Mala memoria

Le¨ªa el otro d¨ªa una noticia que hablaba de lo molestos que est¨¢n en el PP por haber llamado el PSOE prevaricador a Aznar en el Congreso de los Diputados. Hablan de cortes¨ªa parlamentaria y exigen rectificaci¨®n. Tienen mala memoria o no quieren recordar que hace apenas tres a?os ellos mismos (aunque no s¨®lo ellos) convirtieron el Parlamento en un patio de vecindad donde los insultos m¨¢s graves, las descalificaciones m¨¢s barriobajeras, los pateos o los gritos hist¨¦ricos de algunos de sus diputados nos hicieron sentir verg¨¹enza a m¨¢s de un ciudadano de este pa¨ªs. La desmemoria se ampl¨ªa a algunos ministros que se apuntan como propias las nuevas autov¨ªas inauguradas recientemente en Galicia que fueron proyectadas y adjudicadas por los socialistas (por cierto, que en estos tres ¨²ltimos a?os se han estado inaugurando todas las obras que empezaron o proyectaron los Gobiernos anteriores, algo que va a ser imposible de repetir en la pr¨®xima legislatura, pues son poqu¨ªsimas las obras p¨²blicas que ha proyectado el Gobierno desde 1996).No son los ¨²nicos asuntos donde caen en contradicci¨®n los populares: llamaron pedig¨¹e?o a Felipe Gonz¨¢lez cuando negociaba los fondos de cohesi¨®n europeos y ahora se pelean por que no nos los quiten; los abucheos de los estudiantes de la Aut¨®noma de Madrid a Gonz¨¢lez se los merec¨ªa, mientras la misma escena en la Aut¨®noma de Barcelona contra Aznar es producto de provocadores y, por tanto, est¨¢ justificada la represi¨®n; las concesiones de los socialistas a los nacionalismos eran una venta vergonzosa, a diferencia de sus concesiones, que son producto de la sensatez y buscan la gobernabilidad; antes cualquier irregularidad o corrupci¨®n deb¨ªa tener una inmediata respuesta pol¨ªtica; ahora, el rosario de casos de corrupci¨®n que salpica a los cargos p¨²blicos del PP (sobre todo en Galicia y Castilla y Le¨®n, donde el caciquismo campa a sus anchas) raramente tienen una respuesta pol¨ªtica; y un largo etc¨¦tera de desmemorias y desprop¨®sitos que demuestran la diferencia entre gobernar y ser oposici¨®n, y la falta de escr¨²pulos que demostraron nuestros actuales gobernantes para conseguir la alternancia. Confiemos en que la experiencia de gobernar les sirva para aprender que cuando se es oposici¨®n hay que ser m¨¢s responsable.-