Tint¨ªn
E. CERD?N TATO A sus setenta a?os, Tint¨ªn se ha convertido en una met¨¢fora biol¨®gica y pol¨ªtica. El aniversario del popular personaje de tebeo ha sido noticia en los medios de comunicaci¨®n: se han recordado sus aventuras de reportero itinerante por todos los rincones del planeta, y, en particular, su gre?a erguida sobre la frente, que le factura un aire entre ingenuo y atrevido. Tint¨ªn es una criatura de grafito y vi?eta, que sac¨® su anticomunismo del lapicero del joven dibujante belga Hergu¨¦, en 1929. El episodio inaugural en el pa¨ªs de los soviets se public¨® en la revista Le petit vingti¨¨me, de la que era propietario el padre Wallez. Tint¨ªn es un l¨ªo que defiende la concepci¨®n paternalista del colonialismo, mientras predica la tolerancia y la paz. Tint¨ªn en su setenta cumplea?os, ha provocado cierto estupor en la biogen¨¦tica y la politolog¨ªa. La primera no se f¨ªa de su insolente y perpetua adolescencia. Los expertos en ideas y gesti¨®n pol¨ªticas se muestran confusos a la hora de las etiquetas: tanto que se ha suscitado una comisi¨®n de dos parlamentarios de derechas y otros dos de izquierdas, para que analicen, debatan o definan su ideolog¨ªa. Puestas as¨ª las cosas, bueno ser¨ªa que esa comisi¨®n tambi¨¦n se encargara de catalogar a los dirigentes de los partidos y a los jefes de gobierno, en el incoloro panorama que nos cerca. De entrada, Tint¨ªn tiene mucho de neoliberal: de pensamiento ¨²nico, peque?o y d¨¦bil; de exclusividad democr¨¢tica y de exclusi¨®n de los contrarios; de Tony Blair; de Jos¨¦ Mar¨ªa Aznar empe?ado ¨¦picamente en sacarse de encima las acorazadas consignas de su propio y pr¨®ximo pasado; de muchos socialdem¨®cratas que han hecho del pragmatismo su regla y su becerro de oro; de Bill Clinton, que debiera estar en capilla, escoltado por siete lores de terciopelo y un sumario de cad¨¢veres de infantes iraqu¨ªes; de entrega y desidia de una sociedad que ha renunciado a su protagonismo hist¨®rico, por una alentada p¨¦rdida de memoria; de las organizaciones pol¨ªticas que ya han dise?ado sus logotipos con cromos de vol¨¢tiles y flores a Mar¨ªa. Y hasta puede que la citada comisi¨®n descubra que Tint¨ªn es el supremo centro donde todo cabe apareado, como en el arca de No¨¦. Entonces, la gre?a de Tint¨ªn se erigir¨¢ en ense?a envilecida del presunto ocaso de las ideolog¨ªas, y todos los l¨ªderes y mandatarios la lucir¨¢n sobre sus frentes mansejonas de buey.
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