El IVAM rinde el primer homenaje p¨®stumo a la figura y obra del pintor Antonio Saura

, La estrecha relaci¨®n que mantuvo a lo largo de su vida Antonio Saura con el mundo art¨ªstico de la ciudad de Valencia se intensific¨® a¨²n m¨¢s cuando se inaugur¨® el IVAM hace casi 10 a?os. Ahora, seis meses despu¨¦s de la muerte del pintor aragon¨¦s, el IVAM le rinde el primer homenaje p¨®stumo con la exhibici¨®n de 30 obras, 14 de ellas de la colecci¨®n del museo, que recorren la trayectoria art¨ªstica de Saura, a excepci¨®n de su etapa surrealista. Un homenaje "sencillo, sin pompa ni ret¨®rica", en palabras del director del IVAM, Juan Manuel Bonet, quien destac¨® la gran "inteligencia y ternura" del artista.

La viuda y la hija del pintor, Mercedes Beldarrain y Marina Saura, asistieron a la presentaci¨®n de la exposici¨®n y apenas se manifestaron sobre el contencioso que mantienen con el patronato de la Fundaci¨®n Antonio Saura, que reclama a las herederas del artista 365 dibujos mediante un requerimiento notarial. "Las cosas siguen su curso y el caso est¨¢ en manos de los abogados. Confiamos en que la verdad resplandezca y todo acabe bien, de acuerdo a la voluntad de mi padre", dijo escuetamente Marina Saura, quien calific¨® de excelente la exposici¨®n, que se clausurar¨¢ en febrero.Tampoco Bonet quiso pronunciarse sobre el enfrentamiento. ?l, el cr¨ªtico Valeriano Bozal y el conservador jefe del Museo Thyssen Bornemisza y primer director del IVAM, Tom¨¢s Llorens, dimitieron como miembros del patronato a ra¨ªz de la reclamaci¨®n planteada contra las herederas de Saura.

No es casual, por tanto, que haya sido el museo valenciano el que dedique la primera exposici¨®n de homenaje p¨®stumo a Saura. En 1989 ya exhibi¨® una gran retrospectiva del fundador del grupo El Paso, entre otras muestras en las que particip¨®, y de la mano de Llorens, el IVAM adquiri¨® para su colecci¨®n ¨®leos del artista de lo negro, en los que se recogen y sintetizan el lenguaje dislocado y la reinterpretaci¨®n ir¨®nica de la historia de la pintura, caracter¨ªsticos de su obra.

Cabezas violentadas de mujeres, retratos de la modelo y compa?era sentimental de Picasso Dora Maar, de Felipe II visto por Vel¨¢zquez o del perro de Goya son algunos de los cuadros que integran la exposici¨®n compuesta por los fondos del IVAM, los que Eusebio Sempere don¨® al que luego ser¨ªa museo de La Asegurada, de Alicante, y obras de diversas galer¨ªas valencianas.

Al acto de ayer tambi¨¦n asistieron amigos del artista nacido en Huesca en 1930, como el poeta sueco y cr¨ªtico de arte Lasse S?deberg, quien fue uno de los primeros en proyectar internacionalmente la obra de Saura; la cr¨ªtica Victoria Combal¨ªa, el ex director del IVAM Juan Francisco Yvars, y numerosos galeristas. Tom¨¢s Llorens no pudo asistir por razones laborales. La mayor¨ªa de los que intervinieron subrayaron la aguda inteligencia de Saura, su veneraci¨®n por la pintura, la solidaridad y generosidad que mostr¨® hacia otros artistas, su capacidad para entablar di¨¢logos con otras disciplinas art¨ªsticas y su importante aportaci¨®n escrita. Victoria Combal¨ªa record¨® uno de los ¨²ltimos textos y legados de Saura, el que prepar¨® para su investidura como doctor honoris causa por la Universidad de Cuenca. En ¨¦l, "hablando como san Juan de la Cruz", cita las cinco condiciones del "pintor solitario": la primera, "que ha de volar en lo m¨¢s alto, en las m¨¢s audaces aventuras, en las m¨¢s profundas inquietudes est¨¦ticas, sociales y filos¨®ficas, olvid¨¢ndose de todas las cosas transitorias"; la segunda hace referencia a que el pintor solitario ha de ser amigo del silencio y la soledad; la tercera, que ha de poner "sus ojos en un infinito hecho de las m¨¢s locas proposiones, beber todo aquello que est¨¦ a su alcance"; la cuarta, que debe dirigirse "¨²nicamente a su responsabilidad moral para con su ¨¦poca y su sociedad", y la ¨²ltima, "que ha de cantar y gritar con m¨¢s espont¨¢neo y libre lenguaje". Yvars tambi¨¦n hizo menci¨®n a este texto.

El comisario de la exposici¨®n, Emmanuel Guigon analiz¨® la obra de Antonio Saura, en la que, tras su contacto en Par¨ªs con el surrealismo, sobresalen "los elementos figurativos, que pronto har¨ªa suyos" y que "sobre todo evocaban los cuerpos femeninos en estado naciente, como sorprendidos al encontrarse as¨ª, siempre requiriendo unos rostros". "Lo indeterminado de estos cuerpos", a?adi¨® Guigon, "reside en el capricho de la mano, s¨²bitamente liberada de toda exigencia".