La Poveda
Como r¨¦plica a la lamentable intervenci¨®n del Director General de Calidad Ambiental de la Comunidad de Madrid el pasado d¨ªa 1 de diciembre en las noticias de Telemadrid, edici¨®n de las 20 horas, le manifiesto lo siguiente:1. En La Poveda, Arganda del Rey, llevamos (despu¨¦s de un afortunado par¨¦ntesis de cinco meses aproximadamente) soportando desde el pasado d¨ªa 21 de octubre la maligna influencia de Aceites Ecol¨®gicos, S.A. As¨ª como padeciendo las consecuencias perniciosas de dicha influencia: insoportables olores, n¨¢useas, dermatitis, conjuntivitis, dolores de cabeza, otitis, rinitis, etc¨¦tera.
2. Que lo estamos denunciando, tanto en el juzgado como en la Guardia Civil, siempre que podemos (dado que el horario en el que la empresa en cuesti¨®n nos envenena suele ser en el que dormimos) y en todos los casos ante la Polic¨ªa Local.
3. Que la empresa suele verter efluentes l¨ªquidos y aumentar las emisiones de substancias t¨®xicas por sus chimeneas en d¨ªas y horas de dif¨ªcil denuncia y mucho mas dif¨ªcil control: nocturnamente y en fines de semana y festivos.
4. Que la empresa conoce perfectamente de antemano los d¨ªas en que la consejer¨ªa va a realizar los controles, pues coincide que esos d¨ªas disminuyen significativamente los olores antes de que lleguen los t¨¦cnicos para recoger los datos y de ello son testigos los reporteros de una emisora auton¨®mica de televisi¨®n.
5. Que, al contrario de lo que dej¨® a entender el Director General en su intervenci¨®n, los 6.000 vecinos de La Poveda no nos quejamos de vicio, ni somos unos paranoicos.
6. Que las mediciones que hacen en la empresa o son falsas, o no est¨¢n tomando datos de las substancias que nos est¨¢n enfermando.
7. Que el Director General parece ser que no se da cuenta o desconoce la magnitud del problema y no le invito a mi casa para que sea ¨¦l mismo quien compruebe cual es la realidad, porque no se merece ni el plato de comida, ni la cama.
8. Que es intolerable que una persona de su cargo haga declaraciones con la prepotencia, chuler¨ªa y soberbia con que lo ha hecho; despreciando la calidad de vida, el estado de salud y las consecuencias en el futuro para una poblaci¨®n de seis mil personas.- .
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