Albania teme ser desestabilizada
Los ataques serbios azuzan en Tirana el nacionalismo de un pueblo desencantado y sumido en la miseria
La presi¨®n internacional sobre el r¨¦gimen de Slobodan Milosevic no va mucho m¨¢s all¨¢ de los gestos y la ret¨®rica y ser¨¢ extremadamente dif¨ªcil evitar que la guerra se recrudezca en un futuro pr¨®ximo, seg¨²n impresi¨®n generalizada de fuentes albanesas en Tirana. Seg¨²n aseguran, la acumulaci¨®n en estos ¨²ltimos d¨ªas de fuerzas militares en la regi¨®n no oculta las inmensas reservas de los miembros de la OTAN a llegar a la intervenci¨®n real contra el Ej¨¦rcito serbio, que se ve aqu¨ª como el ¨²nico recurso efectivo para hacer frente al l¨ªder serbio, pero tambi¨¦n para frenar la radicalizaci¨®n de los albaneses kosovares. ?stos podr¨ªan pronto convertirse en la punta de lanza de un nacionalismo expansionista alban¨¦s que en Tirana, y por supuesto en Skopje, capital de Macedonia, se ve con gran inquietud por su creciente fuerza y capacidad desestabilizadora. Esto no supone que la lucha de los albaneses kosovares no se vea con simpat¨ªa generalizada ni que por supuesto no se defienda lo que se considera su derecho de autodefensa, despu¨¦s de 10 a?os de represi¨®n por parte de las autoridades de Belgrado. El secuestro de cinco civiles serbios a manos del Ej¨¦rcito de Liberaci¨®n de Kosovo (ELK), liberados a ¨²ltima hora de ayer, no es, se?alan, sino la respuesta condenable pero l¨®gica a la inactividad de la Comunidad Internacional y a la creciente convicci¨®n entre los combatientes albaneses de que s¨®lo pueden contar con sus propias fuerzas, cada vez mayores y mejor armadas y organizadas.La permeabilidad de la frontera entre Kosovo y Albania es casi total y dif¨ªcilmente evitable, incluso si hubiera voluntad pol¨ªtica para ello por parte de Tirana. "En estos momentos el ELK controla todas las zonas en la frontera de Kosovo, pero tambi¨¦n en el interior, en el que no haya una presencia masiva de soldados serbios. La frontera como tal ha dejado de existir en gran parte", aseguran.
Que la OTAN intente presentar la suspensi¨®n de la expulsi¨®n de Serbia del jefe de los observadores de la Organizaci¨®n para la Seguridad y Cooperaci¨®n en Europa (OSCE) William Walker, como una concesi¨®n de Milosevic suena en Tirana como un sarcasmo m¨¢s de lo que consideran ya una serie interminable. Como siempre, dicen, Milosevic viola radicalmente los acuerdos para ceder despu¨¦s m¨ªnimamente en algo previamente convenido. Y la comunidad internacional se aviene a ver como un paso hacia delante lo que no ha sido sino conceder algo ya acordado. Despu¨¦s de que la liberaci¨®n de ocho soldados serbios por parte del ELK no tuviera m¨¢s respuesta que la matanza de Racak, en la que fueron asesinados 45 civiles, nadie cree en Tirana que se pod¨ªa esperar otra cosa que esta nueva agudizaci¨®n del conflicto.
Era f¨¢cil concluir que en el ELK se reforzar¨ªa la convicci¨®n de que no puede esperar que nadie asuma la defensa de sus intereses. Ni siquiera Albania, sumida en una tremenda miseria casi 10 a?os despu¨¦s de la ca¨ªda del r¨¦gimen estalinista, tiene fuerza militar o econ¨®mica, capacidad operativa ni voluntad pol¨ªtica de sumirse en un conflicto b¨¦lico que podr¨ªa desestabilizar por muchos a?os todos los Balcanes.
El conflicto de Kosovo, de no ser solucionado por la presi¨®n internacional, conlleva un inmenso potencial de desestabilizaci¨®n para la sociedad albanesa. Los ciudadanos del norte, de la tribu de los gegs, al igual que los kosovares est¨¢n mucho m¨¢s inclinados a entrar en lucha con los serbios que los albaneses meridionales, toscs. Aunque en estos momentos existe aparente unanimidad entre los principales partidos en que los kosovares deben ser apoyados, a nadie se le ocultan las dificultades que un pa¨ªs en la situaci¨®n de postraci¨®n de Albania tiene para ejercer alguna influencia. "No tenemos ni dinero, ni ej¨¦rcito, ni armas, ni fuerzas, ni entusiasmo, ni ganas", se?alan resignados. Son conscientes, sin embargo, de que el recrudecimiento de los combates, que de no imponerse un acuerdo pac¨ªfico dan por seguro como muy tarde para primavera, supondr¨¢ una carga quiz¨¢ insoportable para el pa¨ªs. Y pocos dudan de que una oleada de refugiados podr¨ªa erigirse en amenaza mortal para los intentos de sacar a este peque?o pa¨ªs de la profunda sima de miseria en que se encuentra.
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