"No soy un hombre del Partido Popular"
Manuel Pizarro (Teruel, de 47 a?os) es, desde el pasado mes de marzo, la cabeza visible de la Confederaci¨®n Espa?ola de Cajas de Ahorros (CECA), instituci¨®n que acaba de cumplir 70 a?os. Tutela, pues, 50 entidades, que representan m¨¢s de la mitad del sistema financiero nacional. F¨¦rreo defensor de la libertad de mercado, de la sociedad civil y de reducir el tama?o del Estado, conf¨ªa en la fortaleza de las cajas para afrontar la llegada del mercado ¨²nico. Espera fusiones en el sector, aunque no una avalancha, y considera innecesario modificar la naturaleza jur¨ªdica de las cajas. Y pide respeto por parte de los pol¨ªticos "para todos aquellos que no hacemos pol¨ªtica desde nuestro cargos".P. ?Cree que la llegada del euro provocar¨¢ una avalancha de fusiones de cajas?
R. No cabe duda de que el euro va a provocar un cambio de escenario, tal y como ocurri¨®, por ejemplo, cuando se abri¨® la posibilidad de que las cajas salieran de su ¨¢mbito territorial, lo cual provoc¨® que ganaran peso y dimensi¨®n. En este nuevo escenario, cada caja tendr¨¢ que decidir lo que quiere ser, teniendo en cuenta lo que puede ser. Una vez decidido esto, cada entidad deber¨¢ elegir si quiere una fusi¨®n, una alianza, un acuerdo. En cualquier caso, no preveo una avalancha de fusiones. Por supuesto, s¨ª habr¨¢ concentraciones, pero eso ha sido una constante en la historia de las cajas de ahorros.
P. Pero ahora no es posible, por ejemplo, unir dos cajas de ahorros de distintas comunidades aut¨®nomas.
R. En realidad, por poderse, se puede, lo ¨²nico que se necesita es que las comunidades aut¨®nomas implicadas den el visto bueno. En general, lo que hace falta es abrir caminos, dejar que cada uno sea lo que quiera ser, que no haya cors¨¦s. Que nadie pueda decir que no es competitivo porque hab¨ªa una traba legal. La grandeza y la servidumbre de una econom¨ªa abierta es que el mercado premia al que lo hace bien y castiga al que lo hace mal.
P. ?Hay un excesivo peso de los partidos en las cajas?
R. No. Aqu¨ª hay una cosa que hay que tener clara. En la propia Constituci¨®n de 1978 se permite, en el art¨ªculo 148, que los distintos estatutos de las comunidades aut¨®nomas puedan tener competencias exclusivas en materia de cajas. Y todos los estatutos recogen esa competencia. De ah¨ª que cada comunidad legisle y determine la composici¨®n de los ¨®rganos de gobierno. Si esto es bueno o malo, yo no puedo decirlo ahora. La respuesta la podr¨¦ dar dentro de cinco a?os, porque las leyes son buenas o malas en funci¨®n del uso que se haga de ellas. Cuando veamos que las cajas de una determinada comunidad salen adelante con fuerza porque tienen una buena ley, lo destacaremos. El problema, y m¨¢s con la implantaci¨®n del euro y los bajos tipos de inter¨¦s, es que una mala ley auton¨®mica que lime a las cajas unos decimales de competitividad puede provocar que esas entidades pasen de ganar a perder.
P. ?Considera necesario un gran pacto pol¨ªtico que armonice las legislaciones auton¨®micas?
R. La opini¨®n en materia de cajas se parece much¨ªsimo en los grandes partidos pol¨ªticos. Creo que todo lo que sea tener un marco claro y consensuado, con todos los partidos nacionalistas incluidos, es bueno.
P. ?Es usted un hombre del PP?
R. No soy un hombre del PP. Soy independiente. Creo que hay opciones vitales que la gente tiene. Yo respeto much¨ªsimo a la gente que se dedica a la pol¨ªtica y seguramente yo no tengo la valent¨ªa suficiente de estar en pol¨ªtica, quiz¨¢ porque ya pas¨¦ por ella en la ¨¦poca de la UCD. De all¨ª ya sal¨ª vacunado. Ahora bien, yo s¨®lo pido una cosa. Yo pido respeto para los que no estamos en pol¨ªtica mientras no hagamos pol¨ªtica desde donde estamos. Mientras no hagamos pol¨ªtica partidista se nos tiene que respetar, al igual que yo respeto a los que est¨¢n en pol¨ªtica.
P. ?Descarta entrar en pol¨ªtica?
R. Yo no me veo en pol¨ªtica. Se puede hacer un tipo de pol¨ªtica distinto. Creo que en este pa¨ªs, que muchas veces es cainita, hacen falta lugares de encuentro, sitios donde todas las partes se f¨ªen de quienes no estamos en la confrontaci¨®n pol¨ªtica. Lo trascendente es hacer pa¨ªs y no pol¨ªtica, aunque esto sea tambi¨¦n importante. Cuantos m¨¢s sociedad civil y ¨®rganos de reflexi¨®n tengamos, mejor.
P. ?Debe cambiar la naturaleza jur¨ªdica de las cajas?
R. No. Yo creo que eso nadie lo cuestiona. Las cajas funcionan y han funcionado bien. Y cuando algo evoluciona as¨ª, no es necesario cambiarlo. Lo ¨²nico que hay en cuesti¨®n es c¨®mo hacer las cajas m¨¢s competitivas.
P. ?Cu¨¢l es su modelo de CECA?
R. Una CECA que busca una adecuada representaci¨®n de las cajas en la sociedad espa?ola. Queremos que la sociedad visualice la importancia que tienen las cajas como uno de los rasgos distintivos esenciales del sistema financiero espa?ol. Y creo que eso ha quedado claro durante la reciente celebraci¨®n del septuag¨¦simo aniversario de la CECA. Primero, hubo un acto en la Biblioteca Nacional, donde hicimos ver que las cajas son quiz¨¢ la primera editorial espa?ola y con lo que quisimos simbolizar el di¨¢logo y la ayuda a la cultura. Luego tuvimos una cena en la Bolsa, como representaci¨®n del anclaje a los mercados. Y el tercer acto, una asamblea presidida por el pr¨ªncipe Felipe, que muestra un sector din¨¢mico y abierto al futuro. La CECA debe reflejar todo eso. Debe prestar servicios para que la caja m¨¢s peque?a pueda dar el mejor servicio, debe atender la promoci¨®n cultural y debe representar al sector ante el Gobierno, los partidos pol¨ªticos, la sociedad.
P. Al margen de la presidencia de CECA, ocupa la de Ibercaja y la vicepresidencia de la Bolsa de Madrid. ?Con la experiencia y datos que posee, considera que la crisis financiera ha pasado?
R. ?sa es la pregunta del mill¨®n. Creo que los negros nubarrones que hab¨ªa hace unos meses en gran parte se han despejado. Y ello porque, como comentaba alg¨²n experto en la ¨²ltima reuni¨®n del FMI, cuando las cosas se ponen muy mal, hay que buscar soluciones. Eso es lo que est¨¢ pasando. Se est¨¢n buscando soluciones en Jap¨®n, en Brasil, en el sureste asi¨¢tico. Ahora bien, los desequilibrios b¨¢sicos en estas zonas est¨¢n latentes. Adem¨¢s, hay disfunciones econ¨®micas generales que a¨²n no est¨¢n corregidas.
P. ?C¨®mo se pueden remediar esos problemas?
R. Hay que potenciar de forma decidida la idea de la cohesi¨®n social. No hay aut¨¦ntico desarrollo econ¨®mico si eso no lleva a la cohesi¨®n social. Y ¨¦sta no la produce el Estado, sino la propia sociedad civil. Las sociedades maduras son sociedades donde los servicios no pueden ser el m¨ªnimo vital que da el Estado. Y aqu¨ª est¨¢ el gran problema de los tigres asi¨¢ticos. Han crecido demasiado en t¨¦rminos macroecon¨®micos, pero no en los microecon¨®micos ni en la cohesi¨®n social. Las sociedades abiertas se caracterizan porque exigen responsabilidad al individuo. Es f¨¢cil votar cada cuatro a?os y desentenderse. Es mucho m¨¢s dif¨ªcil ser accionista de una empresa, acudir a las juntas, estudiar las auditor¨ªas y censurar la gesti¨®n. Eso es lo que equilibra una sociedad. Y eso es lo que ha fallado en las sociedades que han protagonizado la crisis financiera. No han conformado una sociedad media fuerte que vigile los gobiernos, las empresas, la corrupci¨®n. Yo creo que el gran c¨¢ncer de estas sociedades, el denominador com¨²n de los problemas ha sido que han ca¨ªdo en una crisis de confianza, en gran parte motivada por la corrupci¨®n.
P. ?Qu¨¦ papel debe jugar el Estado en este planteamiento?
R. El Estado tiene que ser m¨¢s controlador y m¨¢s exigente. Pero lo que se ha demostrado es que, cuando el Estado gestiona, no se puede controlar a s¨ª mismo. Cada vez veo al Estado menos como prestador de servicios, porque si presta no controla. E insisto en la idea de que la cohesi¨®n social es fundamental para que la sociedad funcione. Yo creo en la redistribuci¨®n a trav¨¦s de generar riqueza no de repartir pobreza. Y las cajas pueden jugar un papel fundamental en este proceso.
P. ?C¨®mo va a ser el negocio financiero con la llegada del euro y los tipos de inter¨¦s bajos?
R. Va a tener que ser muy cuidadoso, prestando mucha atenci¨®n a las necesidades de la clientela y atendiendo cada entidad a su nicho espec¨ªfico de mercado. La tarea principal de las cajas en los pr¨®ximos a?os va a centrarse en asesorar a las personas para que la ecuaci¨®n ahorro-inversi¨®n salga. En hacer trajes a la medida para que el cliente pueda ahorrar m¨¢s. P. ?Seguir¨¢n las cajas ganando terreno a la banca y comprando redes de oficinas?
R. No estamos asistiendo a un movimiento homog¨¦neo. Las cajas de ahorros est¨¢n comprando redes, pero no hay que olvidar que hasta hace poco no pod¨ªan salir de su ¨¢mbito territorial. Adem¨¢s, los bancos, sobre todo los grandes, est¨¢n creciendo con compras en el exterior.
P. ?C¨®mo son en estos momentos las relaciones de la Confederaci¨®n de cajas con la patronal bancaria?
R. Tenemos unas relaciones estupendas con la banca. Todos estamos en el mismo barco y debemos procurar que el sistema financiero funcione bien, que sea cada d¨ªa m¨¢s competitivo. Es mucho m¨¢s lo que nos une que lo que nos separa.
P. ?Continuar¨¢n las cajas siendo tan activas en la compra de participaciones industriales?
R. Considero que las cajas de ahorros seguir¨¢n aumentando sus participaciones industriales y creo que deben hacerlo con la prudencia necesaria y calibrando la rentabilidad econ¨®mica y social de cada operaci¨®n.
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