Los ecologistas rechazan la reapertura de la mina de Aznalc¨®llar por irregularidades y falta de seguridad

Cuatro grupos ecologistas presentaron ayer 11 alegaciones conjuntas contra la reapertura de la mina de Aznalc¨®llar (Sevilla), solicitada por Boliden Apirsa a la Consejer¨ªa de Industria. Los conservacionistas alegan numerosas carencias de informaci¨®n, irregularidades en el procedimiento administrativo y falta de informes completos de impacto ambiental. Pero sobre todo subrayan que no se ha demostrado que la antigua corta -donde se depositan los lodos t¨®xicos recogidos del Guadiamar- sea segura para almacenar los nuevos residuos que genere la actividad minera sin que haya filtraciones a los acu¨ªferos. Y que tampoco se han tomado medidas para evitar que la balsa siniestrada vuelva a reventar.

Greenpeace Espa?a, SEO/Birdlife, WWF/Adena y Ecologistas en Acci¨®n presentaron su pliego de alegaciones a la documentaci¨®n entregada por Boliden Apirsa, la minera sueca-canadiense due?a de la explotaci¨®n de Aznalc¨®llar. Los papeles de la empresa para obtener permiso para la utilizaci¨®n de la llamada Corta de Aznalc¨®llar "como dep¨®sito de est¨¦riles procedentes del concentrador de minerales y la ampliaci¨®n de escombreras" han sido sometidos a informaci¨®n p¨²blica en la Delegaci¨®n de la Consejer¨ªa de Industria. Los ecologistas solicitan que se rechace la petici¨®n por 11 motivos diferentes. "La documentaci¨®n presentada por Boliden carece de valor para solicitar la reapertura de la mina", explicaron ayer en rueda de prensa. Boliden pretende que la antigua corta, una explotaci¨®n gastada a cielo abierto, pueda ser utilizada para almacenar las gangas y los residuos qu¨ªmicos utilizados para separar la pirita de otros minerales in¨²tiles extra¨ªdos de la llamada corta Los Frailes. Tambi¨¦n ha solicitado que se le deje utilizar parte del monte p¨²blico Dehesa del Perro como escombrera. Paro industrial La explotaci¨®n de Los Frailes esta parada desde el desastre y la minera pretende que se le d¨¦ permiso para volver a la actividad utilizando la vieja corta como sustituta de la balsa de residuos que revent¨®, que a¨²n alberga el 80% de los residuos que conten¨ªa antes de la rotura. La viabilidad de la empresa y de los puestos de trabajo, as¨ª como unas ayudas europeas de m¨¢s de 1.000 millones dependen de la reapertura. El pliego de cinco p¨¢ginas de alegaciones presentado por los ecologistas supone un rechazo total a la reapertura tal y como la plantea Boliden. Seg¨²n Guido Schmidt, de Adena, "el vertido que puso en jaque Do?ana debe servir de precedente simb¨®lico de los riesgos de la miner¨ªa para que se extremen las precauciones". Los reproches al expediente presentado por la mina est¨¢n divididos en tres bloques: 1. Alegaciones a la actividad minera en su conjunto: los ecologistas denuncian la ausencia de un estudio de impacto ambiental "en el que se eval¨²en las interacciones y los efectos ambientales globales de las actuaciones que Boliden Apirsa desarrolla en las minas". Este estudio deber¨ªa recoger "un an¨¢lisis global" que incluya el proceso industrial de extracci¨®n de metales de la pirita, la correcta identificaci¨®n de los residuos que genera, su tratamiento y ubicaci¨®n, "as¨ª como el futuro de la balsa siniestrada y de los lodos provisionalmente depositados en la antigua corta". Los alegantes inciden en la ausencia de una propuesta alternativa de producci¨®n limpia, "imprescindible en el caso de la mina de Los Frailes", debido su situaci¨®n estrat¨¦gica en la cabecera del r¨ªo Guadiamar y uno de los principales aportes h¨ªdricos de las marismas de Do?ana y del estuario del Guadalquvir. La tercera alegaci¨®n destaca la carencia de datos sobre el futuro de la balsa siniestrada y el tratamiento de los residuos que quedan en ella, de forma que se garanticen "las condiciones de seguridad y aislamiento". En la actualidad, el espig¨®n que divid¨ªa en dos la balsa rota ha sido eliminado y se ha estrechado el embalse con rellenos de arena y est¨¦riles para darle mayor seguridad. 2. Alegaciones al procedimiento. Boliden ha presentado dos estudios de impacto: uno sobre el uso de la corta y otro para la ampliaci¨®n de la escombera, "incumpliendo el requerimiento de la administraci¨®n ambiental de presentar un s¨®lo estudio". Tampoco se han presentado alternativas al uso de la corta, como establece decreto 292/95 que reglamenta los estudios de impacto en Andaluc¨ªa. Los ecologistas dicen que no se hace una distinci¨®n entre los residuos originados por la propia actividad minera y los resultantes "de la aplicaci¨®n de t¨¦cnicas f¨ªsico-qu¨ªmicas de flotaci¨®n al mineral molido para obtener concentrado met¨¢lico". Entienden que "los fangos l¨ªquidos" resultantes de este proceso son "residuos industriales y no mineros" de car¨¢cter "t¨®xicos y peligrosos". Ser¨ªan esos lodos los depositados en la corta vieja. Vertedero La 7? y 8? alegaci¨®n resaltan que Boliden no ha pedido la desafectaci¨®n como suelo p¨²blico de las 200 hect¨¢reas de la Dehesa del Perro que quiere convertir en vertedero, y que tampoco tiene los informes preceptivos de la Confederaci¨®n Hidrogr¨¢fica del Guadalquivir, el Instituto Tecnol¨®gico y Geominero y del Patronato del Parque Nacional de Do?ana. La falta de estos tres dict¨¢menes "supone un defecto formal de procedimiento que producir¨ªa la nulidad o su anulabilidad". El patronato se re¨²ne precisamente hoy para decidir si da su visto bueno a la reapertura de la mina. 3. Alegaciones a la documentaci¨®n. Los estudios de Boliden "no muestran con suficiente credibilidad la seguridad de la antigua corta hacia los acu¨ªferos", ya que no se demuestra "la necesaria impermeabilidad de la capa de riolitas fracturadas [el tap¨®n subterr¨¢neo de la corta]". La documentaci¨®n de la empresa "reconoce desprendimientos en el talud oeste de la corta", admite que en sur "se han producido movimientos desde 1976, con derrumbamientos" y "menciona una grieta en el talud sur". Boliden prev¨¦ verter est¨¦riles sobre los lodos ya existentes en la vieja corta -hasta una cota de 38 metros sobre el nivel del mar- y cubrirlos con agua, hasta la cota de 50 metros. Luego se construir¨ªa un t¨²nel que comunicar¨ªa ambas explotaciones, de forma que, cuando en el a?o 2016 se deje de utilizar Los Frailes, el agua que rebose de la corta vieja se deposite en la nueva una vez abandonada. "Este proyecto no es sostenible" porque a largo plazo subir¨ªa tanto el nivel de agua en las dos cortas que habr¨ªa "inevitablemente filtraciones hacia el r¨ªo Agrio", que afectar¨ªan al "Corredor Verde del Guadiamar, los parques Natural y Nacional de Do?ana y el r¨ªo Guadalquivir". Es decir, que no creen que la corta sea ni impermeable ni segura.