Maragall se propone mantener las comarcas y crear 6 o 7 regiones
La Catalu?a inmaterial, esencial, de la que no cesa de hablar Jordi Pujol, es "un mapa vac¨ªo", dijo ayer el candidato socialista a la presidencia de la Generalitat, Pasqual Maragall, para definir la situaci¨®n en que a su juicio se encuentra el pa¨ªs tras 18 a?os de gobiernos nacionalistas. Frente a ella, explic¨® que su proyecto es "reconocer la realidad". Es decir, dar forma a los sistemas de ciudades que la constituyen. En la pr¨¢ctica eso supone crear seis o siete regiones, con sus respectivos gobiernos locales. Uno de ellos ser¨ªa el de la regi¨®n de Barcelona. No obstante, el proyecto mantiene las comarcas.
Maragall intervino ayer en Terrassa en un debate del PSC sobre el proyecto de plan estrat¨¦gico para Catalu?a que elabora este partido. Los asistentes eran m¨¢s de un centenar de altos cargos socialistas en la Administraci¨®n local catalana, incluidos un buen n¨²mero de alcaldes. El presidente de la Diputaci¨®n de Barcelona, Manuel Royes, fue el encargado de reclamar un gobierno local para la regi¨®n metropolitana de Barcelona. Pero la palabra metropolitana ha pasado a un segundo plano en el argot pol¨ªtico-t¨¦cnico de los socialistas. Ahora hablan de regi¨®n de Barcelona, y la incluyen como una m¨¢s de las seis o siete regiones en que proyectan organizar el territorio catal¨¢n cuando lleguen al Gobierno de la Generalitat. Si en el pasado Maragall defend¨ªa la necesidad de un gobierno local para el ¨¢rea metropolitana de Barcelona partiendo de las necesidades de esta parte del pa¨ªs, ahora lo hace a la inversa. Es la organizaci¨®n de Catalu?a la que necesita el reconocimiento de todas sus partes. "La regi¨®n de Barcelona no es una amenaza para Catalu?a", afirm¨® Maragall para rebatir las tesis de los convergentes, "sino una prueba m¨¢s de que existen la regi¨®n del Ebro y la del Pirineo, el Camp de Tarragona y las Terres de Ponent, las comarcas de Girona e, incluso, la Catalu?a central". El concepto de regi¨®n manejado por Maragall es el de una entidad de gobierno local de tipo "municipalista", aunque este ¨¢mbito territorial ser¨ªa tambi¨¦n el de la descentralizaci¨®n de la Administraci¨®n de la Generalitat. Eso debe servir en el proyecto de Maragall para ordenar el galimat¨ªas en que se han convertido las innumerables divisiones administrativas creadas por los gobiernos de CiU siguiendo los deseos de cada uno de sus departamentos. Ciudad real y peajes La existencia de las regiones permitir¨¢, explic¨® Maragall, afrontar m¨¢s racionalmente muchos problemas que ahora tienen dif¨ªcil abordaje. Por ejemplo: "Si la regi¨®n metropolitana es reconocida como la ciudad real, los peajes de las autopistas deben estar fuera de ella. Y eso permite plantear la supresi¨®n del peaje de la B-30." Esta voluntad ordenadora y simplificadora no podr¨¢ alcanzar, por lo menos en una primera etapa, a las comarcas. Maragall critic¨® ayer una vez m¨¢s la forma en que Pujol y Converg¨¨ncia impusieron la actual organizaci¨®n comarcal, pero dijo que "deshacerla ser¨ªa a?adir una dificultad adicional" a un proceso muy complicado. En la idea de Catalu?a que Maragall va esbozando en sus intervenciones p¨²blicas de los ¨²ltimos meses tiene un lugar muy importante el di¨¢logo a tres bandas entre las empresas, entendidas como conjunto formado por el capital y el trabajo, las administraciones y la Universidad. Ayer fue m¨¢s all¨¢ y dijo que ¨¦stos son los tres ejes de su proyecto de gobierno: la regionalizaci¨®n; la elaboraci¨®n de un plan estrat¨¦gico para Catalu?a, y este "pacto industrial" entre empresas y trabajadores, administraciones y universidades. Como hablaba ante los responsables de la pol¨ªtica municipal del PSC, Maragall los tom¨® como ejemplo. "Lo que nos dar¨¢ la victoria ser¨¢ explicar a la gente que podemos hacer que se cumplan sus sue?os". Eso fue, dijo, lo que se ha reconocido a los gobiernos municipales "y lo que la gente ya sabe que sabemos hacer".
Tu suscripci¨®n se est¨¢ usando en otro dispositivo
?Quieres a?adir otro usuario a tu suscripci¨®n?
Si contin¨²as leyendo en este dispositivo, no se podr¨¢ leer en el otro.
FlechaTu suscripci¨®n se est¨¢ usando en otro dispositivo y solo puedes acceder a EL PA?S desde un dispositivo a la vez.
Si quieres compartir tu cuenta, cambia tu suscripci¨®n a la modalidad Premium, as¨ª podr¨¢s a?adir otro usuario. Cada uno acceder¨¢ con su propia cuenta de email, lo que os permitir¨¢ personalizar vuestra experiencia en EL PA?S.
En el caso de no saber qui¨¦n est¨¢ usando tu cuenta, te recomendamos cambiar tu contrase?a aqu¨ª.
Si decides continuar compartiendo tu cuenta, este mensaje se mostrar¨¢ en tu dispositivo y en el de la otra persona que est¨¢ usando tu cuenta de forma indefinida, afectando a tu experiencia de lectura. Puedes consultar aqu¨ª los t¨¦rminos y condiciones de la suscripci¨®n digital.