Lectura andaluza

La designaci¨®n de Javier Arenas como secretario general del PP ha sido el primer acto de la pr¨®xima campa?a electoral andaluza. En el momento en que se estaba empezando a hablar de la fecha de la convocatoria de las pr¨®ximas elecciones auton¨®micas y se hab¨ªa abierto un debate sobre la conveniencia o no de que las elecciones andaluzas coincidieran con las generales, la "crisis" de gobierno desatada por Aznar ha venido a centrar el debate en otro terreno. Aunque la distancia entre el PSOE y el PP ha sido muy amplia desde 1982 (no lo fue con UCD ni en 1977 ni en 1979), es evidente que no hay ninguna alternativa de gobierno cre¨ªble que no pase por el PP Y no lo es menos que, de cara a las pr¨®ximas elecciones auton¨®micas y a la vista de que tienen que celebrarse en el plazo de un a?o, ¨²nicamente con Javier Arenas como candidato a presidente tendr¨ªa el PP posibilidad de competir con un m¨ªnimo de credibilidad con el PSOE Si, como se da por seguro, la designaci¨®n de Arenas como secretario general supone que no va a ser candidato a la presidencia de la Junta de Andaluc¨ªa, una de las consecuencias de dicha designaci¨®n ser¨¢ que el PP da por perdidas definitivamente las pr¨®ximas elecciones auton¨®micas y va a concurrir, pero no a competir realmente para ganar. Para Andaluc¨ªa ¨¦sta es, con mucha diferencia, la consecuencia m¨¢s importante de la decisi¨®n de Jos¨¦ Mar¨ªa Aznar. Es probable que, con esta decisi¨®n, se est¨¦ abriendo la posibilidad de que el PSOE vuelva a ganar las pr¨®ximas elecciones por mayor¨ªa absoluta. Si en las ¨²ltimas elecciones, con casi todo en contra y con un Javier Arenas plet¨®rico tras los resultados de las elecciones auton¨®micas del 94, el PSOE se qued¨® a tres esca?os de la mayor¨ªa absoluta, en esta ocasi¨®n, cuando todav¨ªa no sabemos qui¨¦n va a ser el candidato del PP, la mayor¨ªa absoluta puede ser alcanzada f¨¢cilmente. No creo que esta consecuencia sea buena para Andaluc¨ªa. Andaluc¨ªa viene siendo gobernada por el PSOE desde 1982, es decir, a lo largo de cinco legislaturas seguidas. Que, a pesar de ello, no se haya configurado todav¨ªa una alternativa de gobierno con credibilidad, no tiene nada de bueno. La huida de Javier Arenas de Andaluc¨ªa retrasa todav¨ªa m¨¢s la posibilidad de la alternancia en el sistema pol¨ªtico andaluz. Es m¨¢s que probable, adem¨¢s, que una decisi¨®n como ¨¦sta dificulte todav¨ªa m¨¢s las relaciones entre el gobierno de Andaluc¨ªa y el Gobierno de la Naci¨®n. En los casi veinte a?os de vida del Estado de las Autonom¨ªas no ha habido un contencioso tan intenso entre el Estado y una comunidad aut¨®noma, como el que se ha producido entre el Estado y Andaluc¨ªa a partir de 1996. Cuanto m¨¢s lejos vea el PP la posibilidad de ocupar el Gobierno de Andaluc¨ªa, tanto mayor va a continuar siendo la tentaci¨®n de continuar en la pr¨®xima legislatura, si repite como Gobierno de la naci¨®n, la pol¨ªtica de confrontaci¨®n que ha venido poniendo en pr¨¢ctica en ¨¦sta.