El nuevo l¨ªder de la C¨¢mara confiesa una aventura sexual
La confesi¨®n de adulterio efectuada en la noche del jueves por el pr¨®ximo presidente de la C¨¢mara de Representantes, el republicano Bob Livingston, a?adi¨® ayer m¨¢s madera al surrealista clima pol¨ªtico de Washington. Los correligionarios de Livinsgton acusaron a la Casa Blanca de haber "filtrado" las informaciones que precipitaron la confesi¨®n. Desde la sede gubernamental se calificaron de "irresponsables" dichas acusaciones.Livingston, congresista por Luisiana y sucesor a partir de enero de Newt Gingrich en el liderazgo parlamentario republicano, afirm¨® en una declaraci¨®n escrita que confes¨® porque su vida personal estaba siendo investigada por "individuos que, en colaboraci¨®n con algunos medios de comunicaci¨®n, buscaban imprudencias susceptibles de ser explotadas para perjudicar a mi persona y mi partido en la v¨ªspera de la hist¨®rica votaci¨®n sobre el impeachment del presidente".
La revista pornogr¨¢fica Hustler tiene previsto sacar en enero un ejemplar con historias sobre las pasadas aventuras extraconyugales de Livingston y otros miembros del Congreso. Al calor del caso Lewinsky, Larry Flynt, propietario de la revista, ofreci¨® hasta un mill¨®n de d¨®lares a cualquier mujer que pudiera probar haber sostenido relaciones ad¨²lteras con congresistas o senadores.
Los republicanos sospechan que la revelaci¨®n sobre el pasado de Livingston es responsabilidad del detective Terry Lenzner, contratado por los abogados de la Casa Blanca para encontrar basura sobre los enemigos del presidente. Livingston, que en la noche del jueves present¨® su dimisi¨®n a sus colegas, que le reafirmaron en el puesto con un gran aplauso, explic¨® que su caso se diferencia del de Clinton en que ¨¦l nunca tuvo relaciones sexuales con una subordinada y que jam¨¢s minti¨® bajo juramento sobre nada.
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