Bonn dice que sus rivales en la UE por el presupuesto no son los pa¨ªses del sur

ENVIADO ESPECIALAlemania empieza a corregir el tiro en la batalla financiera de la Uni¨®n Europea (UE). Su objetivo para conseguir un mejor reparto de la carga alemana en el presupuesto comunitario se ha desplazado desde el Sur hacia los otros pa¨ªses ricos del Norte. As¨ª lo indic¨® ayer el ministro de Asuntos Exteriores, Joschka Fischer. "Nosotros no nos oponemos a los pa¨ªses del sur" de Europa, asever¨®. Por el contrario, se trata de que otros pa¨ªses pr¨®speros contribuyan proporcionalmente tanto como la propia Alemania. Esta in¨¦dita actitud coincide con el inicio de un nuevo enfoque del problema por parte del Gobierno espa?ol.

La significaci¨®n de las declaraciones radica en que las realiz¨® ante un foro muy variado, un grupo de periodistas de todos los pa¨ªses comunitarios. Retoma una sugerencia anterior del canciller Gerhard Schr?der, enseguida olvidada cuando, en la cumbre de Viena de diciembre, se encastill¨® en la simple defensa de la necesidad de reequilibrar la "desproporcionada" carga de Bonn. Y prepara una muy probable cumbre especial anterior a la de marzo, que se celebrar¨ªa en Petersberg el pr¨®ximo 26 de febrero. Increpado por el continuismo del Gobierno rojiverde respecto de las tesis de Theo Waigel, ministro de Hacienda de Helmut Kohl, Fischer asegur¨®: "Nuestra postura es mucho m¨¢s suave que todos los argumentos del anterior Gobierno". "No somos la CSU", la democracia cristiana b¨¢vara de Edmund Stoiber, "que obtiene su mayor¨ªa gracias a la agitaci¨®n; no tenemos su misma clientela; el canciller pretende consolidar su nueva mayor¨ªa de forma que no sea antieuropea", quiso diferenciarse. "Simplemente queremos la ampliaci¨®n al Este, lo que supone reforzar las finanzas de la Uni¨®n y tambi¨¦n la PAC (Pol¨ªtica Agr¨ªcola Com¨²n), porque, de lo contrario, no controlar¨ªamos el presupuesto".

As¨ª, la prioridad estrat¨¦gica de Bonn parece pasar de la simple rebaja de la contribuci¨®n neta alemana, como pretend¨ªa Weigel, al objetivo de contener la espiral del gasto para que las subvenciones a los pr¨®ximos socios orientales no desborden el presupuesto ni disparen las contribuciones. "Si continuamos a este ritmo", dijo en referencia a la aplicaci¨®n de la PAC a los candidatos, "los gastos ser¨¢n enormes, aumentar¨¢n en 30.000 millones de ecus [unos cinco billones de pesetas anuales], de los que un tercio correr¨ªan a cargo de Alemania, lo que supondr¨ªa duplicar su contribuci¨®n", evalu¨®. "O corregimos el sistema, o el presupuesto ir¨¢ a la deriva", concluy¨® Fischer.

Matices

Eso no implica que Bonn renuncie a reducir su esfuerzo, pero ya con m¨¢s matices. "Incluso despu¨¦s de la reforma" de las pol¨ªticas comunes para afrontar la ampliaci¨®n, "Alemania continuar¨¢ siendo el primer contribuyente neto de la UE", lo que el Gobierno socialdem¨®crata-verde acepta y asume. Pero pretende que no lo sea en tanto grado, aunque lo consiga "poco a poco y a largo plazo". La filosof¨ªa subyacente parece perseguir m¨¢s el desencadenamiento de una din¨¢mica de futuro que la imposici¨®n inmediata de sus aireadas reivindicaciones tradicionales. Aunque Fischer evit¨® detallar la negociaci¨®n y las nuevas propuestas colocadas sobre la mesa, s¨ª aclar¨® reiteradas veces el nuevo enfoque que parece (hay que escribir "parece" porque conviene esperar a que las palabras se concreten en f¨®rmulas) sustentar. A saber, "hay que tratar de forma igual a socios que son iguales en riqueza: si algunos pa¨ªses con igual renta sufren menos carga, afrontaremos dificultades". Sin mencionarlos, se estaba refiriendo a otros ricos, como Dinamarca, Francia o Italia, beneficiarios netos o contribuyentes netos por muy escasa cantidad a las arcas comunes. Otra pista adicional: "No s¨®lo las empresas alemanas se est¨¢n beneficiando del gran mercado interior, sino tambi¨¦n las de otros pa¨ªses".O sea, la excesiva carga alemana nunca deber¨¢ aliviarse sacrificando las transferencias a los pobres, sino aumentando las aportaciones de otros ricos. Es la tesis del experto italiano Paolo Cecchini: que el ajuste se haga entre los m¨¢s pr¨®speros, sin perjudicar a los pa¨ªses de la cohesi¨®n. Y a la que tambi¨¦n el Gobierno espa?ol parece apuntarse, tras largos meses de hacer o¨ªdos sordos al llamado problema alem¨¢n.

Para cerrar el c¨ªrculo, Fischer lanz¨® sendos gui?os a los pa¨ªses de la cohesi¨®n (Espa?a, Portugal, Grecia e Irlanda). Primero: "Desde luego, nuestro problema no es con el Sur, se plantea con los de igual riqueza, porque a igual riqueza, igual carga; de lo contrario, se produce un desequilibrio". Segundo: "No nos oponemos a los pa¨ªses del Sur, estoy de acuerdo en que los fondos estructurales y el Fondo de Cohesi¨®n han desempe?ado un papel importante y deben continuar haci¨¦ndolo; los desequilibrios est¨¢n comprobados y hay que corregirlos". Pero ah¨ª evit¨® concretar si tambi¨¦n hac¨ªa marcha atr¨¢s en su vieja propuesta de reducir progresivamente el Fondo de Cohesi¨®n hasta su desaparici¨®n, o si s¨®lo se refer¨ªa al pa¨ªs m¨¢s pobre de los cuatro, Grecia. Todo indica, sin embargo, que Alemania est¨¢ moviendo ficha.