no tenga muchos bordes ni apariencia poco consistente, y que permita que el ni?o participe. En los juegos de mesa y construcciones, que puedan guardarse en el embalaje f¨¢cilmente y que las piezas encajen. En los videojuegos, pide a los padres que se lo piensen si el juego s¨®lo pretende matar a los malos o liberar a una princesa. Y en los que simulan un ordenador, que el juego no acabe con cuatro o cinco operaciones y se adapte a los intereses del ni?o. Para los m¨¢s peque?os, comprar productos europeos, que "en el 90% de los casos" no tienen PVC. Y una recomendaci¨®n poco popular: "Los juguetes m¨¢s baratos son los m¨¢s peligrosos".
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