El juego y el frenes¨ª
La obsesi¨®n detallista de Sacchi contrasta con la visi¨®n l¨²dica de Hiddink
Los estilos de entrenamiento y preparaci¨®n f¨ªsica del Madrid y el Atl¨¦tico difieren como la idea del f¨²tbol que promueven sus entrenadores. El madridista Guus Hiddink conf¨ªa en el talento improvisador de sus hombres por encima de cualquier esquema: sus entrenamientos tienen un aire l¨²dico. "Nosotros podemos decidir los partidos en acciones individuales", se ufanan sus jugadores. El t¨¦cnico italiano del Atl¨¦tico, Arrigo Sacchi, lleg¨® al Manzanares con la idea de imprimir su sistema. El Sistema Sacchi requiere un orden t¨¢ctico preciso y un despliegue f¨ªsico extenuante. Un jugador de peso en la plantilla rojiblanca dio fe de la efectividad de la receta: "Si este sistema se ejecuta bien, se puede jugar incluso con futbolistas mediocres". Para llevar a cabo sus prop¨®sitos, Hiddink y Sacchi cuentan con dos preparadores f¨ªsicos entregados a sus causas: Jorge Sim¨® en el Madrid, y Vincenzo Pincolini en el Atl¨¦tico.Sim¨® habla de la esencia l¨²dica del f¨²tbol, de la escuela del Ajax, del PSV, de la idea holandesa de entrenamiento f¨ªsico: siempre utilizando el bal¨®n.Vincenzo Pincollini es el preparador f¨ªsico m¨¢s prestigioso en Italia, tras una etapa de diez a?os en el Milan y dos Mundiales en la selecci¨®n azurra. En el Atl¨¦tico, su meta es individualizar la preparaci¨®n, hombre por hombre, l¨ªnea por l¨ªnea: sus estudios remiten a t¨¦cnicas empleadas en Estados Unidos, en las Ligas nacionales de f¨²tbol y baloncesto americano (NFL y NBA). Escasamente menciona la palabra "bal¨®n". A diferencia de Sim¨®, reflexiona poco sobre el f¨²tbol en t¨¦rminos gen¨¦ricos. Prefiere hablar de atletas: "En los a?os sesenta est¨¢bamos acostumbrados al modelo de futbolista de culo ca¨ªdo, patizambo. Jos¨¦ Mari es el modelo de jugador moderno, con el equilibrio perfecto entre fibras rojas y blancas, resistencia y velocidad". Sim¨® es el brazo derecho de Hiddink. Se conocieron en el Valencia de 1990. Entonces, Hiddink import¨® un m¨¦todo de entrenamiento que sorprendi¨® al preparador f¨ªsico. "El Valencia fue pionero en Espa?a de los m¨¦todos de preparaci¨®n f¨ªsica exclusivamente con bal¨®n", asegura. Sim¨® conoc¨ªa la ideolog¨ªa del ex seleccionador holand¨¦s: "Hiddink no es dado a parar el entrenamiento para dar charlas t¨¢cticas. Se nos escapa que tengas que parar un entrenamiento, enfadarte, y pedir m¨¢s entrega a unos profesionales".
Sacchi es la ant¨ªtesis. Ordena ejercicios -muchos partidillos para pulir la mec¨¢nica del conjunto-, y no cesa de interrumpir a sus jugadores con gritos para corregir desde la coordinaci¨®n entre l¨ªneas, hasta los pases. Al comenzar la temporada, un jugador ejemplific¨® la perplejidad de la plantilla: "Con este t¨ªo tenemos la sensaci¨®n de que no hacemos -ni haremos nunca- nada bien".
En el Madrid, Hiddink no se obsesiona con los movimientos colectivos. La base de los entrenamientos son los llamados "partidos en espacio reducido", de cinco contra cinco, y su variante de "juegos de presi¨®n". Sim¨® explica el prop¨®sito: "Ejercitamos al jugador para que tome decisiones r¨¢pidas en un espacio reducido. El entrenador no puede radiar el partido, ordenando lo que deben hacer en cada momento jugadores con esta categor¨ªa".
El Atl¨¦tico suple la falta de talento con estajanovismo. Dos turnos semanales de pesas y una media de dos horas de duraci¨®n por entrenamiento -frente a la hora y media madridista-, son impulsados por un Pincolini que lo explica en la acumulaci¨®n de partidos: "?Para qu¨¦ insistir en el trabajo t¨¦cnico espec¨ªfico si hemos pasado de jugar 40 a 80 partidos al a?o? Cada vez es m¨¢s importante hacer un mantenimiento que te permita soportar ese desgaste".
El Atl¨¦tico se entrena con el ¨¢nimo exaltado. Un mont¨ªculo artificial de 25 metros de arena atestigua el canto al sacrificio de Sacchi y marca una distancia sideral respecto al Madrid. Es cuesti¨®n de esp¨ªritu. En el mont¨ªculo, los rojiblancos ejercitan la velocidad a fuerza de trepar medio hundidos, sudorosos, cubiertos de tierra. Parece una escena de La Colina: una pel¨ªcula sobre unos condenados del ej¨¦rcito ingl¨¦s, que penan en un campo de castigo, subiendo y bajando un mont¨ªculo de arena.
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