M¨²sica y cante dirigidos hacia Bagdad

Me preguntaba yo, durante el concierto, qu¨¦ podr¨¢n humildes m¨²sicas y cantes jondos contra las bombas de la maquinaria de guerra m¨¢s poderosa del mundo, y se me helaba el coraz¨®n. ?Qu¨¦ van a poder!La fatalidad quiso que menos de 24 horas antes de que comenzara un acto programado con antelaci¨®n los misiles volvieran a brillar como estrellas en el cielo de la noche iraqu¨ª. No voy a entrar en si este pueblo a?ade a sus desgracias la de estar gobernado por personajes inadecuados. No era esto lo que motivaba el concierto, sino dar testimonio de un embargo internacional despiadado cuyas terribles consecuencias pagan en primer lugar ni?os, mujeres, enfermos y otros inocentes. Menese aludi¨® a las fechas prenavide?as que vivimos, e hizo ese cante de campanilleros de Manuel Torre que dice: "A la puerta de un rico avariento / lleg¨® Jesucristo y limosna pidi¨®, / y en lugar de darle la limosna / los perros que hab¨ªa se los azuz¨®...".

Quienes azuzan los perros no quisieron esta vez dejar pasar la ocasi¨®n de sujetar la jaur¨ªa. El arte, cuya bondad es natural y propia, alza su voz pidiendo que cese el hostigamiento, que se deje vivir en paz a un pueblo herido y humillado.

Y Nassir Shamma, iraqu¨ª considerado el mejor laudista del mundo, toc¨® alg¨²n tema estremecedor sobre la tragedia de su pa¨ªs, el m¨¢s impresionante aquel en que, seg¨²n explic¨® un traductor, murieron 800 ni?os carbonizados en un refugio en donde estall¨® un misil en la guerra del Golfo de 1990. Es depositario de la tradici¨®n mesopot¨¢mica cuatro veces milenaria de instrumentos de cuerda, y en cierto modo heredero de aquel cantor bagdad¨ª llamado Ziryab (P¨¢jaro Negro), que en el siglo IX se instal¨® en la corte cordobesa de Abderram¨¢n II, donde fue hombre en extremo influyente y cre¨® un conservatorio de m¨²sica andaluza que algunos toman como referente remoto de nuestro arte flamenco. Shamma es un verdadero virtuoso del la¨²d. En otro de los temas que interpret¨® demostr¨® su recuperaci¨®n de t¨¦cnicas de hace 4.000 a?os, cuando se tocaba el instrumento pulsando las cuerdas con los dedos de ambas manos, y no con p¨²a en la derecha, como se hace hoy. Otro de los temas, de gran espectacularidad evidentemente, pero tambi¨¦n enormemente dif¨ªcil, que ¨¦l hizo casi en su totalidad con s¨®lo la mano izquierda, fue una adaptaci¨®n de su autor¨ªa para que pueda ser interpretada por lisiados que tengan un solo brazo.

Enrique de Melchor, Menese, Manglis y todos los dem¨¢s -que, por supuesto, actuaron desinteresadamente- estuvieron a la altura de las circunstancias, en un concierto en que la m¨²sica no era lo prioritario, sino el veh¨ªculo de un acto humanitario, secundado por un p¨²blico perfectamente solidario que incluso manifest¨® a veces su ideario pol¨ªtico.

Todo esto acaso sea balad¨ª cuando las bombas caen sobre aquella tierra infortunada, pero aun as¨ª quiero creer que la acci¨®n ben¨¦fica del arte no ser¨¢ en vano.