Enric Satu¨¦ compara la cubierta de un libro con el p¨®rtico de un edificio

Nunca ha le¨ªdo previamente los libros cuyas portadas dise?a. Enric Satu¨¦ asegur¨® ayer, en la presentaci¨®n de su nuevo trabajo, El dise?o de libros del pasado, del presente y tal vez del futuro (Fundaci¨®n Germ¨¢n S¨¢nchez Ruip¨¦rez), que tratar de emular a Kafka o a otro escritor en la cubierta de un libro tras su lectura es una ambici¨®n in¨²til: "No se puede reducir el testamento literario de un autor a una imagen".

El dise?o de libros del pasado, del presente y tal vez del futuro. La huella de Aldo Manuzio est¨¢ escrito desde la nostalgia. La dedicatoria del volumen -"A los que fueron mis editores predilectos: Rosa Reg¨¢s, Alfonso Com¨ªn y Jaime Salinas"- no es m¨¢s que un homenaje a los editores que le permitieron "innovar, experimentar e investigar". Con ellos comparti¨® Satu¨¦ la idea de transformar la sociedad a trav¨¦s de la cultura, un concepto que "hoy no tiene sentido, dado que la edici¨®n coincide ahora con un momento de ¨¦xito material".El dise?o de libros del pasado, del presente y tal vez del futuro analiza la obra del humanista veneciano Aldo Manuzio y da una visi¨®n sobre la actualidad de este arte en un tono cr¨ªtico. La letra cursiva, el formato de bolsillo, el libro ilustrado y las colecciones tem¨¢ticas tambi¨¦n tienen un hueco en este libro, con el que su autor cierra un ciclo personal. "Llevo a?os en los que las editoriales no solicitan mis servicios. He trabajado en 50 editoriales, y en este momento la mayor¨ªa de mis encargos no est¨¢n centrados en la edici¨®n", explic¨® Satu¨¦. El primer requisito que debe reflejar la portada de un libro, seg¨²n este te¨®rico del dise?o gr¨¢fico, es tratar de dar fe del rigor de una empresa editorial. Para Satu¨¦, es fundamental hablar de la portada en t¨¦rminos arquitect¨®nicos: "La fachada o el p¨®rtico de un edificio sirven para crear un clima o descubrir un paisaje".

Jaime Salinas, que estuvo en la presentaci¨®n del libro, demostr¨® que la sinton¨ªa entre editor y autor es total. Ambos se conocieron a poco de iniciarse el proyecto de la editorial Alfaguara y los dos coincidieron en se?alar los cambios de criterios que se est¨¢n produciendo en el mundo editorial, donde el dise?o ha terminado por industrializarse. Las cosas no eran as¨ª cuando Satu¨¦ dise?¨® las primeras cubiertas de Alfaguara. "Cada libro ten¨ªa una orla exterior que era ¨²nica y unos s¨ªmbolos que le daban identidad propia. Todo, desde los logotipos hasta el papel y las facturas, ten¨ªa una unidad", afirm¨® Salinas, para el que el editor de final de milenio se ha convertido "en un prisionero de los departamentos financieros". El ¨¦xito mercantil de la edici¨®n no ha mejorado lo m¨¢s m¨ªnimo la tipograf¨ªa. "La separaci¨®n entre la portada y el interior es total", apunta Satu¨¦. "El dise?ador se debe meter en el interior del libro y ayudar a mejorar el producto".

Rosa Reg¨¢s insisti¨® en el ejercicio de nostalgia que supone hoy hablar de la edici¨®n como elemento para transformar la sociedad a trav¨¦s de la cultura. Y Oriol Bohigas dice en el pr¨®logo que la ¨²nica salvaci¨®n del arte es situarse en un papel cr¨ªtico. "El libro se halla hoy en una situaci¨®n empobrecida y le vendr¨ªan bien unos cuantos Manuzios editores de incunables".