"Jam¨¢s canto desde la nostalgia ni desde el rencor"
El nuevo trabajo discogr¨¢fico del cantante y compositor Ismael Serrano (Madrid, 1974) se est¨¢ convirtiendo en uno de los acontecimientos musicales de la temporada. En octubre sali¨® al mercado su segundo ¨¢lbum, La memoria de los peces, del que se han vendido, hasta el momento, 80.000 ejemplares. Con textos de calidad y m¨²sicas ecl¨¦cticas, Serrano conecta con las inquietudes ¨¦ticas y est¨¦ticas de varias generaciones.Ismael Serrano actuar¨¢ hoy con lleno completo en el Palacio de Congresos y Exposiciones. En cuatro d¨ªas se agotaron las localidades, lo que oblig¨® a los organizadores a programar otro concierto para el s¨¢bado; s¨®lo queda en taquilla un centenar de entradas.
La compa?¨ªa discogr¨¢fica y el propio cantante no salen de su asombro: llueven los contratos para actuaciones y se coloca en las listas de ¨¦xitos sin necesidad de lanzamientos espectaculares. El boca a boca ha funcionado ejemplarmente con este m¨²sico, que ya hab¨ªa conquistado un sector del p¨²blico con su primer disco. Por los resultados obtenidos hasta ahora, parece que sus seguidores le siguen siendo fieles.
Serrano, con aspecto de vaquero del Oeste, bueno pero duro, est¨¢ alejado del panfleto montaraz, pero no se corta un pelo llamando a las cosas por su nombre y reivindicando la memoria hist¨®rica.
Pregunta. ?Qu¨¦ tienen que ver los peces con la memoria? Respuesta. Alguien me dijo una vez que los peces no tienen memoria, que en unos segundos olvidan lo que han vivido. A muchos hombres y mujeres les pasa lo que a los peces, olvidan su historia y est¨¢n abocados a repetir errores ancestrales. Eduardo Galeano dice, m¨¢s o menos literalmente, que un bisabuelo y su bisnieto eran felices: uno porque hab¨ªa perdido la memoria y el otro porque no la ten¨ªa. ?sa es la felicidad perfecta, la que yo no quiero.
P. Usted se declara de izquierdas, rojo incluso. Algunos le consideran como el punto de conexi¨®n entre los nuevos p¨²blicos y los cantautores cl¨¢sicos.
R. Soy cantautor gracias a la generaci¨®n de mis padres. Por ellos conoc¨ª la obra de Pablo Guerrero, Llu¨ªs Llach, Joan Manuel Serrat, Silvio Rodr¨ªguez, Luis Eduardo Aute. Claro que yo, por mi cuenta, me empap¨¦ tambi¨¦n de Los Secretos, El ?ltimo de la Fila o Radio Futura. Soy rojo, s¨ª, lo mismo que otra mucha gente, pero a los j¨®venes nos faltan referentes ideol¨®gicos tan evidentes como los que ten¨ªan nuestros mayores. Estamos algo desorientados, como le pasa a la izquierda en general. Me parece magn¨ªfico que se vuelva a reivindicar la figura del Che Guevara.
P. La canci¨®n Instrucciones para salvar el odio eternamente, cuyo texto est¨¢ firmado por su padre, es un col¨¦rico alegato contra la mujer que tiene el detalle de abandonarle a uno.
R. A veces, como en este caso, la c¨®lera es una tierna y apasionada declaraci¨®n de amor. Cuando se dice "que ella se lleve, aunque dure poco, tu odio para siempre", se est¨¢ pidiendo a gritos que no te abandone. Como todo el mundo, uno se tiene que tragar marrones, pero estoy muy alejado del machismo. Aunque el texto sea de mi padre, es el tema que m¨¢s me gusta del disco.
P. ?Es usted un joven airado?
R. Jam¨¢s canto desde la nostalgia ni desde el rencor.
P. ?Se siente usted a gusto cuando le llaman cantautor?
R. Prefiero que me llamen simplemente m¨²sico, la verdad. Pero la canci¨®n de autor define una tradici¨®n ¨¦tica y musical con la que estoy muy de acuerdo. Ahora bien, tambi¨¦n me gusta mucho el grupo Extremoduro, por ejemplo.
P. ?Qu¨¦ m¨²sicas escucha usted ¨²ltimamente?
R. Estoy empap¨¢ndome en Chavela Vargas y voy a cantar en estos conciertos una versi¨®n de El ¨²ltimo trago, de Jos¨¦ Alfredo Jim¨¦nez. Tambi¨¦n me interesan Los Especialistas. Y me ha deslumbrado el disco de Enrique Morente sobre Garc¨ªa Lorca. P. La canci¨®n Amor propio es un emocionado himno a On¨¢n. Va a alborotar usted los colegios.
R. A lo mejor se me fue la mano, dicho sea con retint¨ªn y a ritmo de rumba. La masturbaci¨®n siempre fue una bendici¨®n, y siempre lo ser¨¢.
Tu suscripci¨®n se est¨¢ usando en otro dispositivo
?Quieres a?adir otro usuario a tu suscripci¨®n?
Si contin¨²as leyendo en este dispositivo, no se podr¨¢ leer en el otro.
FlechaTu suscripci¨®n se est¨¢ usando en otro dispositivo y solo puedes acceder a EL PA?S desde un dispositivo a la vez.
Si quieres compartir tu cuenta, cambia tu suscripci¨®n a la modalidad Premium, as¨ª podr¨¢s a?adir otro usuario. Cada uno acceder¨¢ con su propia cuenta de email, lo que os permitir¨¢ personalizar vuestra experiencia en EL PA?S.
En el caso de no saber qui¨¦n est¨¢ usando tu cuenta, te recomendamos cambiar tu contrase?a aqu¨ª.
Si decides continuar compartiendo tu cuenta, este mensaje se mostrar¨¢ en tu dispositivo y en el de la otra persona que est¨¢ usando tu cuenta de forma indefinida, afectando a tu experiencia de lectura. Puedes consultar aqu¨ª los t¨¦rminos y condiciones de la suscripci¨®n digital.