La p¨ªldora no da?a la salud de la mujer a largo plazo
Estudio realizado por el Fondo Brit¨¢nico para la Investigaci¨®n del C¨¢ncer
Casi 40 a?os despu¨¦s de su introducci¨®n en el mundo occidental, la p¨ªldora anticonceptiva se ha liberado por fin de uno de sus mayores lastres: los riesgos para la salud de la mujer a largo plazo. La nueva liberaci¨®n que ello supone sobrepasa con creces el terreno sexual. Acaba con el miedo a padecer enfermedades asociadadas a los contraceptivos orales, ya sean derrames cerebrales o c¨¢ncer cervical y de mama a?os despu¨¦s de haberla dejado.
Seg¨²n el estudio m¨¢s amplio dedicado hasta la fecha al particular y elaborado por el Fondo Brit¨¢nico para la Investigaci¨®n del C¨¢ncer, "si una antigua usuaria sufre una dolencia grave en la madurez no ser¨¢ por culpa de la p¨ªldora". La seguridad demostrada por Valerie Beral, directora de la investigaci¨®n, al pronunciar esta frase no puede atribuirse s¨®lo a un car¨¢cter fuerte. El trabajo que ha supervisado abarca 25 a?os y sigui¨® los historiales cl¨ªnicos de 46.000 mujeres brit¨¢nicas en edad f¨¦rtil. La mitad de ellas tomaba ya anticonceptivos hormonales en 1969, ocho a?os despu¨¦s de que los m¨¦dicos de cabecera empezaran a prescribirlos legalmente.
Con el paso del tiempo, los archivos de la sanidad p¨²blica que han hecho posible su seguimiento registraron un aumento significativo. Hasta dos tercios de las censadas acabaron inclin¨¢ndose tambi¨¦n por la p¨ªldora durante cinco a?os por t¨¦rmino medio.
Teniendo en cuenta que hay 300 millones de consumidoras en el mundo -tres millones s¨®lo en el Reino Unido-, expertos como la doctora Beral han intentado despejar las dudas m¨¢s corrientes. "Sabemos que la p¨ªldora aumenta el riesgo de tener problemas circulatorios, as¨ª como algunos c¨¢nceres ginecol¨®gicos. Sin embargo, una d¨¦cada despu¨¦s de haberla abandonado ya no influye para nada en la posible aparici¨®n de dichas enfermedades".
A finales de 1993, ¨²ltima fecha de la que se conservan los datos completos de todas las mujeres, 1.600 de ¨¦stas hab¨ªan fallecido aquejadas de c¨¢ncer y problemas cardiacos y vasculares. Los ¨®bitos debidos al c¨¢ncer de mama y los achacados a otro cervical superaban la tasa nacional. Los de ovario estaban, por el contrario, muy por debajo de lo esperado. El resto de las muertes fueron debidas a distintos motivos, suicidios y accidentes incluidos.
Verdaderos efectos
A principios de la d¨¦cada en curso, la mayor¨ªa de las mujeres estudiadas llevaba cerca de 17 a?os sin ingerir p¨ªldora anticonceptiva alguna. Tan dilatado periodo ha permitido al equipo brit¨¢nico evaluar con tranquilidad sus verdaderos efectos.
Si bien el c¨¢ncer cervical y los derrames cerebrales aumentaron algo entre las usuarias mientras la tomaban con regularidad (38 y 87 casos, respectivamente, contra 13 y 38 en mujeres que no la usaban), el porcentaje sigue siendo m¨ªnimo para los expertos. "Como las muertes por dichas causas en este grupo de edad son escasas, el incremento observado es muy peque?o", seg¨²n la propia Beral.
La investigadora recuerda tambi¨¦n que los primeros anticonceptivos orales ten¨ªan concentraciones de hasta 50 microgramos de estr¨®genos, la hormona femenina. Las dosis actuales, mucho m¨¢s bajas, reducen todav¨ªa m¨¢s los riesgos en opini¨®n de los cient¨ªficos. "Sab¨ªamos que el miedo a desarrollar una enfermedad mortal incluso 25 a?os despu¨¦s de haber dejado la p¨ªldora estaba muy arraigado entre las mujeres. Ahora podemos decir que no hace falta preocuparse m¨¢s", ha concluido Clifford Kay, el m¨¦dico que inici¨® el estudio en 1968 a base de recopilar los datos remitidos por 1.400 consultas p¨²blicas.
Con todo, la Asociaci¨®n para la Planificaci¨®n Familiar ha preferido mantener una cautela que bien puede calificarse de profil¨¢ctica. Ha recomendado el control peri¨®dico de la presi¨®n sangu¨ªnea a cualquier mujer que pretenda tomar un anticonceptivo hormonal oral. Si lo une al tabaco, subraya, debe recordar que aumenta de forma clara el riesgo de sufrir una hemiplej¨ªa.
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