El calendario de Pastrana

Andr¨¦s Pastrana, que recibi¨® a EL PA?S la semana pasada, ha perdido parte de su punto de ebullici¨®n de cuando era s¨®lo presidente electo, pero mantiene una serenidad ejemplar en medio de un escenario en el que pululan los actores: Fuerzas Armadas Revolucionarias de Colombia (FARC), la guerrilla cristiana del Ej¨¦rcito de Liberaci¨®n Nacional (ELN), otros grupos menores insurrectos, contraguerrilla sufragada por narcos y latifundistas, iglesia, sociedad civil y todo tipo de mediadores autoproclamados. Las expectativas del prersidente son, sin embargo, m¨¢s escuetas que a la victoria electoral de junio; hoy se conforma con que el pr¨®ximo 7 de enero comiencen las negociaciones sin que las FARC haya exigido, como se tem¨ªa, que primero se produjera entre las partes el canje de prisioneros. Si as¨ª hubiera sido, Pastrana se habr¨ªa visto en un callej¨®n sin salida porque la Constituci¨®n proh¨ªbe las medidas de gracia para la mayor¨ªa de los 452 guerrilleros en su poder, incursos en delitos de secuestro y otras atrocidades. A cambio de ellos el Gobierno esperaba recuperar una cifra algo menor de soldados y polic¨ªas en manos de la guerrilla, que ahora, todo parece indicar, seguir¨¢n presos para largo. El despeje deber¨¢ concluir, en cualquier caso, el 7 de febrero cumpliendo su plazo inicial de tres meses, y si para entonces no ha obtenido algo tangible el presidente se hallar¨¢ en una situaci¨®n muy apurada. Esa concesi¨®n de la guerrilla se especula con que pueda ser una tregua indefinida; pero Manuel Marulanda no parece tener prisa.