La semana loca de la moneda en Brasil
El Gobierno de Cardoso pierde divisas al mismo ritmo que credibilidad ante los mercados financieros para gobernar la crisis
En una canci¨®n reciente, Chico Buarque describe una pesadilla: unos gobernantes de Am¨¦rica Latina se re¨²nen mientras "p¨¢lidos economistas piden calma". En los ¨²ltimos d¨ªas, los economistas del Gobierno brasile?o est¨¢n m¨¢s p¨¢lidos que nunca y piden calma cada dos minutos.Brasil ha cerrado una de las semanas m¨¢s enloquecidas de su historia reciente: el m¨¢s industrializado pa¨ªs de Am¨¦rica Latina, la octava econom¨ªa del mundo, vio c¨®mo en tres d¨ªas su moneda se hund¨ªa ante el d¨®lar, a la vez que hu¨ªan de sus arcas alrededor de 5.500 millones de d¨®lares. Y su Gobierno era duramente batido por el mercado financiero: intent¨® controlar el valor de la moneda nacional, devaluada en un 9%, y perdi¨® de manera rotunda.
El viernes se retir¨® del mercado, dejando el real flotar libremente. El resultado fue una devaluaci¨®n del 25%. Y con una peculiaridad: el viernes era imposible comprar d¨®lares, cotizados a 1,55 reales. El mercado compraba la moneda norteamericana, pag¨¢ndola a 1,35 reales, pero no vend¨ªa. En casos excepcionales, algunos bancos admitieron vender cantidades no superiores a 25.000 d¨®lares, cobrando hasta 1,70 reales. Las bolsas, a su vez, experimentaron fuertes alzas que llegaron al 25%. Fue la culminaci¨®n de la semana loca.
Al mediod¨ªa del martes pasado, pocas horas antes de embarcar rumbo a cinco d¨ªas de vacaciones, el presidente Fernando Henrique Cardoso pas¨® por R¨ªo de Janeiro, donde afirm¨® que "ning¨²n cambio se dar¨¢ en el equipo econ¨®mico". Nadie le hab¨ªa preguntado nada, entre otras razones porque el presidente, luego de una resonante victoria en las elecciones del pasado octubre, hab¨ªa confirmado a su equipo hac¨ªa menos de dos semanas. Recordando la amarga an¨¦cdota que indica que, en Am¨¦rica Latina, para confiar en las autoridades -sobre todo cuando se trata de econom¨ªa- basta creer lo contrario de lo que dicen, de inmediato la oficina de rumores empez¨® a funcionar. A media tarde, cuando Cardoso llegaba a una playa desierta para descansar, los mercados financieros daban como un hecho consumado dr¨¢sticos cambios en el equipo econ¨®mico.
Esa noche lo especulado se confirm¨®: el presidente del Banco Central, Gustavo Franco, un monetarista de pura cepa, ced¨ªa su puesto a Francisco Lopes, cuyo apodo en los medios financieros var¨ªa de "Chico Desarrollo" a "Chico Heterodoxo". El presidente logr¨® dormir a las dos de la ma?ana del mi¨¦rcoles. Seis horas despu¨¦s embarcaba de regreso a Brasilia. Tuvo 17 horas de vacaciones, de las cuales pas¨® unas cinco al tel¨¦fono. Ese martes, la sangr¨ªa en las reservas de divisas fue de mil millones de d¨®lares.
El mi¨¦rcoles sacudi¨® los mercados locales, con repercusiones graves en todas las bolsas del mundo. Los esfuerzos empleados por el presidente, por el ministro de Hacienda, Pedro Malan, y por los l¨ªderes de los partidos que respaldan al Gobierno no han sido suficientes para calmar a nadie. Las nuevas reglas para el cambio, que se tradujeron en una devaluaci¨®n inicial de alrededor del 9%, hab¨ªan sido informadas en la v¨ªspera del FMI, en lo que -seg¨²n el ministro Malan- es normal en ese tipo de circunstancia. Ese d¨ªa volaron 1.200 millones de d¨®lares. En la noche del mi¨¦rcoles, el presidente obtuvo una importante victoria en el Congreso, con la aprobaci¨®n de cuatro nuevas -y duras- medidas del plan de ajuste que prev¨¦ cortes de 23.000 millones de d¨®lares en los gastos del Gobierno en 1999. El jueves, cuando las bolsas de S?o Paulo y R¨ªo empezaron a operar, el Gobierno compr¨® acciones en un intento de calentar el mercado. En vano: la ca¨ªda fue brutal y la moneda brasile?a se cotiz¨® a 1,35, contra el l¨ªmite establecido por el Banco Central, de 1,32 reales por d¨®lar.
Malan insist¨ªa en afirmar que no hab¨ªa motivos para un ataque a la moneda brasile?a, pues el Gobierno segu¨ªa con los instrumentos necesarios para controlar la situaci¨®n. Record¨® que cuando Inglaterra devalu¨® la libra esterlina en 1992 no hubo p¨¦rdida de credibilidad en la econom¨ªa brit¨¢nica, y reclam¨® la misma reacci¨®n para Brasil. "Es muy distinta la situaci¨®n actual de Brasil en relaci¨®n a lo ocurrido en los pa¨ªses del sureste asi¨¢tico o de Rusia", afirm¨®. "Tenemos reservas en un nivel elevado, cerramos un acuerdo con la comunidad internacional, el sistema financiero est¨¢ saneado". No mencion¨® el coste de ese saneamiento, de 22.000 millones de d¨®lares en los cuatro primeros a?os del Gobierno.
Sin embargo, Malan admiti¨® que son varios los puntos del acuerdo con el FMI que tendr¨¢n que ser reexaminados a partir de las recientes medidas, y en la noche del viernes embarc¨®, junto al presidente del Banco Central, para Washington. La misi¨®n: tratar de convencer a las autoridades del Fondo y del Gobierno de Estados Unidos de que, a pesar de haber incumplido varios puntos, Brasil ser¨¢ capaz de cumplir lo esencial.
Y ah¨ª reside la gran cuesti¨®n: la credibilidad del Gobierno para lograr las medidas anunciadas como fundamentales. Ese jueves volaron otros 1.700 millones de d¨®lares. En total, en 15 d¨ªas el pa¨ªs perdi¨® 5.500 millones de d¨®lares de sus reservas.
Ese panorama se ven¨ªa dibujando desde hac¨ªa tiempo. La industria automovil¨ªstica, por ejemplo, preve¨ªa, antes de la nueva crisis, que los niveles de producci¨®n en 1999 llegar¨ªan, en el mejor de los casos, al nivel de 1992 -una baja de un 22%-. Con esto, Brasil -que recibi¨® en el sector inversiones m¨¢s de 3.000 millones de d¨®lares en los ¨²ltimos dos a?os- perder¨ªa la posici¨®n de octavo fabricante de veh¨ªculos del mundo. En la v¨ªspera de Navidad, la Ford dej¨® cesantes a 1.400 de los 2.500 empleados de la planta de San Bernardo do Campo, en S?o Paulo, y anunci¨® m¨¢s despidos. Admiti¨® que en el primer trimestre del a?o reducir¨ªa su personal a menos de la mitad. Otras gigantes, como General Motors y Volkswagen, programaron vacaciones de hasta seis semanas. Nuevas plantas que est¨¢n por inaugurarse (Renault, Peugeot, Mercedes y Audi) revisaron sus planes de producci¨®n. En cuanto a las reservas, lo signos son igualmente preocupantes: Brasil tiene que pagar este a?o 34.500 millones de d¨®lares (6.800 millones del sector p¨²blico y 27.700 del sector privado), y en las arcas del Gobierno reposan alrededor de 31.000 millones. A menos que ocurra hasta marzo una reversi¨®n en el flujo de capitales, los riesgos de un nuevo y decisivo ataque contra la moneda brasile?a ser¨¢n inevitables. La previsi¨®n es que en 1999 Brasil recibir¨¢ inversiones por valor de 16.000 millones de d¨®lares, lo que incluye el dinero de lo poco que resta por privatizar en el pa¨ªs.
Pero para captar los recursos necesarios, Brasil necesita credibilidad. Y en ese punto residen las mayores dificultades para entender lo que est¨¢ ocurriendo en el pa¨ªs.
Fernando Henrique Cardoso fue el primer presidente reelecto en Brasil, gracias a una alianza que cre¨ªa capaz de asegurar la aprobaci¨®n en el Congreso de los compromisos asumidos junto a la comunidad internacional. Arm¨® su gabinete de manera que incluyese a todos los partidos, y se reserv¨® lo que considera su "cuota personal", que afecta a ¨¢reas de poder efectivo, como Salud, Educaci¨®n y Desarrollo. Pero aun antes de terminar su primer Gobierno, afront¨® varios esc¨¢ndalos, como el que involucr¨® al entonces ministro de las Comunicaciones y al presidente del Banco de Desarrollo, que intent¨® favorecer a un ex socio en el proceso de privatizaci¨®n de las compa?¨ªas telef¨®nicas. En la ¨¦poca -noviembre pasado- fue tan grande el desgaste que hubo quien consider¨® que el segundo Gobierno de Cardoso, que se iniciar¨ªa formalmente el primer d¨ªa de 1999, ya hab¨ªa terminado. Para empeorar la situaci¨®n, la inmensa mayor¨ªa de los gobernadores provinciales asumieron, el mismo primero d¨ªa del a?o, estados quebrados.
El primero en rebelarse fue Itamar Franco, de Minas Gerais, que antecedi¨® a Cardoso en la presidencia de Brasil. Franco decret¨® una moratoria de 90 d¨ªas que sirvi¨® como detonante para la actual crisis. Nadie se fij¨® en las caracter¨ªsticas de la personalidad de Itamar Franco, cuyo temperamento explosivo lo llev¨® a actitudes peculiares a lo largo de todo su Gobierno. La imagen de la imposibilidad de cumplir sus compromisos se extendi¨® de la rabieta descontrolada de Minas al Gobierno federal. A partir de ese punto, negociar se torn¨® m¨¢s dif¨ªcil, frente a la sed de poder de los partidos aliados a Cardoso y a las dudas del mercado. Lo que era una crisis fiscal se transform¨® en una crisis pol¨ªtica y financiera, y grave.
El sistema pol¨ªtico brasile?o es mucho m¨¢s complejo y extra?o de lo que se pueda imaginar a primera vista. Para dar una idea: el mi¨¦rcoles, y en el auge de la crisis, el l¨ªder del PTB, diputado Paulo Hesslander, explic¨® la posici¨®n de su partido, que integra la alianza gubernamental. "Hoy aprobamos las propuestas del Gobierno, y ma?ana, antes de votar nuevas medidas importantes, discutiremos los cargos que reivindicamos". Esa actitud se repite, con peque?¨ªsimas variantes, a cada propuesta del Poder Ejecutivo elevada al Congreso. Por lo visto, y m¨¢s all¨¢ del plan de ajuste, hay mucho que reformar en ese pa¨ªs, que tiene la m¨¢s poderosa econom¨ªa de Am¨¦rica Latina.
En medio del hurac¨¢n, Fernando Henrique Cardoso intent¨® reiniciar el pasado jueves sus vacaciones, ahora en la hacienda que mantiene a 160 kil¨®metros de Brasilia.
En vano: 12 horas despu¨¦s estaba de regreso a la capital para asegurar que no ceder¨¢ ning¨²n mil¨ªmetro en sus compromisos con el pa¨ªs y con la comunidad internacional. Mientras tanto, p¨¢lidos economistas piden calma.
Tu suscripci¨®n se est¨¢ usando en otro dispositivo
?Quieres a?adir otro usuario a tu suscripci¨®n?
Si contin¨²as leyendo en este dispositivo, no se podr¨¢ leer en el otro.
FlechaTu suscripci¨®n se est¨¢ usando en otro dispositivo y solo puedes acceder a EL PA?S desde un dispositivo a la vez.
Si quieres compartir tu cuenta, cambia tu suscripci¨®n a la modalidad Premium, as¨ª podr¨¢s a?adir otro usuario. Cada uno acceder¨¢ con su propia cuenta de email, lo que os permitir¨¢ personalizar vuestra experiencia en EL PA?S.
?Tienes una suscripci¨®n de empresa? Accede aqu¨ª para contratar m¨¢s cuentas.
En el caso de no saber qui¨¦n est¨¢ usando tu cuenta, te recomendamos cambiar tu contrase?a aqu¨ª.
Si decides continuar compartiendo tu cuenta, este mensaje se mostrar¨¢ en tu dispositivo y en el de la otra persona que est¨¢ usando tu cuenta de forma indefinida, afectando a tu experiencia de lectura. Puedes consultar aqu¨ª los t¨¦rminos y condiciones de la suscripci¨®n digital.
Archivado En
- Crisis burs¨¢til
- Consejo administraci¨®n
- Declaraciones prensa
- Bolsas internacionales
- Fernando Henrique Cardoso
- Banco Central de Brasil
- S?o Paulo
- Bolsa S?o Paulo
- Ahorro
- Bolsa
- Estados Unidos
- Brasil
- Pol¨ªtica exterior
- Parlamento
- Sudam¨¦rica
- Mercados financieros
- Gobierno
- Automoci¨®n
- Gente
- Administraci¨®n Estado
- Empresas
- Organizaciones internacionales
- Am¨¦rica
- Pol¨ªtica
- Econom¨ªa