Los extranjeros sin papeles dependen de la "buena voluntad" de los m¨¦dicos para recibir asistencia

El problema es burocr¨¢tico. Cuando un inmigrante sin papeles se acerca a un hospital est¨¢ en manos de la "buena voluntad" de sus profesionales porque, incluso si lo hace a trav¨¦s de la puerta de urgencias, debe pasar por el servicio de admisiones, donde le pedir¨¢n la tarjeta sanitaria, que no tiene. Lo dice el portavoz de la Federaci¨®n de Asociaciones para la Defensa de la Sanidad P¨²blica (FADSP), Marciano S¨¢nchez-Bayle, pediatra del hospital del Ni?o Jes¨²s (Madrid). Si se trata de un menor, y con la ley en la mano, no deber¨ªa tener ning¨²n problema. Pero si lo tiene, sus padres en muchos casos no sabr¨¢n c¨®mo enfrentarlo, explica Jos¨¦ Luis S¨¢nchez, portavoz de migraciones de CCOO, que tiene constancia de varios casos en los que la denuncia no ha llegado por temor a una expulsi¨®n.En urgencias no suele haber problemas. Es a la hora de recibir asistencia especializada o medicaci¨®n -en la receta debe figurar el n¨²mero de asegurado-, cuando las cosas se complican, admite Javier Pretel, de M¨¦dicos del Mundo, que no conoce ning¨²n caso de un menor al que se haya negado asistencia desde que ¨¦sta es obligatoria. S¨ª admite que "hay m¨¦dicos m¨¢s y menos sensibles". En los casos extremos, como un trasplante, es la direcci¨®n del hospital quien decide, explica S¨¢nchez-Bayle. En algunos centros salvan el escollo con una firma que compromete al interesado a correr con los gastos de la intervenci¨®n. Un papel que, casi seguro, no se cobrar¨¢, pero que pone a los m¨¦dicos a trabajar. El el Ayuntamiento de M¨®stoles (Madrid), gobernado por PSOE e IU, cuenta con esa buena voluntad de los profesionales sanitarios. Presta atenci¨®n a todos los inmigrantes (2,6% de su poblaci¨®n), sea cual sea su edad y situaci¨®n legal, a trav¨¦s de dos consultas en un centro del Insalud y, si es necesario, los deriva a uno de los tres hospitales con los que tiene un acuerdo. CCOO y la FADSP defienden este tipo de actuaciones porque entienden la salud como un derecho. Algo de lo que ya tom¨® nota el informe del Defensor del Pueblo de 1997, que apunt¨® la "conveniencia" de universalizar la asistencia m¨¦dica.