Berl¨ªn inaugura lujosos edificios mientras la humilde Bonn languidece
Las instituciones alemanas se trasladan a la nueva capital de la Rep¨²blica Federal
Los camiones de mudanza se ven cada vez con m¨¢s frecuencia en Bonn, la ciudad del Rin que durante cinco d¨¦cadas ha moldeado la cultura pol¨ªtica democr¨¢tica de Alemania. Las instituciones que sustentaban el tejido intelectual de esta pl¨¢cida villa desaparecen, como arrancadas de cuajo, con destino a Berl¨ªn, donde los atascos de tr¨¢fico y los acontecimientos pol¨ªticos importantes se suceden a ritmo cada vez m¨¢s acelerado.
Mientras Berl¨ªn florece e inagura lujosos edificios, Bonn se hunde en la melancol¨ªa y se despide de una ¨¦poca con dudas sobre la capacidad de Telekom (la principal compa?¨ªa telef¨®nica de Alemania) y de las instituciones oficiales que aqu¨ª se quedan para suplir la vida que generaban las que se van. En verano de 1998, el presidente federal, Roman Herzog, dio su ¨²ltima gran recepci¨®n anual en Bonn, y en el oto?o, la presidencia federal traslad¨® sus oficinas y su personal a Berl¨ªn. En oto?o tambi¨¦n, los ministros acudieron al ¨²ltimo baile de la prensa de Bonn y poco despu¨¦s se celebr¨® el ¨²ltimo baile del Club Americano. Para Bonn se han acabado los bailes y tambi¨¦n los interesantes debates de la Sociedad de Pol¨ªtica Exterior, cuya sede ha comenzado a funcionar en Berl¨ªn desde enero. Los periodistas que cubren la vida pol¨ªtica y los diplom¨¢ticos buscan ya despacho o residencia para el verano. El Gobierno del socialdem¨®crata Gerhard Schr?der quiere ejercer desde Berl¨ªn de forma regular desde septiembre.
Schr?der y buena parte de su equipo no han echado ra¨ªces en Bonn. El canciller, cuya familia sigue residiendo en Hannover, se ha empe?ado en descentralizar los consejos de ministros, que celebra en los diferentes Estados federados alemanes y tambi¨¦n en Berl¨ªn. Schr?der ha comenzado a recibir visitas en esta ciudad y utiliza para ello el edificio del Consejo de Estado de la Rep¨²blica Democr¨¢tica Alemana, donde tuviera su despacho el l¨ªder germano oriental Erich Honecker, muy cerca del Palacio de la Rep¨²blica, un pol¨¦mico edificio cuyo destino todav¨ªa no est¨¢ decidido. Las dependencias habilitadas para la canciller¨ªa en Berl¨ªn son insuficientes para albergar a toda su plantilla. El sentido com¨²n ha hecho desistir a Schr?der de su intenci¨®n de organizar el trabajo cotidiano de la canciller¨ªa en Berl¨ªn a partir de abril. Mientras Alemania presida la UE, la canciller¨ªa se mantendr¨¢ en Bonn.
Cuando Schr?der se traslade a Berl¨ªn, el conjunto de edificios oficiales estar¨¢ todav¨ªa inacabado y el canciller dirigir¨¢ el pa¨ªs "desde una obra", seg¨²n se?alaba el semanario Der Spiegel, que daba cuenta de los enormes problemas con los que topa la gigantesca tarea de configurar el centro de la capital.
Los constructores del Reichstag entregar¨¢n las llaves del Parlamento en abril. La Fette Henne, el ¨¢guila que es el s¨ªmbolo de la Rep¨²blica Federal de Alemania, se ha instalado ya debajo de la c¨²pula de cristal del edificio, donde en mayo se elegir¨¢ al nuevo presidente federal.
Sin embargo, la mudanza de los diputados ser¨¢ algo posterior. Los primeros camiones de la caravana de los representantes populares saldr¨¢n de Bonn el 5 de julio, y el grueso de la lucrativa expedici¨®n durar¨¢ todo ese mes.
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